el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 26 de enero de 2011

26/ 01: SHOWCASE PRESENTS LEGION OF SUPER-HEROES Vol.4


Hoy me comí un viaje en bondi tan largo, que me dejó con jet lag. Por suerte aproveché que había asientos vacíos, y entre la ida y la vuelta me fagocité un maravilloso masacote de más de 520 páginas. “Maravilloso”, obviamente es un decir. Estas son historietas pensadas para chicos que en 1968 tenían 10 años, y funcionan sólo en ese contexto. Leídas hoy, son una sarta de pelotudeces sin ton ni son, que no zafan ni por el valor nostálgico de decir “uh, esta yo la tuve en la edición mexicana”.
Pero bueno, los enfermos consumimos también esto. De hecho, los números de Adventure Comics que vienen en este libro, yo los tenía en edición original (y ya los hice guita). Esas historias más o menos me las acordaba: era Jim Shooter pasándose de listo. En todas las aventuras veías a los Legionarios hacer cosas imposibles: chorear, renunciar a la Legión para irse con los villanos, cobrar por sus servicios, renunciar a sus poderes y borrarse la memoria, irse a las manos con los amigos… cualquier atrocidad era posible con tal de impactar al joven y crédulo lector. Y al final, todo era un engaña-pichanga para cagar al villano de turno. Siempre pintaba, en los últimos tres o cuatro cuadritos, la explicación de por qué vimos a los héroes hacer las guanacadas que hicieron.
Por supuesto, tanto héroes como villanos eran absolutamente chatos, unidimensionales, y perfectamente intercambiables. Agarrás cualquier aventura con Sun Boy, lo reemplazás por Lighting Lad, y todo sigue su cauce normal. El único que satura de tanto que aparece y de lo grosso que es, es Superboy, el más detestable de todos los Legionarios. El resto aparece de vez en cuando, sin aportar nunca demasiado. Recién en sus útimas historias, Shooter juega a la caracterización: Bouncing Boy toma conciencia de que su poder es pedorrísimo (igual yo lo banco), Chameleon Boy se acompleja por su apariencia medio freak, Matter Eater Lad blanquea que es pobre y que su familia vive en crisis porque su viejo es burrero y se timbea hasta lo que no tiene en las patas de los matungos, y algún otro toquecito así. Pero mínimo. El resto, minitas y chonguitos para el poster.
Las últimas 225 páginas recopilan un montón de historias cortas de la Legión que yo jamás había leído, de cuando dejan de ser protagonistas de Adventure y se convierten en back-up de Action, o de Superboy. Ahí las tramas se concentran en menos personajes, o sea que hay un poquito más de desarrollo para cada uno, y menos diálogos donde cada uno explica qué poder tiene y cómo lo usa. También tienen más peso las parejitas: de a poco se hace cada vez más inevitable que a estos borregos además de los poderes se les despierten las hormonas y quieran un poco de acción, pero de la otra. Lo bueno es que los distintos guionistas presentan esto con naturalidad. No es “mirá qué zarpado Ultra Boy, como chapa con Phantom Girl”, o “qué trola Shrinking Violet, que está de novia con un chabón pero igual le da murra a Matter Eater Lad”.
Y en las escenas más románticas es donde el dibujante de casi todo el tomo, Winslow Mortimer, da menos lástima. Claramente, era un tipo para dibujar comic romántico, no superhéroes. El tipo tiene un catálogo completo de pifias y de tiradas a chanta. Te das cuenta en los episodios donde en vez de entintarse él mismo, le ponen entintadores como la gente. Ya pasada la barrera de 1970, DC busca de algún modo sacudirse el herrumbe acumulado, y Mortimer deja su lugar a dibujantes un poquito más moderno: primero George Tuska (rara pero efectiva mezcla entre Jack Kirby y Frank Robbins, que sin ser un grosso, levanta la puntería) y después el nunca bien ponderado Dave Cockrum, todavía muy tapado por las tintas del veterano Murphy Anderson (de quien Cockrum era asistente). Pero se ven las ganas de aggiornarse, de dejar de afanar a Wayne Boring y empezar a afanar a Neal Adams o a John Buscema, y eso se nota en cosas como la sana renovación de trajes y de cuartel general. Los mejores resultados llegarán en el próximo Showcase, pero en este hay que agradecer la intención.
Esto todavía está muuuuuy lejos de los standards del comic de superhéroes actual. Hay que bancar mínimo un tomo más para que las historias y los dibujos dejen de oler a naftalina.

8 comentarios:

Silvio dijo...

Buena reseña, y vale el detalle de destacar el contexto. Mucha gente no entiende eso, que es sin ir más lejos, un parámetro comparativo que nos permite reflexionar en torno a la evolución del comic de superhéroes (resultaría absurdo compararlo con obras de autor dirigida a un público adulto, con un contenido acorde).

Otro tema: quería consultarse, teniendo en cuenta que estás al tanto de la novedades, si te enteraste de la publicación por parte de Ediciones de la Flor de "Sonoman" de Oswal. Vi algo por ahí pero nada más, ando desesperado buscándolo.

Te mando un abrazo.

Andres Accorsi dijo...

El primer tomo salió a fines de Septiembre y se vende muchísimo. Se consigue en librerías y comiquerías a $ 70.
La reseña apareció en el blog el 26 de Noviembre.
Todavía no hay fecha para el Vol.2.

Patricio dijo...

Buena reseña Andrés,la que me hace pensar lo siguiente,que aunque ha habido una evolución notoria en el comics de super heroés desde 1968, sobretodo los de La DC, hoy se hecha de menos la creatividad de estas historias aunque a veces fueran ridículas. por poner un ejemplo, no se han creado grandes villanos ni héroes por doquier como pasó en los 60 y 70, claro hoy tienen mejor tratamiento.

La otra cosa que quiero destacar , aunque no he leído estos comics, es que Shooter en esa época tenía como quince años, le faltaba para alcanzar su mejor nivel como guionista, lo que a mi juicio ocurrió en Avengers desde el 1975 al 1980.

maximiliano dijo...

Muy bueno Andres, de legion tengo que admitir algo que me averguenza un poco, es el UNICO comic que compro escriba quien lo escriba y lo dibuje quien lo dibuje,lo voy a comprar por mas que desde mañana lo escriba y dibuje Liefeld, fanatismo que le dicen....

Andres Accorsi dijo...

Sí, Patricio, las dos cosas que señalás son ciertas.
En 1968 Shooter tenía apenas 17 años.
Y cualquier historia de 24 páginas de la Silver Age, con todos sus defectos y carencias, pone en juego más ideas que cualquier saga de seis episodios de la actualidad.

Anónimo dijo...

Que tal Andres. Ubicas un autor que se llama Anders Nilsen? Es uno que tiene un dibujo bien pedorro tipo Kioskerman, pero sin el lirismo y con un estilo apocaliptico existencial, en blanco y negro, yo lei Dogs & Water y me parecio raro pero curioso, hay algo recomendable de este chabon?

Andres Accorsi dijo...

Sí, leí varias páginas de The Hand that Feeds,una de sus obras. Me pareció un muerto. MUY aburrido, muy frío, muy limitado. Tiene algunas imágenes interesantes, pero como narrador de historias no me resultó para nada atractivo. No sé si habrá algo recomendable. Yo ya lo puse en la lista de los autores a los que no me interesa seguir.

Horacio dijo...

Hola Andrés, soy muy fan de Legión, sabés si está digitalizado en español? Se vende en Español en Argentina? Gracias y felicitaciones por tu blog.