Y bueno, me salió mal. La verdad, no logré decodificar qué quiso hacer el maestro italiano Gipi en esta extensa novela gráfica.
Si me apuran, diré que son una serie de anécdotas sólo conectadas porque en todas aparece S., quien –me parece- es Sergio, el padre de Gipi. Estas saltan por distintas épocas, locaciones y hasta géneros. Algunas son intimistas y otras, las que tienen que ver con la Segunda Guerra Mundial, tienen visos bélicos y hasta épicos.
Pero sinceramente, no entendí todo lo que Gipi quiso transmitir en la historia. Por ahí porque se pasó un cachito de críptico, no sé. También tiene que ver con el hecho de que es una obra con mucho, muchísimo texto, gigantescas parrafadas de texto, y uno entiende italiano, pero hasta ahí nomás. Si tocara menos de oído seguro lo habría disfrutado más, o le habría tenido más paciencia a las secuencias en las que me pareció que Gipi se iba muy al carajo. El otro obstáculo insalvable es que todos esos infinitos masacotes de texto están escritos por el autor a mano alzada, con una caligrafía espantosa, desprolija, generosamente aderezada con tachaduras. O sea que ni te dan ganas de esforzarte para entenderlo, porque Gipi jamás se esforzó para que vos lo entiendas a él. No soy fan de las tipografías estandarizadas y suelo protestar cuando en alguna edición la excesiva “cero onda” de las tipografías conspira contra el disfrute de las historietas. Acá, traiciono mis banderas históricas al mejor estilo Unión Cívica Radical y digo “cuánto más me hubiese gustado S. sin esa letra impresentable de Gipi y con una tipografía un cachito más legible”.
Como en varios puntos me perdí, no me considero muy capacitado para criticar el argumento, el desarrollo de los personajes y esas cosas. Pesqué muchos diálogos magníficos y eso sí, lo quiero rescatar.
Y por supuesto, el dibujo, que es majestuoso y conmovedor en todas y cada una de las 100 páginas de la novela. Tanto en las secuencias en las que el dibujo se hace cargo de llevar adelante el relato como cuando se limita a ilustrar algún aspecto de los infinitos textos, Gipi demuestra que a la hora de meterle tintas negras y colores a la página, hay poquísimos que pueden aspirar a su nivel. El maestro mezcla escenas a color con otras en blanco y negro y en ambas variantes su trabajo explota en expresividad, sutileza y destreza, tanto técnica como narrativa.
Por algún lugar de los recovecos de la memoria, Gipi se aventuró a contar historias del pasado de su padre (creo). En uno de esos recovecos, yo me perdí, no sé si por alguna decisión medio extrema del autor o por mi propia inoperancia. Eso no me alcanza para decir que S. es un trabajo flojo, ni poco atractivo, ni nada. Simplemente no me animo a recomendarlo (excepto a aquellos a los que el guión no les importa en lo más mínimo y compran sólo por el dibujo) porque hay varios tramos de la obra que realmente no sé si me gustaron o no, porque no los entendí. ¿Qué va´cer? A veces pasa. Juro solemnemente volver a comprar S. el día que la vea editada en castellano.
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9 comentarios:
Hola Andrés, soy Ariel de Sgo. del Estero.Quería saber si cuando vengas a la feria del libro de aquí podrías traer El hipnotizador de Sáenz Valiente y De Santis. Si puedes decirme el precio también te lo agradecería, saludos.
Ahí te respondí por Facebook.
Andrés a mi me parecio el mejor de Gipi y contaste el final... y si obviamente es el padre. Perdon pero no concuerdo en nada con lo que escribiste, creo que a partir de anecdotas chicas te acerca a la imagen que el tiene del padre y la parte final me parece conmovedora. Ahora creo que es fragmentario y se acerca a la literatura moderna, no a todos les puede llegar a gustar. Son gustos, a mí los otros al lado de este me parecieron menores.
Por lo que cuentas me recuerda un poco a The Tree of Life de Terrence Malick, suena interesante.
Saludos.
Es probable que sea una obra maestra, Garufa. Por eso lo quiero volver a leer ni bien lo consiga en algún otro idioma. Estoy seguro de que, en un idioma más accesible para mí, y con una tipografía que no sea "de puño y letra", le voy a poner mucho más huevo para darme cuenta de qué quiso hacer Gipi, y a disfrutarlo más.
Andres, que opinion tienes de David B??...yo lo encuentro un monstruo pero no recuerdo haber visto nunca un libro de el comentado en el blog. Es porque ya habias leido sus libros antes o no te gusta?...
Saludos.
PD: Que cosa de Gipi se puede encontrar en español?, he visto solo libros suyos en otros idiomas.
No sé si Gipi está editado en castellano. Creo que sí, que algo le deben haber traducido a nuestro idioma. Yo tengo todo en inglés o en italiano...
En cuanto a David B., sí, reseñé en el blog El Capitán Escarlata, que es una obra dibujada por él que me gustó mucho.
Tengo esperando su turno La Lectura de las Ruinas, también, que pinta grosso.
Y antes de arrancar con el blog había leído La Ascensión del Gran Mal, que no me gustó un carajo.
jaja OK!, ojala con La lectura de las Ruinas te vaya mejor.
Saludos.
S. debe ser lo mejor de Gipi. Es verdad que no es para cualquiera. Tiene mucho, muchísimo editado en Español (Sins Entido).
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