Yo quería armar un poquito de suspenso, pero vino uno y me lo cagó. Al final, después de recorrer varias comique-
rías, el lugar donde más comics compré fue en The Strand, la mega-librería que –casualmente- está en la esquina del Forbidden Planet. The Strand es un paraíso terrenal para cualquiera al que le gusten los libros. Ya de movida, en la vereda, sin entrar al local, hay exhibidores con ofertas disparatadas: libros desde 50 centavos. Y hay comics, eh? Una vez que entrás, te esperan varios pisos repletos de libros. Metros y metros cuadrados de libros. Los techos son altísimos y para ver los libros de las estanterías más altas te tenés que trepar a una escalera. Hay un piso todo dedicado a libros antiguos, raros y descatalogados, esos ancestrales tomos con tapas de madera y broches de metal que uno asocia con la Edad Media. Y hay miles y miles! Ese lugar es como una alucinación. Faltaba Borges pasándole un plumerito a un ejemplar del Necronomicón, nomás.
Los comics están en el primer piso y hay una diversidad enorme: material de todas las editoriales, un sector de historieta infantil, un amplio sector de ofertas… la fuckin´ gloria. Me agarré un changuito de supermercado y lo llené con merca que nunca pensé que iba a encontrar (libros descatalogadísimos de varias décadas distintas), a precios ridículos. Para que te des una idea, por ese changuito a full pagué u$ 105, con impuestos y todo. La próxima vez, arranco de una en The Strand.
Leaving New York´s never easy, decía el tema de R.E.M., pero mis amigos uruguayos igual se fueron lo más panchos el viernes 19 y yo otra vez me quedé solo en el depto de Harlem (ya era el Angel of Harlem del tema de U2, hablando de hitazos), de nuevo con la responsabilidad de entregarle llaves, frazadas y demás al manager, que a cambio me iba a devolver la guita del depósito. Todo eso sucedió en la mañana del sábado, y a la tarde enfilé (munido de morfi, para que no me vejaran con sus precios delirantes) hacia el aeropuerto John F. Kennedy. La aerolínea me habilitaba dos valijas de 23 kilos. Yo me compré en el supermercado más croto de Harlem la valija más crota que encontré (u$ 30) y llené hasta la mitad la mía, que se banca todo. Con eso y la mochila vacía, llegué al mostrador de la aerolínea antes de que abriera. Me mandé de keruza y pesé mis valijas. La crota pesaba 23,800. Perfecto. La otra estaba más excedida de peso que yo. Le saqué seis kilos, me los mandé a la mochila y quedó también con 23,800. La espalda se me partió en 26 pedazos, pero no pagué un mango de exceso de equipaje.
Ya en Buenos Aires, el avión llegó con demora. Era la una de la tarde del domingo 21, día de la Madre. Encima se superpuso con un vuelo que venía de San Pablo, hasta la chota de gente. Y se anunció como procedente de Santiago de Chile (donde hicimos escala), no de Nueva York. O sea que lo que menos les interesaba a los aduaneros era revisarnos las valijas. Los muchachos se querían ir a morfar con la vieja y apenas si nos pasaron las valijas por las máquinas de rayos para asegurarse de que no trajéramos misiles termonucleares desarmados o prostitutas tailandesas menores de edad. Así es como entré al país 50 kilos de libros, algo de ropa y algunos discos sin pagar un centavo más de lo que me cobraron en los distintos comercios.
Final feliz para esta saga en la que la pasé bárbaro junto a gente de primera, conocí más gente copada, me reencontré con viejos amigos a los que no veía hacía décadas, recorrí Manhattan hasta que los pies me quedaron como dos empanadas (y no precisamente de La Paceña), compré muchos comics que siempre quise conseguir y hasta me quedaron algunas horas para descansar. Encima gasté menos guita de la que suponía que iba a gastar. No se puede pedir mucho más realmente…
martes, 27 de noviembre de 2012
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12 comentarios:
Geniales las 11 partes, disfruto mucho este tipo de post.
salute
estas cronicas sirven como consejo para futuros viajantes fanaticos del comic. Solo lleven una muda de ropa que la valija se llena rapido con historietas. Lo digo por experiencia y por haber vuelto de francia con dos tomos compiladores de spirou en las manos para no pagar el sobrepeso...
¿Había changuito posta?
Sí, Bruno. Fue la primera vez que me colgué de una escalera cuasi-infinita para ver los libros más altos y la primera vez que recorrí una librería arrastrando un changuito.
Strand Bookstore vale la pena recorrerla aunque no termines comprando nada. Igual, en materia de comics, a mi gusto, lo mejor que vi en Manhattan es St. Mark Comics, a la que hacés mención en la entrada anterior. Cuando voy a New York trato de que sea mi primer paso en cuanto a comiquerías. Hay otra en Brooklyn que aunque los que atienden tienen mas onda, no es lo mismo. Me encanta meterme en el fondo de ese local y revolver las cajas, llenandome los dedos de polvo, y encontrando comics a precios increibles. Pero bue, yo soy mas de las revistas simples, no tanto TP. Había otro negocio en un primer piso en la calle 23 que era también fabulosa. Se que ahora en la misma dirección hay otra comiquería, pero no se que onda.
Hay una muy buena comiquería en cuanto a precios llamada Silver Age Comics
http://www.silveragecomics.com/shop/index.asp
pero queda un poco lejos. Bah, no tanto en el metro (30 minutos a lo sumo) y después la zona está linda para recorrerla. La comiquería es muy chiquita, pero tiene cajas y cajas de backissues a muy buenos precios, y por lo general, además, siempre tienen algún descuento.
Midtown Comics es mas que nada para ir a lo último y ver si encontrás ese número que te falta y no te importa pagar un poco mas. O comprar lo que salió en las últimas semanas.
En el Downtown hay una comiquería chiquita, que mas que nada se dedica a lo último, pero que siempre que voy tiene varias cajas de material de uno o dos años de antiguedad (sobrantes) a un dolar. Y mucho material viejo a precios bastante baratos.
Y para la próxima, por experiencia te digo que en los aeropuertos de EEUU (en tu caso JFK) los precios, incluso ya en la zona de embarque, no son prohibitivos. Por ahí hasta un dolar mas caro algo, pero nada que valga la pena andar comprando antes y cargándolo. Otro es el cantar en Ezeiza, que da vergüenza ajena lo chorros que son.
Lo de Nueva York es todo muy lindo, pero si yo quiero conseguir material viejo (o no tanto) cuando viajo a Buenos Aires, ¿a dónde me me recomendarían ir?
La verdad, lcarlosv, en Bs As no tenés un puto lugar de buenos precios. Lo mejor es encontrarse un dealer que no se zarpe, pero sólo para material nuevo. Para material viejo no existe nada. El Club del Comic, La Revistería, Entelequia, Fábula Comics, son violadores seriales!
Andres, podrias lanzarte una lista, en general, no tiene porque ser tan detallada, de lo que compraste en NY??...algunas papitas, algo dificil de encontrar, etc.
saludos.
Nah, los libros es al pedo que los enumere, porque los vamos a ver el año que viene acá en el blog.
Revistas compré varios números que me faltaban de series que no están reeditadas en libro, tipo Doom Patrol de John Arcudi, Black Panther de Christopher Priest, Wonder Woman de Phil Jiménez, series que había empezado a juntar antes de la debacle de 2001 y que me habían quedado incompletas.
Rarezas, unas cuantas. Creo que la que más me emocionó fue el número 2 de Thrilling Adventure Stories, un magazine editado por Atlas en los ´70, con una portada increíble de Neal Adams y unos unitarios míticos (y en blanco y negro) de Walt Simonson, Archie Goodwin, John Severin, Russ Heath y Alex Toth. Papa MUY fina y que nunca pensé que iba a encontrar y menos a un precio accesible.
Hola Andrés,
muy buenas las crónicas, espero que sirvan como futura guía de viaje.
Por curiosidad, ¿qué hiciste entre el lunes y el viernes (Además de las comiquerias)? ¿Hubo teatro, jazz suburbano, Chinatown, WTC, Central Park? ¿Qué te llamó la atención de la vida allá? ¿The New York Times lies?
Saludos
Lo que hice entre lunes y sábado está bastante desarrollado en la parte 10 de la saga.
Me llamaron la atención muchas cosas. Casi todas tienen que ver con que era la primera vez que estaba en EEUU tan cerca de las elecciones, que allá se viven muy distinto que acá.
Y la verdad que no leí ningún diario, no sé cuál defiende los negocios de la Corpo y cuál bate la posta.
En The Strand caí en la realidad de que no me iba a poder comparar todo todo lo que quería y entonces... me dedique a disfrutar de NYC y comprar sin culpas... la yapa fue que a la vuelta de the stand, entro a una comiqueria de la cual no recuerdo el nombre ya, y cebado por compara cualquier cosa de las que me faltaba, agaro la cajita de papel madera con la reedición de los fanzines optic enerve de Tomine, con el pequeño detalle de que estaba... firmada por Tomine!!!!
fui a la caja pensando que me iban a sacar la cabeza y no, 20 dolares man, lo que dice que sale!! que gloria de país!!
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