el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 30 de noviembre de 2013

30/ 11: MARSUPILAMI Vol.1

A mediados de los ´80, el maestro André Franquin llegó a un acuerdo con la editorial Dupuis para recuperar los derechos sobre el Marsupilami, el carismático bicho mitad mono mitad leopardo que creara allá por los ´50 para una aventura de Spirou y Fantasio. Así, el legendario historietista se puso al frente de Marsu Productions, un sello editor independiente que, desde 1987, lleva publicados 26 álbumes protagonizados por este extraño animal y su familia.
Para este primer tomo, Franquin co-escribió el guión con Greg (el mismo Greg que trabajó junto a Hermann en los álbumes de Comanche) y puso los dibujos a cargo de Luc Collin, más conocido como Batem, un notable dibujante nacido en el Congo Belga, quien se quedaría muchos años a cargo de la serie.
La Cola del Marsupilami (título del álbum que inició la colección) tiene un sólo problema: es MUY introductorio. Es un álbum claramente apuntado a los lectores que nunca habían leído las historietas de Spirou en las que aparecía el Marsupilami y no estaban para nada familiarizados con el bicho, sus habilidades, su familia y su habitat, la increíble selva de Palombia, que es casi un personaje más en esta saga. Entonces, todo lo que sucede en este álbum es eso: una forma elegante de presentarnos a los personajes, de mostrarnos cómo funciona el mundo en el que se desenvuelve el Marsupilami, mediante una aventura muy menor, sin consecuencias, sin profundidad y sin mayor tensión dramática.
Para que el artificio funcione, Franquin y Greg le ponen muchas pilas a la construcción de dos personajes que van a volver en los álbumes posteriores: el experto cazador Bring M. Backalive (un yanki que vendría a ocupar el rol del villano) y el Capitán Bombonera, un trucho encantador al que los traductores de Norma hacen hablar (más o menos) como un argentino. Lo cual no es muy loco, porque desde el primer momento Franquin dejó en claro que Palombia quedaba en algún lugar de Sudamérica... aunque yo sinceramente nunca me imaginé que fuera en Argentina. O capaz que los autores belgas le pusieron otro acento y el traductor español (Narciso Fradera) dijo “si es sudamericano, pongámosle acento argentino”, andá a saber. Lo cierto es que la mímica del habla argenta tiene aciertos y errores. Me encantaría leer este libro en francés, a ver cómo habla el Capitán Bombonera (que dudo que se llame así en la versión original).
El guión no va a pasar de ahí: de un intento frustrado por parte de Bring M. Backalive por capturar a un marsupilami. Es una aventura entretenida, con diálogos muy graciosos, excelentes secuencias mudas, mucha acción y no mucho más. El dibujo de Batem hace esfuerzos sobrehumanos para reproducir la magia gráfica del maestro Franquin, y la verdad es que cuando dibuja al Marsupilami, lo logra con jerarquía. La diferencia entre un genio (como era Franquin) y un muy buen dibujante (como es Batem) se nota en otros aspectos, como por ejemplo el lenguaje corporal y las expresiones faciales de los personajes humanos, que no tienen ni en pedo la gracia de los que dibujaba Franquin. Ahí, el trabajo de Batem está al nivel de un buen autor franco-belga de historieta infanto-juvenil, pero lejos de las glorias que pelaba Franquin en sus álbumes de Spirou, o en sus series más personales, como Gaston Lagaffe o Ideas Negras. El color de Vittorio Leonardo es excelente, más sutil, más moderno y más versátil que los coloristas que trabajaban con Franquin en su etapa al frente de Spirou.
Tengo un par de álbumes más para leer y reseñar el mes que viene, a ver para dónde agarra la serie “solista” del Marsupilami, una vez que el nuevo equipo creativo ya presentó al elenco y al contexto elegido para estas nuevas aventuras de la alucinante criatura creada en 1952 por ese genio inconmensurable del Noveno Arte que fue André Franquin.
¿Palombia será argentina? Me quedé tildado con esa boludez...

5 comentarios:

P.C. dijo...

Es es normal que los gallegos, cuando que haber un garca, lo hagan argentino. Me acuerdo que hicieron eso con la traducción del juego Grim Fandango, cuando en el original el personaje no tenía un acento distinto al de los demás, o sea el típico hacento mexicano que los yanquis le ponen a todos los latinos que hablan inglés. La cosa es que el personaje era un garca, y le pusieron acento argentino (muy mal logrado, dicho sea de paso).

Josepzin dijo...

El Dr.Nick de Los Simpsons en España es argentino :-D

Es la fama que tenemos, y chitón porque aquí hacemos lo mismo con ellos.

Sobre el Marsupilami, no he leido mucho pero me encantaban este tipo de historietas!

cesar da col dijo...

Excelente critica, Andres! Palombia tiene un lugar fisico, creo que esta entre Peru y Brasil, o Ecuador y Brasil. Aparece el mapa en uno de los albumes de Spirou, no recuerdo si en El Nido de Marsupilamis o en algun otro. Ni bien lo encuentre te lo mando. Abrazo!

Cesar Da Col dijo...

Andres, buscando el mapa de Palombia en la web (creo que estaba en el álbum "El Dictador y el Champignón", de Spirou), dí con su entrada en Wikipedia, con su bandera, mapa, historia, población,etc, jajaja!!
http://fr.wikipedia.org/wiki/Palombie
La entrada en castellano tiene menos data.
Abrazo, Cesar.-

Andres Accorsi dijo...

Están locos, estos franco-belgas ;)