Vuelvo a encon-
trarme con el maestro Marc-Antoine Mathieu, quien un lejano 14/07/10 me apabullara con esa cátedra inolvidable de historieta llamada Dieu en Personne.
Después de haber experimentado con éxito desde la temática, Mathieu vuelve a la cancha en la que juega de local, que es la de la experimentación formal. 3 Segundos es una historieta muda, desarrollada a lo largo de 67 páginas, todas divididas en nueve viñetas de igual tamaño. La acción que narra Mathieu transcurre en el lapso de tres segundos, es decir, no sucede prácticamente nada. La historieta es, básicamente, un truco de óptica. La gracia es seguir a la luz, que va rebotando por 33 superficies espejadas. Cada una de estas superficies refleja algo distinto, y son todas cosas que suceden en esos mismos tres segundos.
Lo más loco es que, con esos fragmentos que nos muestran cada una de las superficies espejadas, se puede construir un argumento. En serio, no estoy borracho ni drogado. Hay un argumento que tiene que ver con la corrupción en el futbol, con un tongo para arreglar el resultado de un partido, hay alguien dispuesto a denunciar esa runfla, y ese conflicto se va a resolver por las malas en esos tres segundos clave que Mathieu nos invita a ver desde distintas ópticas.
Pero lo más importante es el ejercicio formal, los malabares que hace el autor para hilvanar todas estas secuencias sin meter un solo corte. Es todo una sola escena, en la que nuestra mirada se desplaza de una punta a otra de la ciudad (incluso del sistema solar) a través del efecto del zoom, de ver cada vez más de cerca cosas que al principio son imperceptibles a nuestro ojo, pero que siempre estuvieron ahí. Me imagino la planificación que le debe haber requerido esta obra a Mathieu y me da un ACV. Después, ese esfuerzo se habrá visto compensado por el hecho de estas 67 páginas requieren pocos dibujos. El propio efecto del zoom permite mostrar cada vez más grandes los detalles de un dibujo que se realiza una sola vez. Y claro, en cada detalle Mathieu deja la vida, porque sabe que eso que en una viñeta es microscópico (un aro en la oreja de una mina, por ejemplo), ocho o nueve viñetas después va a ser enorme, y va a servir para reflejar otra imagen que luego será observada a fondo, hasta el menor detalle, en el siguiente zoom de la “cámara”. Un disparate, realmente genial.
Por si faltara algo, en el sitio web de la editorial Sins Entido se puede ver el comic completo en la pantalla, como si fuera un corto animado, aprovechando el hecho de que se trata de una secuencia que nunca se interrumpe y que se desarrolla en un montón de cuadros de idéntico tamaño (como la pantalla).
No quiero contar más, porque está bueno leer y releer el libro (al no tener textos, se hace rápido) para encontrar las piezas de este rompecabezas y armar la trama que moviliza a estos mínimos sucesos. Me resta sacarme el sombrero una vez más ante la genialidad de Marc-Antoine Mathieu, que vuelve a sorprender con una idea rarísima y una ejecución perfecta, pensadas para correr una vez más los límites de lo que se puede o no hacer en este medio que tanto nos gusta. No me parece que 3 Segundos sea tan imprescindible como Dieu en Personne, pero como experimento, como bizarreada, como rareza rupturista, es glorioso.
lunes, 7 de julio de 2014
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4 comentarios:
una genialidad, y uno a veces cree q tiene buenas ideas.... igual con el estadio de fulbo hizo trampita porq no se refleja en ningun lado, pero es realmente increíble, ¿no ganó ningún premio???
no encontré el video que decís (si alguien se copa a linkearlo, joya) pero acabo de ver las diez páginas de muestra que subió la editorial y flahsée...
Por lo que escribiste, parece que a este comic le cabe la frase "Si esto no es vanguardia, qué lo es?".
Andrés, leíste El color azul es un color cálido? la leí los otros días y me mató. Una elegancia y una ternura narrativa y visual que me encantó.
Saludos!
No, nunca leí El Color Azul es un Color Cálido...
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