el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 6 de mayo de 2010

06/ 05: AYAKO Vol.1


Otra pasión a la que tenía un poco abandonda es el Manga no Kamisama, el siempre sorprendente Osamu Tezuka. Esta vez me toca meterme en una serie de apenas dos tomos, de mi período favorito del Maestro: la década del ´70, cuando Tezuka deja de lado la onda de la aventura infanto-juvenil para meterse en dramas jodidos, crudos, con temas adultos y fuerte compromiso social.
En Ayako (como en MW) no hay buenos, son todos malos. Lo más parecido a un héroe es un pibito de 7 años que cuando cumple 18 se garcha a su hermana de 15. Pero claro, este pibito (Shiro Tenge) es miembro de una familia de poderosos terratenientes que entran en decadencia después de la Segunda Guerra Mundial (este tomo va de 1949 a la guerra de Corea) y en la que uno de sus hermanos le entrega su esposa a su padre a cambio de ser el principal heredero de las tierras familiares. De esta unión entre el veterano Sakuemon y la joven Sue (su nuera) nace Ayako, la menor de los Tenge, a quien le ocultan su filiación.
Paralelamente al drama familiar, y a la vez bastante entrecruzada con este, avanza una trama policial no menos escabrosa: Jiro Tenge, uno de los hijos de Sakuemon, regresa después de haber peleado en la guerra. Y lo hizo de modo tan leal y patriótico, que ahora trabaja como espía para las fuerzas de ocupación estadounidenses. Jiro es una rata abyecta, que no sólo traicionó a su país: tampoco tiene reparos en transformarse en sicario de los militares yankis (lejos, los villanos más malignos en lo que va de la historia) y perpetrar por unos mangos varios asesinatos que buscan desarticular al Partido Progresista, una agrupación de centro-izquierda que combate las medidas económicas que los EEUU le imponen al débil gobierno del Japón ocupado. La familia de Jiro intentará encubrirlo, pero Ayako vio cosas que no conviene que se sepan y la encantadora chiquita de cuatro años terminará pagando un precio demencialmente alto.
Con el correr de las páginas, y siempre seguido de cerca por el Inspector Geta (el único personaje que aparece en otros mangas de Tezuka), el inescrupuloso Jiro Tenge pasará de espía de los yankis a renegado, hasta que logrará cambiar de identidad y convertirse en un próspero empresario, gracias a una red de contrabando que hace fastuosos negocios aprovechando la guerra en Corea. Mientras tanto, en la aldea de los Tenge, el deterioro de la salud de Sakuemon y la sombra cada vez más perversa y retorcida de lo que la “noble” familia le hizo a la pobre Ayako, hacen que el clima sea cada vez más irrespirable.
Acá volvemos a encontrarnos con el Tezuka Maligno, el Turro no Kamisama. Tezuka nos entra con los tapones de punta, sin piedad, y nos empuja a una fosa séptica de corrupción, decadencia, crueldad y lujuria sin límites. Supongo que al final los malos pagarán por sus atrocidades, simplemente porque (como en MW) Tezuka nos muestra TODOS los cabos sueltos que pueden haber quedado luego de cada crimen, y es probable que alguno caiga en manos de la policía y que algún rayito de justicia logre filtrarse por esta espesa red de impunidad. Pero mientras tanto, los perversos militares yankis se afianzan en el gobierno de Japón, el excecrable Jiro Tenge amasa millones con el contrabando y sus hermanos la reman para que el imperio latifundista de la familia no se vaya al descenso junto con su padre, mientras que la pobre Ayako… nah, no te puedo contar qué le hicieron estos hijos de puta a Ayako. Lo tenés que ver vos mismo.
Esta obra data de 1972, y Tezuka la terminó justo antes de empezar Black Jack. El dibujo del Maestro está a ese nivel, o sea, altísimo. Hay experimentos narrativos, climas muy logrados, momentos en los que el dibujo se vuelve absolutamente realista (en los fondos, obvio) y momentos en los que despunta el expresionismo para resaltar la tensión, la lujuria o la violencia. Estamos ante una saga incómoda, áspera, terrible. No tengo idea de cómo puede terminar, pero arrancó muy, muy arriba, con altas dosis de mala leche, incesto, bajada de línea política, muertes escabrosas y un clima electrizante, donde todo se está por ir a la mierda. Fenomenal.

3 comentarios:

Cuestionador dijo...

Suena interesante, esta etapa de Tezuka es muy buena. ¡Gracias por la reseña,Andrés!

Diugas dijo...

Hola Andrés, acabo de descubrir tu blog. Excelente y mucha info!!

Te invito a darte una vuelta por mi blog, donde posteo una viñeta de humor gráfico por semana, de mi autoría: www.azucarnegro.com.ar

Saludos!

Logan San dijo...

¿Esto lo va a publicar Muñoz en nuestro País, no?












FAIL!

jajaja

Abrazo