el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 17 de julio de 2010

17/ 07: SPIDER-MAN AND THE FANTASTIC FOUR: SILVER RAGE


Hasta hace un rato, lo confieso, creía como un boludo que Jeff Parker era el mismo que en los ´90 hacía ese comic de Beavis & Butt-Head magníficamente jodido que editaba Marvel. Eso, sumado a que varios amigos comiqueros me hablaban muy bien de los trabajos actuales de Parker como guionista, me llevaron a leer esta saga. Ahora me doy cuenta de que no, de que el capo que me hacía reir muchísimo con Beavis & Butt-Head era Rick Parker, y que efectivamente, este es mi primer comic de Jeff Parker.
Y la verdad es que me gustó. No es la gloria, no es imprescindible, ni es el antes y después de nada. Pero es una buena historia, con un muy buen ritmo, personajes bien trabajados, un peligro real que genera verdadera tensión (incluso cuando antes de abrir el libro sabés que al final ganan los buenos), una amenaza bien explicada y con matices, como para que no sea una mera machaca de héroes vs. villanos, y algo que en estos días es una virtud cada vez más infrecuente en el comic de superhéroes: Silver Rage dura lo que tiene que durar, se inicia, se desarrolla y se liquida en 90 páginas y está perfecto, hasta ahí daba.
La trama gira en torno del enésimo imperio mega-planetario que se decide a sumar a la Tierra a su lista de mundos colonizados, o sea que se acerca mucho más al tipo de historias que habitualmente se narran en Fantastic Four que a las que suelen involucrar a Spider-Man. Pero el rol de Peter no es menor, ni se lo ve desubicado en el conflicto, porque Parker se las ingenia para que la resolución cobre dos caminos paralelos: uno más de ciencia-ficción, que es donde se lucirá Reed Richards, y uno más de machaca superheroica, donde los resultados llegarán cuando Spidey se integre al grupito de Sue, Ben y Johnny como si hubiesen trabajado juntos toda la vida. Además, la combinación de Ben, Johnny y Peter potencia las instancias de comedia y Parker las aprovecha metiendo muchísimos chistes, algunos buenísimos.
¿Por qué Parker no va a ser nunca un gran guionista de Fantastic Four? Porque no maneja bien a Sue. Sue es el personaje difícil del grupo y sólo los guionistas que la entienden son los que dejan una huella importante en la serie. ¿Por qué Parker tiene todo para ser un gran guionista de Spider-Man? Porque maneja bien a Peter Parker, y sólo los guionistas capaces de escrbir un buen Peter pueden escribir un gran Spider-Man. Los otros personajes destacados de la saga provienen de la mitología del cuarteto (y no, no me refiero a la Mona Jiménez): los Knights de Wundagore, el Dr. Doom y el Impossible Man. Y es con este último con quien mejor se lleva Parker, al punto que redefine y le da un poco más de sentido a la raza Poppupiana, que hasta ahora siempre había sido una especie de chiste que era más gracioso si nadie lo explicaba.
Por el lado del dibujo, tenemos a un grosso que ya no está: el inolvidable Mike Wieringo, autor junto a Mark Waid de muchos números alucinantes de Flash y de una etapa de Fantastic Four a la que los fans veneran, y que yo todavía no empecé a leer. Wieringo dibuja un Spider-Man perfecto, un Dr. Doom espectacular, un Impossible Man brillante y al mejor Thing de todos los tiempos (bue, parejo con los de John Byrne y Carlos Pacheco, así somos más justos). No sé a quién se le ocurrió ponerle como entintadores a Wade Von Grawbadger y Andy Lanning, porque son tipos con estilos muy distintos, que van para un lado distinto al que proponía el querido “Ringo”. Pero cuando abajo hay un dibujo con tanta onda, tanta potencia y tan bien desplegado a lo largo y a lo ancho de la página, el resultado final sigue siendo más que satisfactorio.
Como en las buenas historias del universo de Star Trek, acá tenemos ese raro híbrido al que podemos llamar “pochoclo para nerds”: un dilema moral, un conflicto de escala cósmica que no se soluciona a trompadas (aunque hay muchas) y una resolución en la que el nerd de la física (Reed) y el nerd de la biología (Peter) se complementan para salvar no a una sino a tres civilizaciones. Interesante, divertido y muy, muy bien dibujado por un titán al que vale la pena homenajear hoy y siempre.

4 comentarios:

Eloy Santillán dijo...

vamos que llegamos a mediado de julio, ya esta hecho medio trabajo!

Andres Accorsi dijo...

Ya pasamos, Eloy...
Faltan menos de 170 reseñas...

Julio dijo...

Como lamento la desaparicion de Wieringo, sueño con una Legion de SH dibujada por él.

Estaba dudando con este librito, me convenciste

Patricio dijo...

Mira Andrés , te mando este post porque hay algo en èl que me hizo click Sue Richards. Tu dices que el que no maneje bien a la Mujer Invisible no puede hacerse cargo de la colecciìn, en mi opiniòn no es tan asìveamos porque:
1) En la etepa Lee- Kirby Hasta el 115 mas menos Sue era un adorno, no tenìa mayor desarrollo como personaje, al punto de ser reemplazada por Crystal allà por el 79 ( mas o menos durante varios nùmeros), ella era mas vivaz, testaruda y poderosa que la Invisible Girl, sino se quedò en el grupo supongo que fuè porque en aquel entonces la gente de Marvel no se atrevio a casarla con Johny Storm, lo cual lamento hasta hoy pues era a mi juicio su pareja defintiva.

2) Medusa y Thundra reemplazaron a Sue durante los 70.

3) John Byrne fué el que le diò un status decente a Invisble Girl, que paso a ser Invisible Woman.

4) Pero de entrada la reemplazo Steve Englehart con Crystal y Ms Marvel. Para terminar no hace mucho Storm la remmplazó.

5)Mas alla de estos datos el personaje nunca me ha gustado , lo detesto, cualquiera de sus reeemplazantes lo haría mejor, Sue , es aburrida, no me mueve ni un pelo, no le encuentro atractivo, no es el ancla emocional del grupo , como lo ha sido el Profesor X muchas veces, es sustituible. Los continuos cambios o rotación por otros perosnajes, a mi juicio demuestran que Sue, no es muy querida por el fandom en general yo creo que tuvo la suerte de participar en historias claves como los 100 primeros números de FF, por eso se vuelve a la formación original,si de mi dependiera la borró del grupo para siempre.