lunes, 27 de septiembre de 2010
27/ 09: NIKO Y MIKO
Además de Torni Yo, la nueva colección Toing!, dedicada a la historieta infantil, salió al ruedo con Niko & Miko, una verdadera joya creada por J.J. Rovella.
Niko & Miko nos propone una lectura atípica: 44 páginas sin textos. Todo lo que sucede (que es mucho) se nos explica a través de los dibujos. Y no son chistes breves y/o limados, al estilo de lo que hace Rovella en Dante Elefante: acá hay una historia bastante compleja y ambiciosa, una verdadera novela gráfica apuntada a los más chicos, pero que no le falta el respeto en lo más mínimo a los grandes. Leída por un adulto, la aventura de este cosmonauta y su mono (como Buzz & Bell, de Sergio Aragonés) no resulta ni tan ambiciosa ni tan compleja, pero sí muy entretenida. Y el final nos puede parecer un tanto simplista, pero por lo menos no termina con que todo era un sueño, o algo así. De todos modos, no está traído de los pelos, ni mucho menos. Es muy notable cómo Rovella siembra a lo largo de 44 páginas como un novelista lo hace en 200 ó 300. Cada elemento que tendrá algún peso en la trama se presenta mucho antes de que eso suceda, de modo que todo cierra y tiene sentido, aunque el ingenio del autor hace que no veas venir cómo y por dónde van a reaparecer esos elementos.
Para narrar toda la historia sin palabras, Rovella despliega una increíble gama de recursos narrativos y ninguno falla ni tropeza. Todo está clarísimo y se lee de un tirón, porque además resulta muy atractivo. La secuencia de flashback, donde se nos explica el origen de la enemistad entre las razas cúbica y esférica es el punto más alto de este despliegue de ingenio. La idea de dibujarla en blanco y negro era casi obvia, pero además Rovella cambia el estilo y la dibuja con la estética de los años ´30, con reminiscencias a los primeros cortos de Disney, o las primeras historietas de Patoruzú. Maravilloso recurso, muy bien ejecutado.
Para el resto del libro, Rovella opta por su estilo “infantil”, más sintético, redondeado y limpito que su estilo “adulto”. Esto está a mitad de camino entre Dante Elefante (que es el trabajo más limpio y más cartoon de Rovella) y Ferreópolis, donde todavía había demasiada información en cada viñeta y demasiado laburo en los fondos, por tratarse de un comic para chicos. En Niko & Miko la información es la justa, la indispensable y además está condimentada con muchos más chistes que Ferreópolis.
Y bueno, sorpresas te da la vida. J.J. Rovella, un dibujante que cuando apareció en el under de los ´90 con sus historias sórdidas y realistas pintaba para ser el próximo Horacio Altuna, pegó un viraje alucinante y se convirtió en uno de los referentes fundamentales de la historieta infantil. Felices los niños, diría un cura pedófilo…
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