domingo, 3 de octubre de 2010
03/ 10: BULLET POINTS
Bienvenidos a otra versión alternativa del Universo Marvel. Esta vez, J.M. Straczynski y Tommy Lee Edwards nos proponen explorar cómo un par de balazos bien pegados cambian la historia de un montón de amigos y conocidos. De entrada, en la segunda escena, muere el científico que le iba a inyectar el suero del super-soldado a Steve Rogers, con lo cual nunca llega a convertirse en el Capitán América. Pero también muere un joven soldado que lo custodiaba, Benjamin Parker, quien no estará ahí para criar junto a su amada May a Peter, el hijo de su hermano, que sin la guía del Tío Ben se convertirá en un joven irresponsable y conflictivo.
Pero este Universo Marvel trastocado les reserva roles fundamentales tanto a Steve Rogers como a Peter Parker, un poquito distintos de los habituales. Rogers será el soldado que lleve a los EEUU a ganar la Segunda Guerra Mundial, pero con la ayuda de una armadura de hierro. Y Parker salvará a la Tierra al hacerle el aguante a Galactus, luego de que la radiación gamma lo pinte de verde. El tercer protagonista de la historia es Reed Richards quien, tras laburar muchos años como encargado de tunear y reparar la armadura de Rogers, consigue la banca y el prestigio para que las fuerzas armadas le financien su cohete y su exploración de los rayos cósmicos. El despegue será saboteado, sus tres amigos morirán y él quedará tuerto, y al frente de SHIELD! Reed le dará a la central de espionaje un perfil más científico, y así conectará con algunos personajes que cumplirán roles menores, como Tony Stark, Bruce Banner (que en un increíble juego de inversión de roles se convertirá en un Spider-Man más dark y amenazante), Stephen Strange (¿No podés operar porque se te estropearon las manos? No te calentés, te las recubrimos con adamantium y te damos unas garritas, así no extrañás a tus viejos escalpelos) y Bucky Barnes.
Con esta alegre y reformulada muchachada, la historia avanza hasta llegar a la machaca final contra Galactus. Y va a buen ritmo, sin frutear ni colgarse en detalles irrelevantes. Por ahí el segundo episodio (de cinco) aporta poco, o se podría haber abreviado, pero en general la consigna sostiene sobradamente la extensión de la obra. De hecho, te deja con ganas de ver más, sobre todo al Spider-Banner y al Strange-Wolverine, a los que no vemos casi en acción. El final es potente, grandilocuente y también muy emotivo y –como no podía ser de otro modo- le da infinita chapa al Silver Surfer que es el de siempre, pero esta vez cambian los motivos por los que se le da vuelta a la patronal.
Guarda, esto no es una obra maestra, ni una lectura imprescindible. No llega al nivel de Marvel: 1985, tampoco. Pero es una muy linda jodita para los fans de la Marvel clásica, orquestada por un Straczynski afilado, que demuestra con suficiencia cómo entiende y se sabe de memoria los mecanismos que hacen funcionar hace casi 50 años a las creaciones de Stan Lee y sus amigos. Como siempre, los personajes de Straczynski son mucho más humanos que el superhéroe promedio y el prócer escribe escenas de relaciones humanas a un nivel magistral, o sea que a eso también le saca mucho jugo. En los diálogos entre el Iron-Rogers y el Reed-Fury hay picos realmente altos. Y por supuesto (y porque tiene huevos) el guionista aprovecha que esto no es canónico para darle finales definitivos y muy grossos a varios de los personajes centrales.
Por el lado del dibujo, Tommy Lee Edwards está un poquito más relajado que en aquella consagratoria Marvel: 1985. Se nota que ya domina más la técnica, que todo le sale más rápido y más fácil, y si bien el resultado no deja de ser prodigioso, a los que ya leímos 1985 nos impacta mucho menos, porque no hay nada que no hayamos visto ya en la obra anterior del ídolo. Lo más destacable es su paleta de colores, su gran poder de observación en materia de lenguaje corporal y su forma tan personal y tan fluída de integrar las referencias fotográficas a la estética de su dibujo. Edwards está en un momento increíble y me parece excelente que lo sigan convocando para rarezas como esta y no para los mega-crossovers pochocleros pasados de rosca.
Si sos fan de los Elseworlds y los What If…, o de Straczynski , o de Tommy Lee (no, ¿qué batero de Mötley Crue? Tommy Lee Edwards!), no tengo dudas de que Bullet Points va a dar en el blanco.
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5 comentarios:
Se ve realmente buena, yo está la había dejado pasar porque me recordaba a los números Amalgam, que me parecieron horrorosos, especificámente al que mezclaba a Capitán América con Superman, no se me daba esa sensación
Che Andres, precio del producto...
14 dólares, Anónimo. Por lo menos el softco; no sé si habrá edición en hardco pero supongo que sí, porque Marvel está sacando hardcos de cualquier cosa.
La verdad es que los primeros nros de esta mini pintaban bastante bien, pero al final derrapa muuuuuuucho. No me gusto nada. El arte: impecable
Pero 1985 no es posterior a este laburo?
Y, arranca muy bien, pero se pudre con la aparición forzada y totalmente incoherente con lo que se viene contando de todos los super héroes, clara intervención editorial. Porque a JMS no le suelen pasar esos pifies.
Igual el principio y el final valen.
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