lunes, 11 de octubre de 2010
11/ 10: EL INFANTE DANTE ELEFANTE
Bueno, hoy sí: diversión, risas y buena onda garantizadas. Como decíamos la vez pasada, J.J. Rovella, que allá por sus años de militancia en el under pintaba para autor realista, sombrío y sórdido, encontró su mejor nivel cuando agarró para el otro lado y hoy es un referente fundamental de la historieta infantil en nuestro país.
Aunque claro, a nuestro país todo llega un poquito tarde. Las historietas que integran este libro (y el que editó Domus hace unos años) fueron hechas para el semanario Spirou (sí, ese que se edita en Bélgica hace más de 70 años) y los chicos de la europa francófona conocieron a Dante como Jean l´Elephant. Con el idioma nunca tuvieron problema porque, como Niko & Miko, Dante Elefante se abstiene por completo de usar palabras. Todos los chistes, tiras e historietas son mudos, o en realidad, están escritos en un lenguaje visual: el del comic, un lenguaje que Rovella maneja con un ingenio y un talento difíciles de explicar.
Entre los múltiples recursos con los que cuenta Rovella para hacernos reir (slapstick, absurdo, humor negro tranqui, etc.) los mejores son siempre los que tienen que ver con los globitos (aunque no haya palabras, los globitos están y tienen mucho peso), con las viñetas y con la secuencia en sí. Hay que tenerla muuuuy clara para joder con eso sin desorientar al lector (y más si pensamos que esto lo leen chicos, todavía no tan curtidos en el arte de decodificar el lenguaje icónico de la historieta) pero a Rovella le salen todas: caños, taquitos en el área, sombreritos… Y eso –me parece a mí- debe ser lo que hace que a los grandes también nos fascine Dante Elefante.
Eso, y el hecho de que es una tira sin límites, pensada para que pueda suceder cualquier cosa. Dante a veces parece un humano con aspecto de elefante (y sus amigos lo mismo, pero con tortugas o canarios) y otras no, otras está definido por su gran tamaño, su trompa y esas cosas inherentes al elefante. De ese juego ambiguo, Rovella también saca momentos espectaculares: en una tira Olegario Canario trabaja de mozo en un restaurant y cuando se acaba el pollo lo cocinan a él, por ejemplo. Y así un montón. No hay prácticamente situaciones en las que Dante no pueda aparecer: a lo largo de las 92 páginas de historietas que nos ofrece este libro lo vemos como astronauta, zombie, egipcio, estrella de cartoons de los años ´30, rey, soldado, alpinista… Todo vale para hacernos reir.
No quiero entrar en detalles ni contar los chistes (además no tengo la gracia que tienen los dibujos de Rovella), pero sí quiero subrayar que esto que parece historieta infantil, básica y sencillita, tiene atrás un laburo monumental, no sólo de dibujo (que es excelente), sino de ideas: de buscar una y mil vueltas de tuerca graciosas y de animarse a romper la barrera del lenguaje para que este sea un elemento más a la hora de la joda. Lo que hace Rovella da para un análisis sesudo y detallado (para una ponencia, dirían mis amigos académicos) porque hay sustancia, hay experimentación y hay mucho más manejo de la iconografía del comic que en casi cualquier comic apuntado al público adulto. Si todavía no descubriste a este animalito (a Rovella, no a Dante), entrale de una a este libro. Hasta lo podés comprar, leerlo, cagarte de risa un rato y después regalárselo a un niño y quedar como un duque, todo por el mismo precio.
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6 comentarios:
¿Trae las mismas que el libro de Domus, o es todo nuevo?
Todo distinto a lo que editó Domus.
Vaya, me diste curiosidad con esto, y eso que odio la historieta para niños, bah, en realidad odio a los niños, la cuestion es que baje la de domus y me parecio MUY, MUY bueno, no me lo espera de ese nivel ni a palos, este me lo voy a comprar y voy aver si rastreo el otra tambien, de verdad.
Mi querido colega y Amigo Javier siempre sorprendiendo , es un tipo con Humor natural , un Pequeño Gigante del comic y la animación . Pequeño en talla física , Gigante en talento . Bien por Javier , un Gran tipo .
y algo que yo agregaría, andrés, es que además de todas las virtudes que enumerás, Rovella maneja a la perfección el humor negro. y meter humor negro en una historieta para chicos y que te salga así de bien, no cualquiera lo logra.
acá tenemos otro personaje que se perfila como clásico.
Una maravilla sin duda. Y bastante compleja, como decís, pero no por eso menos disfrutable. Abrazo! Colo
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