el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 23 de noviembre de 2010

23/ 11: BATMAN: STRANGE APPARITIONS


En 1977, cuando Batman estaba en uno de los peores momentos de su carrera a nivel creativo, el legendario coordinador Julius Schwartz hace uno de sus clásicos pases mágicos y de la noche a la mañana la revista Detective Comics se convierte en escenario de algunas de las historietas más notables de la década, no sólo en lo que respecta a Batman, sino al género superheroico en general.
De las filas de la mucho más próspera Marvel, llega un ídolo setentoso: el guionista Steve Englehart. Era un pase promisorio pero efímero: Englehart aclaraba desde el vamos que su intención era irse a vivir a España y abandonar su carrera en los comics un año después de pasar a DC. Y en un año hizo mucho más que otros en cinco o diez. No hace falta ser un genio para deducir que Englehart se propuso “marvelizar” al Señor de la Noche. De pronto aparecen conflictos psicológicos (Batman se empieza a cuestionar por qué hace lo que hace, las consecuencias, los costos que paga, cómo se desdibuja la personalidad de Bruce Wayne al convertirla en “la máscara bajo la que se oculta Batman de día”, etc.), aparece un villano de base “real” (Rupert Thorne, capo de la corrupción política enquistada en lo más alto de la municipalidad de Gotham), cobra importancia la continuidad (se mencionan hechos de números anteriores y hasta sucesos que Batman vive en las páginas de World´s Finest y Justice League of America!) y aparecen dos sub-plots fuertes, gancheros.
Uno es el romance entre Bruce y Silver St.Cloud, una hermosa chica que descubre su identidad secreta y luego lo abandona. Acá vemos a una mina que realmente le mueve el piso a un Bruce que llega a plantearse si le interesa más ir a pelear con el Penguin que quedarse en casa garchando con Silver. Wow! Y el otro sub-plot tiene que ver con Hugo Strange, que también descubre la verdadera identidad de Batman y se lleva el secreto a la tumba, cuando Thorne lo manda a boletear. Pero el fantasma de Strange volverá varias veces a atormentar al autor intelectual de este asesinato que Batman y la cana jamás resuelven.
Y como en los comics de Marvel de los ´70, estos atractivos desarrollos se ven interrumpidos por las reglamentarias peleas contra el villano de turno, que son apenas entretenidas. Los dos numeritos con el Joker son sin duda los más atractivos, pero la aventura contra el Penguin es del montón y la de Deadshot es apenas una excusa para traer de vuelta (con chapa) a un personaje justamente olvidado. Los dos primeros números de Englehart presentan al Dr. Phosphorus (en una saguita vibrante, pero no muy trascendente) y lo distinto, lo impactante, es la historia contra Hugo Strange en la que este desenmascara a Batman y se propone vender su secreto más jodido. Con menos desarrollo de sub-plots y más power en el conflicto contra el villano, los dos números que cierran este libro, escritos por Len Wein, son una magnífica carta de presentación para Clayface III y sientan las bases de aquella inolvidable cátedra de Alan Moore en el Annual 11.
Los dos primeros números están dibujados por Walt Simonson en crack, apurado, casi desprolijo, pero con una narrativa potente y osada. Y después Englehart forma equipo con un Marshall Rogers inspirado, que acá dibuja con pasión, talento y originalidad de altísimo vuelo. Nunca más veríamos a Rogers dibujar al nivel que pela acá (y en sus numeritos de Mister Miracle, también de esta época). Rogers se complementa perfecto con las tintas del gran Terry Austin (que mete unas tramas mecánicas alucinantes), experimenta con la puesta en página, se juega en secuencias ajustadísimas, splash pages grandilocuentes y memorables… y además pela efectos que los otros artistas no se animaban a pelar, porque él mismo coloreaba las historietas! Entonces, sabía que no iba a venir cualquier verdulero a estropeárselas! Muy grosso.
Por ahí, leído hoy, esto no le cambia la vida a nadie. Pero hace más de 30 años, cuando los comics de Batman eran bochornosamente pedorros y reiterativos, lo de Englehart y Rogers en Detective fue un oasis, una etapa breve pero muy influyente, que demostró que había otro enfoque posible para los héroes clásicos de DC que habían quedado anquilosados, desfasados y relegados después de aquellos efímeros coqueteos con la madurez y la relevancia de principios de los ´70.

4 comentarios:

Patricio dijo...

Esta reseña la estaba esperando hace tiempo. Excelente la reseña y este período Englehart-Rogers, es magnífico. Coincido contigo en que lo mas logrado de la saga es el enfrentamiento con Hugo Strange y pienso que la Saga prey le debe bastante a estos números. Lo que he leído de Hugo después no llega a ese nivel , a lo mejor era un personaje para un puñado de historias que se yo. Ah y los aepisodios del Joker a mi me parecen geniales , están en todas las antologías y desarrollan magistralmente la locura del Joker, pocos episodios llegan a este nivel, para mi este Joker es mejor que el Dark Knight y está igualado con The Killing Joke( a lo mejor uno le gana al otro por nariz).

Diegol dijo...

Estos comics para mi son muy buenos, sobre todo los del Joker donde empieza a transformarse en el para mi gusto mejor villano del mundo del comic.
Englehart en pocos números dejo su huella para siempre en la historia de Batman.
Lastima que no las pude conseguir en color, solo tengo estas historias en el coleccionable clásicos DC de Batman, que es en blanco y negro.
Saludos.
http://www.batmanelcaballero.blogspot.com/

Andres Accorsi dijo...

En inglés se consiguen fácilmente a color.
Y en castellano las publicaron a color Novaro (en los ´70) y Zinco (en los ´80). Pero no deben ser fáciles de encontrar...

marc dijo...

que buenas historias.... leer este batman es tan refrescante.. no digo que no me guste el batman torturado post crisis, pero tambien es bueno encontrarse con un batman igual de obsesivo, pero mas abierto con sus ayudantes (alfred, robin, batwoman, etc,...), un poco menos cerrado.