Ufff... pasan dos semanas sin leer un comic de Vertigo y ya se me anquilosa el cerebro. Necesitaba esta dosis de historieta inteligente, compleja, punzante, incómoda y a la vez maravillosa y desbordante de fascinación. El tomo anterior por ahí fue más raro que bueno. Este es definitivamente brillante.
Tengo una sóla cosa desfavorable para decir: el recopilatorio trae seis episodios y todos están integrados al tronco de la serie. No hay un unitario descolguetti, como esos del conejo que estaban tan buenos. La verdad, me hubiese gustado que Mike Carey retomara esa punta, porque me intriga muchísimo saber cómo se va a integrar eso a la trama principal de The Unwritten. Además, en esos unitarios la serie pela dibujantes invitados muy interesantes, con mucha más onda que el dibujante titular, Peter Gross, que a mí me resulta apenas tolerable. Acá me tuve que fumar todo un tomo de Gross, o sea, todo un tomo sin un mínimo intento de lucimiento por parte de un tipo que tiene un techo muy bajito, que se limita a cumplir con lo justo. Por suerte hay muchos flashbacks a la década del ´30 y en esos pasajes aparece Vince Locke (quien ya metiera mano en varias secuencias del tomo anterior), a terminar con su estilo los bocetos de Gross. Obviamente, Locke levanta mucho los dibujos, le gana por goleada a la chatura del dibujante y logra páginas que desentonan menos con la altísima calidad de los guiones de Carey. Y por suerte están esas portadas zarpadas de Yuko Shimizu, demasiado buenas para ser reales.
Pero vamos a la historia. En el primer tramo, Tommy y sus amigos deben frenar una de las movidas más osadas del Cabal: una subasta de todas las pertenencias de Wilson Taylor, el papá de Tommy. Es un arquito corto, con algo de acción y bastante runfla, pero sobre todo muy jugado a la caracterización y a explicar o pasar en limpio algunas cosas de las que pasaron en los tomos anteriores.
Acto seguido se desencadena una saguita más extensa (cuatro episodios), que se llama On To Genesis, igual que el TPB. Esto arranca casi como un delirio: Wilson Taylor viaja de algún modo misterioso a una fecha anterior a la de su nacimiento, a mediados de los años ´30, adopta una identidad falsa y entabla una relación muy intensa (y muy bien orquestada) con una minita quien resulta ser la guionista y dibujante de The Tinker, un personaje de comics que preanuncia por algunos meses a Superman. Lo más raro de todo esto es que Wilson hace todo esto... confabulado con el Sr. Pullman, la cara más visible (y más violenta) del cónclave de villanos al que se viene enfrentando Tommy desde el inicio de la serie. ¿Qué está pasando acá?
De todo. Posta, son cuatro episodios complejísimos, en los que pasa de todo. En el presente, sin ir más lejos, el Cabal hace boleta a toda la gente que alguna vez conoció a Wilson o a Tommy: agente literario, novias, servidumbre, la amante de Wilson... no quedó ni el loro. En el pasado, vemos la génesis de un “hermano mayor” de Tommy (hoy ya anciano) que también se parece demasiado a un personaje de ficción. Por supuesto, todo el tramo de los años ´30 recupera el tono de las novelas hard boiled de la época, y a la vez se mete (dialoga, diría mi amigo Federico Reggiani) con The Adventures of Cavalier and Clay, la gran novela de Michael Chabon ambientada en los albores de la industria del comic de superhéroes.
Y claro, Carey no se pierde la oportunidad de bajar línea acerca de lo que yo llamo “El Pecado Original” (ver post del 4 de Febrero). Los malos se quedan con los derechos sobre este primer proto-superhéroe y declaman “Ya no se trata de los escritores. Ahora el medio es el mensaje. Ahora el plan es olvidarse de los autores y controlar el producto. Estas historias son como bombas. Bueno, si el copyright es nuestro bien pueden ser Nestum. Alcanza con chuparles la esencia a los peligrosos y mantener todo prolijito y seguro. Y si el guionista se queja, rajarlo y conseguir a algún otro pelandrún para que siga adelante”. Creo que nunca vi un comic acerca de los orígenes de la (mal llamada) Golden Age tan lúcido, tan agudo y además con tantas agallas, porque esto lo editó DC, la pionera en el arte de estafar a los pobres giles que allá por los años ´30 y ´40 crearon a la gallina de los huevos de oro.
En fin, una saga de The Unwritten absolutamente memorable y repleta de puntas que seguramente Carey seguirá explorando en los tomos futuros. Lo dije mil veces y lo repito: esta es una serie de lectura imprescindible para cualquier fan de la literatura y del comic de alto vuelo. Que no se corte. Nunca.
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5 comentarios:
Me podes creer que no me habia dado cuenta de la critica esa a la golden age???.Eso me pasa por bajarmelo de un saque. Muy buena la critica y muy acertada.
Yo empecé a leer Vértigo este año, a través de Unwritten, y tal como el amigo Redskull, esa bajada de línea se me paso de largo a mi también.
De hecho me pareció un volumen muy interesante, pero capas menos fundamental en lo que es la historia de The Unwritten, a mí 'Leviathan' me pareció mucho más fiel a la esencia original de este comic dado que te muestran el origen de la causa sobrenatural que genera los poderes de Tommy y sus enemigos.
Pero bueno, solo una opinión! Respecto a la continuidad, tengo entendido que en estados unidos van por el número 42, y dado que 'On to Genesis' recopila hasta el 30, tendremos lectura para rato.
Adhiero muchísimo a las portadas de Yuko Shimizu, impresionantes.
No sé si sabias Andrés, pero tambien anunciaron el final de Sweet Tooth, terminaría en el issue 40 con 6 o 7 Tpbs.
Sí, claro. Espero ansioso el final de Sweety Tooth. Me encanta la serie, pero también me ceba mucho la idea de que Jeff Lemire la esté llevando hacia un final concreto y próximo.
Dos preguntas Andrés: ¿Se consigue en castellano? ¿Esta editado acá, en Argentina, por casualidad?
No, en Argentina no se edita nada de Vertigo. En España sí, hay varios tomos editados, supongo que algunos por Planeta y otros por ECC.
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