el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 8 de febrero de 2010

08/ 02: TRANSMETROPOLITAN Vol.1


Para festejar que Vertigo empezó a reeditar todo Transmetropolitan en 10 hermosos tomitos, no se me ocurrió mejor idea que vender mis revistas (tenía todos los numeritos hasta el 41, ó 42, no me acuerdo) y abalanzarme sobre los libros. Este tipo de reencuentros hay que festejarlos y hoy, 13 años después de haber descubierto a Transmet cuando iba por el n°5, me vuelvo a cebar como el primer día con Spider Jerusalem y su forzado regreso a la Ciudad.
Y para los que creen que en este blog se repiten mucho los autores (Tezuka, Víctor Santos, Brian Wood), fíjense cómo también se repiten los temas. En la reseña de DMZ salió el tema de los medios de comunicación y cómo, en las manos incorrectas, sirven para deformar la realidad y –a la larga- cagarle la vida a la gente. Acá una vez más el periodismo, el oficio de mostrar lo que pasa, ocupa la primera plana. Spider Jerusalem representa el extremo opuesto al de los jefes de Matty Roth: él es el kamikaze de la verdad, el talibán de la verdad, el cebado de mierda que no tiene ningún reparo en ofender ni humillar a nadie con tal de propagar la verdad. La serie nos va a contar lo caro que sale jugarse la vida por la verdad y lo loco que hay que estar para abrazarla con la vehemencia con la que la abraza Spider. Pero además nos va a revelar muchísimo más sobre el periodismo y su relación con la vida y la sociedad.
Para hacerlo más interesante, el guionista (un tal Warren Ellis, supongo que les suena ;) ambienta la saga en una ciudad del futuro, que (como la que nos mostraba Altuna en Ficcionario) no es mucho más que una caricatura apenas exagerada de cualquier gran metrópolis del 2010. La Ciudad es, sin duda, protagonista de Transmetropolitan desde el primer número. Pero claro, la serie no se hizo famosa por la ciudad, sino por el personaje central, el glorioso Spider Jerusalem. Con Spider, Ellis lleva al límite el truco del protagonista jodido. Acá tenemos a un “héroe” ególatra, despótico, drogón, kilombero, violento, mal hablado, mentiroso, vengativo… un tipo repulsivo, al que sólo redimen su compromiso con su profesión y su enorme talento a la hora de filtrar la realidad y convertirla en artículos periodísticos. Imposible no amarlo, sobre todo los que laburamos en este rubro.
Este primer tomo incluye el arco incial (el de los Transients) y los tres unitarios que le siguen (el del presidente, el de la tele y el de las religiones), que son tres joyas a las que Ellis eventualmente va a superar, pero no de taquito, porque realmente dejan el listón muy, muy arriba. Este es el primer laburo del guionista que se aleja del género de los superhéroes y logra una cierta repercusión (al principio bastante escasa, pero después arrolladora), con lo cual acá se desata y derrama (o en realidad, eyacula) hectolitros de mala leche en un tsunami de furia contenida, puteadas e inmundicias. El Ellis desencadenado no es para todo el mundo, pero si te la bancás, está más bueno que comerse una milanga con Coca-Cola y música de InXS.
Para dibujar este hipnótico y desmesurado mundo futurista-decadente (falta Ranxerox, nomás), Ellis eligió a otro inglés con demasiados superhéroes a sus espaldas, que se merecía la chance de dibujar algo más personal: Darick Robertson. Robertson no es un genio ni mucho menos (está a años luz de Frank Quitely, dentro de un estilo con algunas similitudes), y el jueguito de cambiar de entintadores en casi todos los episodios tampoco lo ayuda. Pero se la banca. Y cuando el guión vira hacia el grotesco (o sea, varias veces por capítulo), la rompe. No le pidas que dibuje minas lindas, porque es más al pedo que pedirle a un intendente peronista que no afane. No le salen las minas lindas. Pero dibuja excelentes vómitos y la mejor gata de tres ojos y dos bocas que vas a ver en tu vida.
Como Spider, volveremos pronto a la Ciudad, a vivir nuevas peripecias.

6 comentarios:

Joe dijo...

tengo un doble sentimiento con este comic, es un panfleto eso seguro y por ese lado me gusta mucho, por el otro, la catarsis del Ellis a veces me parece exagerada, entiendo tambien la epoca en que salio y es, como quien dice, mas que oportuno (y no oportunista), el dibujo si no me gusta del todo, pero creo que los personajes fueron los que me ayduaron a seguir leyendola hasta el final (el cual no me gusto del todo).

Saludos!

jlg

oenlao dijo...

De este lei 2 capitulos O episodios o revistitas..

Hay mas de un periodista( y otros oficios) que quieren que los demas crean que son unos hijos de puta.

Me parecio una gran exageracion.. no me gusto.

Los protagonistas muy heroicos aburren, el antiheroe ya tambien cansa, pero los reventados tambien..

el_bru dijo...

yo compré transmet desde el principio. hasta me gustaba el hecho de que a veces tenía que parar de leer para buscar alguna puteada en internet porque no la entendía. leído una segunda vez me impactó la potencialidad del relato de ser reinterpretado al cambiar de contexto y eso es algo que no se logra todos los días.
después de leer transmet leí fell, que es otro hijo de puta. y después me envicié mal con house. me gustan ese tipo de personajes.

Anónimo dijo...

Lei Transmet desde el # 1 y hasta el final. Spider es tan grosso que es ya un ser vivo. Un Ellis del mejor. Se los extraña a ambos.
Lea The Lost Avenger

Loris Z. dijo...

Este es el comic que me marcó. O sea, hay un antes y un despues en mi vida despues de leer el primer numero de Transmet (yo empece en el 4)

Ojo, yo creo que Robertson es inigualable en su labor. Estoy completamente seguro que nadie podria dibujar las expresiones de Spider cuando se saca tan bien como el.

Ahora que lo pienso, puta madre, hace trece años que este comic me acompaña. Te acordas cuando iba por la primera veintena de numeros y hablabamos de el cuando me invitaron a la Mesa Redonda? Good times.

Andres Accorsi dijo...

Sí, habremos comentado el número siete, o el ocho a lo sumo...
1998, volvé, te perdonamos!