miércoles, 27 de octubre de 2010
27/ 10: HISTORIAS DEL BAR Vol.1
Si alguna vez te preguntaste de dónde sacaron tanta chapa Carlos Sampayo y José Muñoz, por qué se los cita siempre entre los mejores artistas que tiene este medio y por qué su influencia atraviesa como una lanza endemoniada la obra de centenares de autores de todo el mundo, este libro ofrece un montón de respuestas a esas preguntas. Son cinco historias, todas realizadas en aquel período mítico de la historieta para adultos, el que arranca en la segunda mitad de los ´70 y llega hasta la primera mitad de los ´80. Es la época en la que todo es nuevo, en la que cuaja la amalgama y aquello que a fines de los ´60 era medio experimental, volátil, caótico y en un punto producto de una moda, pasa a ser algo serio, real, palpable, sustentable (un tiempito) y con un impulso hacia adelante que parecía irrefrenable.
En ese contexto, la dupla Muñoz-Sampayo se juega una carta brava: desplazar del foco a Alack Sinner y contar historias de gente común en la que los elementos detectivescos o policiales no fueran el hilo conductor de las tramas. Así aparece un subgénero poco explorado hasta ese entonces en Occidente, un ancestro del slice of life al que podríamos llamar “drama urbano” y que se parece bastante a lo que en la misma época (e incluso un cachito antes) hacía en Japón el sensei Yoshihiro Tatsumi.
Los cinco guiones de Sampayo son realmente excelentes. En el primero, un chico latinoamericano que en su país era arquitecto y en New York trabaja de lavacopas se hunde en el pantano de la desesperación y la violencia luego del encuentro fortuito con una mujer que lo acosa, lo enloquece y lo humilla. El segundo nos muestra la sincera y profunda amistad que entablan dos hombres solitarios, cincuentones y de buena posición, y tiene un final absolutamente shockeante y perturbador. En la tercera tenemos de protagonista a otro perdedor, Moses Man, un muchacho judío que pasó de chico pobre a multimillonario campeón mundial de boxeo y, tras su estruendosa caída, tiene la chance de ganarse unos mangos si acepta la propuesta de una especie de Martín Karadagián que le ofrece armar una lucha medio farsesca. La cuarta historia gira en torno a otro amor obsesivo y condenado a la desventura, entre una fotógrafa blanca y un médico negro, y también tiene un final imprevisible e impactante. Además hay cameos de los protagonistas de las tres historias anteriores (truquito luego repetido en muuuchas obras posteriores) y es la única en la que no muere nadie. Y la quinta nos cuenta otra historia de amor desesperado, entre dos chicos hijos de comerciantes judíos, que degenera en un grotesco de tremenda crueldad.
El bar en sí es importante sólo en la primera historia y después es apenas un punto de referencia por el cual los personajes pasan, como pasás por cualquier otro lado. El verdadero protagonismo se lo lleva la ciudad, o en realidad las miserias y angustias de la vida en la ciudad. Sampayo se juega a desgarrarte el alma con sus losers deshauciados y sus historias de desamor y la ciudad le brinda el marco ideal y le guiña un ojo cómplice.
El dibujo de Muñoz pega un salto importante entre el primer y el segundo episodio y ahí ya salta en el famoso trampolín al carajo. Acá están todas esas cosas que definen el estilo del genio del claroscuro: las lagunas de tinta negra, las arrugas que parecen tajos, las multitudes caóticas que hablan en varios idiomas distintos, los gotones de transpiración, las secuencias oníricas pasadas de rosca, el expresionismo en carne viva.
Hubo un tiempo que fue hermoso en el que esto no era clásico, era vanguardia, era un camino nuevo. Un camino al que Muñoz y Sampayo volvieron, laburaron (a tal punto que la serie de Sinner viró hacia la estética y la temática de estas historias) y terminaron por convertir en una autopista a la que después se subió cualquiera. Si te tenés que comprar un sólo libro de la dupla (fuera de la saga de Sinner, que es TODA imprescindible), jugate por este, de una.
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4 comentarios:
Ya lo pregunte cuando hiciste la reseña de "EL libro"
Porque no editan esto acaaaaaaaaaaaaa, hijos de putaaaa!!!
Varias de las historietas de este libro se editaron acá en la revista SuperHumor, pero estamos hablando de 1980-81, por ahí.
Hoy no hay quien se juegue por Muñoz y Sampayo y eso es un fuckin´ bajón.
Los otros 2 libros de Historias del Bar también son una locura. Sobre todo me sorprendió el 3°, que tiene historias escritas luego del 2000 y que acá no se llegaron a publicar. Lástima que Fierro no publique esas cosas, escuché por ahí que hubo alguna especie de cortocircuito entre Sasturain y Muñoz
Sí, parece que Muñoz no estaba conforme con lo que le pagaban, por eso dijo basta.
Hacé clic en la etiqueta de Historias del Bar y te va a aparecer la reseña del Vol.3, que salió hace varios meses acá en el blog...
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