lunes, 11 de abril de 2011
11/ 04: DANZA CON LOBOS
Y sí: una buena parte del mito era verdad. Por eso revivió tan fácil. Uno era muy niño en ese entonces, pero están los testimonios: artículos, catálogos y fotos en revistas como Humor, Hortensia y Skorpio en las que de chiquilín miraba de afuera cómo en aquellos años oscuros (1978-1980) los dibujantes y guionistas más grossos de Argentina comían asado, dibujaban para una multitud y la pasaban bárbaro. Para cuando cumplí los años suficientes como para asistir a esa reunión cumbre, a ese Olimpo que crecía año a año, el Encuentro Nacional del Humor y la Historieta en Lobos ya no se hacía más. Quedaba -como suele suceder- la mitología, las anécdotas (barnizadas con el correr de los años) que cuando me empecé a meter en este medio escuché una y mil veces de boca de los monstruos sagrados que efectivamente estuvieron entre el 78 y el 80 en los encuentros clásicos. Y por supuesto, me cebé más de lo que me cebaba mirando fotos en las revistas… Como los pibes de ahora que flashean cuando escuchan increíbles (casi inverosímiles) anécdotas de los Fantabaires de la segunda mitad de los ´90.
Pero 31 años después, uno de los más grandes, Horacio Altuna (lobense adoptivo), se decidió a volver a encender la llama y se lanzó la convocatoria para un Cuarto Encuentro Nacional del Humor y la Historieta en Lobos. ¿Qué mueve a un tipo hiper-consagrado a nivel mundial y que hace casi tres décadas vive en Cataluña a organizar después de 31 años un evento de historieta y humor en una ciudad chiquita de la provincia de Buenos Aires? Obviamente la pasión, el amor incondicional a una camiseta, a una ciudad en la que Altuna vivió algunos de sus años más felices y de la que no se olvidó nunca. Altuna reunió a sus viejos amigos, refundó la comisión organizadora y se puso manos a la obra para relanzar el evento. Y entre el viernes y el domingo pasados, la leyenda se hizo realidad.
Con una amplia muestra de dibujos (no originales), con varias charlas muy interesantes (excepto la presentación de 365 Comics por Año a cargo de un plomazo impresentable ;) y con un montón de actividades con fines solidarios organizadas por distintas entidades benéficas de la comunidad de Lobos, el Encuentro fue una fiesta. Mirá el elenco: Horacio Altuna, Eduardo Risso, Juan Sasturain, Cacho Mandrafina, Ariel Olivetti, Ignacio Noé, Gustavo Sala, Diego Agrimbau, Lucas Varela, Alejandra Lunik, Max Aguirre, Jorge Morhain, Eduardo Maicas, Juan Sáenz Valiente, Jorge Lucas, Angel Mosquito, José Massaroli, Federico Reggiani, Laura Vázquez, Fabián Zalazar, Fran López, Hernán Cañellas y Daniela Fiore, directora del documental Imaginadores. Explicame qué convención del país… o incluso del mundo, no sueña con tener a todas esas bestias en un mismo evento. Muchos de estos artistas dibujaron y firmaron para el público, otros dieron charlas y otros simplemente amenizaron con su onda las cenas, almuerzos, caminatas y trasnoches de bares y fondas.
¿Por qué el saldo no fue aún más positivo? Porque en las gacetillas, en la folletería e incluso en la programación oficial del evento estaban anunciados un montón de autores más, que jamás aparecieron. Algunos llamaron para excusarse, otros tuvieron problemas personales y urgentes, y otros… cri-cri, cri-cri. Lo cierto es que parte del público se acercó esperando conocer a autores de la talla de Solano López, Caloi, Quique Alcatena, Crist, Liniers, Tute, Guillermo Saccomanno, Tabaré, Juan Bobillo, Sendra, Diego Parés, Marcelo Birmajer, Lucas Nine y hasta el catastrófico Nik, y se quedaron con las ganas porque ninguno de ellos se hizo presente. ¿Por qué no vinieron? Las respuestas son miles. ¿Por qué se anunció a gente que no vino? También es complicado de responder. Lo cierto es que, aún con estas notables ausencias, el evento estuvo alucinante. ¿Qué habría pasado si hubiesen venido todos? Ni idea, ni siquiera sé si estaría vivo para contarlo, porque habría sido too much. Para el año que viene, sin duda la onda va a ser menos invitados, pero mayor compromiso de cada uno, y más actividades para que todos tengan su spotlight y el público local (cálido y copado como el que más) le pueda sacar más jugo a cada uno.
Y bueno, la historieta argentina, que hace 10 años era un fiambre, no se reconstruyó de un día para el otro. La mística de Lobos empezó hoy su revival y nadie sabe hasta dónde llegará. Muchos de los íconos de las ediciones anteriores ya no están (los asistentes más veteranos narraban historias en las que aparecían el Viejo Breccia, el Negro Fontanarrosa, Andrés Cascioli, Lucho Olivera, Alberto Cognini y un montón de próceres más que fallecieron en los últimos 30 años) pero Altuna es un tipo despierto, rápido, que supo desde el vamos conectarse con una nueva generación, con los autores que hace 30 años eran tan niños que no podían ser ni siquiera testigos, y hoy son protagonistas absolutos. El año que viene, sin ninguna duda, tendremos más Lobos.
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3 comentarios:
Espero que así sea, porque me quedé con unas ganas de ir que no te puedo explicar. Lo bueno es que el fin de semana encerrado me hizo avanzar MUCHO en unas cosas en las que venía trabajando, así que la bronca queda diluida entre paginas de historieta hechas...
Quiero ver fotos!
Y la presentación de 365 estuvo buena, che. Quizás algunos niños se fueron con un nuevo menú de palabras y conceptos un tanto elevados para su edad, pero estuvo buena!
veo los nombres y un poco el repaso que hiciste y me alegro de no haberme enterado de este evento. huele a viejo choto.
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