Bueno, si leés el blog hace un tiempo ya sabés cómo viene la mano: una dosis zarpada de historias cortas, sin personajes recurrentes, que visitan una y mil veces los tópicos del misterio sobrenatural y coquetean con un terror bastante light, todo coordinado por el maestro Joe Orlando a principios de los ´70, cuando estas antologías vendían fortunas. Los guiones rara vez se escapan de fórmulas predecibles y reiteradas hasta el hartazgo y hasta los guionistas grossos (Archie Goodwin, ponele) derrapan hacia la gansada obvia, blanda, gastada, casi impresentable para los standards actuales. En una de esas esto es culpa de la brevísima extensión de las historietas (la más larga tiene 11 páginas), o de los códigos de censura de la época, o de que realmente creían que nadie se tomaba demasiado en serio a estas revistas; es más, al no tener personajes fijos ni historias continuadas, ni siquiera se las coleccionaba. Se leía una de vez en cuando y ya fue. Podemos elegir uno o varios pretextos, pero lo cierto es que la mayoría de los guiones no sirven ni para envolver las papas.
¿Cuál es el atractivo de este pulentoso tomo de 552 páginas? Obviamente los dibujantes. Calate esta: Neal Adams, Berni Wrightson, Nick Cardy, Gil Kane, Jack Kirby, Gene Colan, Wally Wood, Alex Toth, Michael Kaluta, Sergio Aragonés, Jim Aparo, Gray Morrow, Ralph Reese... ¿seguís vivo? Vienen los filpinos y te rematan: Néstor Redondo, Alex Niño, Alfredo Alcalá, Rudy Nebres, E.R. Cruz, Rubén Yandoc, Ernie Chua... ¿Querés más? Te puedo ofrecer buenos trabajos de tipos que ya en los ´70 no estaban en su mejor momento, pero cada tanto pelaban algo lindo, como Mike Sekowsky, Dick Dillin o el propio Orlando. Okey, las de Kirby, Colan y Cardy son reediciones de material de los ´50, que ya se veía un poquito anticuado en el ´71-´72. Pero el resto es una bola de demolición radioactiva e incandescente, irresistible para cualquiera al que le guste el comic yanki más o menos realista.
Me propongo a mí mismo un juego: rescatar de entre este masacote de pelotudeces las historietas que pueden ser leídas hoy sin pasar vergüenza. A ver cómo me va...
La primera historia, Bat out of Hell, de Jack Oleck y Néstor Redondo tiene buen clima, te logra poner nervioso y está demasiado bien dibujada. Si el final fuera menos predecible, sería una joyita. A Girl and her Dog, de Gerry Conway y Gray Morrow es tensa, rara, bastante impredecible y también tiene unos dibujos del mega-carajo. The Little People, de Oleck y Gil Kane, se cae un toque al final, pero dentro de todo, zafa dignamente. I Wish I May, I Wish I Might, de Len Wein y Dick Dillin es casi un chiste largo (no llega a las cuatro páginas) que funciona muy bien.
Otra historia decente de Oleck y Redondo es House of Horrors, de nuevo con majestuosos dibujos y un guión bastante ingenioso, aunque el final –por enésima vez- no está a la altura. Sno´Fun es una bizarreada macabra y oscura, escrita por Aragonés y dibujada por Wally Wood con muchísimas pilas. Bien ahí. Vuelvo con Oleck, ahora dibujado por Ralph Reese: The Lunatic es otra que no está mal y que al final, en vez de derrapar, pega un giro muy impactante.
Acá no descubro nada: The Demon Within, de Joe Albano y Jim Aparo, ya fue reivindicada y ovacionada muchas veces, muy merecidamente. Lo mismo sucede con The Poster Plague, de Steve Skeates y Sergio Aragonés, una historieta que desde que salió hace 40 años, se sumó al panteón de los clásicos, ganó premios, etc.
Otro laburazo de Redondo (no se sabe quién lo escribió) es The Tower of Prey. De nuevo, le falta un giro más copado al final, pero es una historia fuerte, tensa y con una gran bajada de línea. Un tal Carl Wessler es el autor de To Die for Magda!, una historia linda, impredecible, intensa, dibujada como la hiper-concha de Dios por un Alex Niño prendido fuego.
The Burning es otra buena historia de Oleck, oscura y jodida, a la que Mike Sekowsky no le puso todas las pilas. Igual se ve bastante bien. La mejor historia del tomo viene de dos autores a los que jamás había oído nombrar: Bill Meredith y Bill Payne. Se llama Last Ritual, Last Rites y es shockeante, escalofriante, brutal. El dibujo es muy, muy grosso, obviamente basado en fotos pero con una expresividad increíble. The Day the Clock Stopped, de Robert Kanigher y Rubén Yandoc, daba para una serie regular de Vertigo de 60 episodios. De todos modos, un planteo interesantísimo y unos dibujos excelentes no alcanzan para elevarla al status de clásico.
Tomorrow I Hang!, escrita por Nelson Bridwell y dibujada por el maestro Aparo también es casi un chiste largo, muy efectivo y un toque perturbador. Y cierro con una más de la dupla Oleck-Redondo, Deliver Us From Evil, bien planteada, bien desarrollada, con un final apenitas predecible y unos dibujos y una narrativa devastadores.
16 historietas parecen muchas, pero te recuerdo que ninguna llega a las 12 páginas y el libro tiene 552. Con las que me parecieron grossas no sé si llenamos 120. Pero bueno, es lo que hay. Yo sabía a dónde me estaba metiendo. Y además muchos de esos guiones pedorros están tan bien dibujados, que no me importa nada. Me falta el Vol.1 y si lo veo barato, no te extrañe que me lo compre...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Muchas historietas yankis de entre los 50 y 70 tienen guiones de mierda (me juego que por el comics code mayormente) pero los mejores dibujos de la puta historia de la humanidad, asi que te comprendo ampliamente. Por eso mismo me lei (y babeé con) el nick fury de steranko
Al lado de casi todo lo que hay para leer en House of Mystery, los guiones del Nick Fury de Steranko están al nivel de Watchmen, Pablo...
Y vos habrás visto las genialidades de esos artístas en la legendaria Creepy, en donde apareciern Trillo y otros argentos en la edición española. La revista era en la misma onda me supongo. Uno que te recomiendo, si ya no lo conoces, es Corominas, del que me gustaría obtener más información d que otras cosas hizo o está haciendo.
Hasta ahí nomás, Sebastián. Muchas cosas que Toutain metía en la Creepy española, Warren jamás las habría metido en la Creepy yanki.
Corominas... sí, me acuerdo. Una bestia salvaje. Googlealo, creo que sigue activo. ¿Se llamaba Enrique, no?
Sí , se llama Enrique Andrés . Siempre le tuve un cariño especial a estas historias de Terror de los 70' , y con esa legión d Monstros dibujando , me doy cuenta porqué me gustaban tanto de chico . Acá aparecían publicadas por Novaro en títulos como " Mi Gran Aventura " o " Relatos Fabulosos " entre otros.Gracias por la excelente reseña.
Publicar un comentario