Sigo con mi paseo por la historieta infanto-juvenil franco-belga y me encuentro con Los Centauros, una creación de Pierre Seron, al que conocía por Los Hombrecitos, aquella serie alucinante que se publicaba en la recordada revista Fuera Borda. Los Centauros, iniciada a fines de los ´70 en las páginas del semanario Spirou, fue su segunda creación exitosa, a la que en algún momento tuvo que dar de baja porque la hinchada pedía a gritos el regreso de Los Hombrecitos. El Lobo de Dos Cabezas (Le loup á deux têtes, en el original) se serializó durante buena parte de 1980 y se recopiló en álbum tres años después.
La serie, compuesta de aventuras autoconclusivas, tiene un argumento general, que atraviesa a todas las historias: Aurora y Ulises, los centauros, fueron expulsado del Olimpo, acusados de desobediencia a los dioses. La condena es recorrer la Tierra (distintos lugares y distintos tiempos de nuestra historia) en busca de la puerta que les permita volver al Olimpo y pedir perdón por sus faltas. Esa búsqueda lleva a la pareja protagónica a vivir aventuras en varias locaciones y épocas distintas, como para –de paso- tirarle algo de data al lector, de manera para nada didáctica ni solemne.
Lo que más me sorprendió es que acá los centauros se enfrentan a un peligro realmente ominoso. El villano, el Conde de Salembraco, es un personaje definitivamente perverso, irredimible, al que lo vemos matar, torturar y cometer con toal impunidad todo tipo de tropelías. Eventualmente sabés que le van a ganar, pero en el medio, este hijo de puta somete a varios personajes (Aurora incluída) a los más ignominiosos tormentos. Esto le da a la aventura un tono bastante dark, bastante espeso, no sé si capaz de estremecer o shockear a los borreguitos que leían la Spirou en 1980, pero claramente lejos de la aventura pasatista y livianita. Quizás por eso quede medio desubicado el intento de Seron por cerrar la historia con una secuencia más distendida, más cómica.
Y lo más choto que tiene el álbum es que se apoya en el truco del sosías: el maligno Conde de Salembraco tiene un “otro yo” (no se blanquea expresamente que es un hermano gemelo) prácticamente idéntico, al que sólo podemos distinguir porque tiene el cabello y el bigote azul en vez de negro. Obviamente este “otro yo” es bueno y va a ser fundamental para derrotar al villano. Fuera de eso, El Lobo de Dos Cabezas es una historia, con mucho ritmo, personajes bien delineados y un pantallazo atractivo de la vida en la campiña europea durante el medioevo. No está mal, si pensamos que es la primera de esta serie escrita por Seron (las anteriores las escribió Stephen Desberg, el guionista de El Escorpión).
Ah... otra cosa que no creo que haya resultado perturbadora ni heavy para los chicos que leían esto en 1980: los centauros andan (coherentemente) en bolas y Aurora, la “centaura”, exhibe sin ningún problema sus pechos, como podemos observar en la imagen de la portada. Es una boludez, pero me parece que hubiese alcanzado para que en la Argentina de 1980 ninguna revista infantil quisiera sumar a Los Centauros a sus páginas.
En cuanto al dibujo de Seron, estamos ante otro autor de férrea militancia en la línea clara de Marcinelle, fiel hasta el servilismo a la estética del maestro André Franquin. Seron logra casi la misma expresividad que lograba Franquin en cuerpos y rostros, cuida muchísimo la narrativa, parece sentirse cómodo en la grilla de cuatro tiras por página y la rompe en las onomatopeyas. El color, que le suma muchísimo atractivo, es obra de Vittorio Leonardo, a quien ya vimos hacer magia en los libros del Marsupilami. Entre Seron y Leonardo logran un libro muy agradable de mirar, si bien al estilo le faltan rasgos más originales.
Hoy, Seron sigue activo como creador de historietas y, como sabe que “sus” lectores ahora son grandes, se zarpa un poquito más por el lado del sexo. Independientemente de eso, me gustaría conseguir más obras suyas, o enterarme si finalmente Aurora y Ulises lograron volver al Olimpo en una hipotética aventura final de Los Centauros.
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14 comentarios:
Hola Andrés. Leiste de Attilio Micheluzzi Los reportajes de Johnny Focus? En ese caso, ¿qué te pareció? ¿Hay otra cosa que me puedas recomendar de este tano y también de Zoppi? Grazie!
No, nunca leí lo de Johnny Focus.
Creo que había algo interesante de Micheluzzi en la Comix Internacional, pero no me acuerdo. Es un autor al que nunca le di demasiada bola.
Eugenio Zoppi tiene muchísima obra, pero hoy en día es casi todo imposible de conseguir. A mí me gustaban esas comedias medio subidas de tono que hacía en SuperHum®...
Por ahí podés encontrar el libro de Clarín dedicado a Vito Nervio y Misterix, donde hay algunas aventuras de este último dibujadas por Zoppi. Los guiones son aburridísimos, eso sí...
a mi me parecen mas que decentes los guiones de ongaro para misterix... los que son cualquiera son los del primer guionista
por cierto: que dolor de huevos eso de dibujar dos protagonistas con anatomia de caballo! seron debe ser masoquista
Andrés: es posible que reseñes la Fierro de enero? Sería un buen número como para reseñar, por un lado por la reedición de "Shotaro va a la guerra" de Pablo Fayó, y también por la vuelta de Minaverry con nueva historieta y personaje.
No, Maxi. En algún momento del 2013 me bajé de la Fierro y ya no creo que vuelva.
Desde ya te digo que Shotaro va a la Guerra es una papa finísima.
Sí, por suerte tengo el librito de Ratón Sudaca. Gran historieta.
Andrés, si se puede saber, ¿por qué te bajaste de la Fierro?
Sí, porque me cansó un poco...
Me parece que le falta rumbo. Y sobre todo no me banco el tema de las historietas con continuará, que en un momento no sólo eran muchas, si no que en el número siguiente... no continuaban!
Esos números "temáticos", con una historieta larga, en los que no entraban ni dos paginitas de Gustavo Sala... No sé, me la fue bajando por muchos motivos.
Lo peor creo que es eso: insistir con la publicación de novelas gráficas en fetas, algo que hoy, para mí, es inaceptable.
a mi me secó el cerebro lo de que "a nadie le puede gustar entera". efectivamente meten cosas TAN diferentes que siempre hay algo que te va a parecer horroroso y te va a romper mucho las pelotas. En mi caso lo principal fue el tomi, quien encima publica en casi todos los números y llegó un momento en que me di cuenta que, fierro mediante, tenia cientos de paginas del chabon en mi biblioteca. creo que fue un determinante para el "no va mas". Igual este mes la compro por shotaro.
igual estari bueno que reseñaras la de este mes para verte reseñar la de quattordio :-P
yo creo q no es tan inaceptable lo de las novelas graficas con continuará , es una buena manera que los autores puedan ir financiando su trabajo(aunque sea poco porque con publicidad oficial y todo Fierro paga menos q Billiken), trabajo que quizás de otra manera no existiría. Muchos de nuestros comics clásicos favoritos nacieron así o en revistas mensuales, que después se recopilaron en libros. No veo por qué está tan mal eso ni por qué renegar tanto de las revistas. Hay quien les gusta leerlas y esperar y a los autores les sirve, el resto puede esperar el libro y todos contentos, de lo contrario muchos libros por ejemplo de trillo no existirían, o watchmen quizás tampoco por citar ejemplos al azar.
Yo creo que la diferencia pasa por cómo está hecho. Wathcmen está pensada conceptualmente desde muchos aspectos para ser una serie limitada de 12 números.
Muchas de las series buenas que se publicaron en Fierro cortaban en cualquiér parte. No se si es esto lo que dice Accorsi,pero yo veo que un Trillo por ejemplo pensaba más en el continuará y la unidad del capítulo publicado en revista, y muchas cosas que salen ahora en fierro son pedacitos de un libro que para apreciarlo mejor hay que leerlo entero.
En mi opinión, lo peor de Fierro no es esto sino, como decían antes, que ni siquiera los capítulos son consecutivos, ya sea porque los autores no llegan o porque en el medio se les ocurre poner una Fierro especial carnaval y te cortan la continuidad de todas las historias.
Eso en cuanto a la serializacíón de cosas buenas, lo verdaderamente malo de Fierro es que con la excusa de la diversidad publican cualquier cosa sin un criterio claro de calidad.
lo que decis gonzalo depende de que cada autor lo sepa hacer bien o no o de que el editor sepa exigir o no, en este caso les importa poco, aunq no sean capitulos cerrados pueden dejar continuara con un pequeño gancho como corresponde como antes sabian hacer todos pero no creo q sea problema del formato.
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