el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 13 de febrero de 2015

13/ 02: CHIKO Y AMIGO

Esta es una muy linda historieta de jóvenes autores argentinos, sostenida sobre todo en una buena idea y pretensiones muy bajas.
El guionista es Ariel Grichener, de quien ya había leído unas cuantas historietas en la Términus, y los dibujantes son Sebastián Sala (también de la Términus) y Belén Andrade, cuya ópera prima vimos allá por el 23/04/13. No tengo idea si uno dibuja y el otro entinta, o si uno se encarga de los personajes y el otro de los fondos… una pena, no estaría mal especificarlo en algún rinconcito de la publicación. Lo importante es que la tríada funciona muy bien, muy aceitada, como si fueran autores con 20 ó 30 años de trayectoria y muchas obras en conjunto a sus espaldas.
La buena idea es la siguiente: una trama de gangsters urbanos, con mafias, drogas, tiros, piñas, garches, traiciones y corrupción al mejor estilo Sin City, pero ambientada en Epic City, una ciudad poblada por elfos, orcos, enanos, hadas y elfos. Se parece un toque a lo que hizo Carlos Trillo en Boggart, pero Grichener tiene la viveza de no explicar nada, de mostrar este “choque de géneros” como algo totalmente natural. Y concentrarse en la historia, el desarrollo de los personajes y los diálogos, tres rubros en los que acá está más sólido que en sus trabajos para Términus.
Si le sacamos los elementos fantásticos, Chiko y Amigo es una clásica aventura de gangsters, muy parecida a muchas otras: Dos sicarios se pasan de vivos y tratan de “mexicanear” al capo mafia que los contrata, y este les va a cobrar cara la avivada. Con ese planteo básico, están garantizadas la acción, las persecuciones, los corchazos y una buena cuota de mala leche. El resto es fruto del muy buen criterio del guionista a la hora de definir las personalidades de estos tipos y minas y el mundo en el que los va a hacer operar.
Por el lado del dibujo, veo como principal logro el mismo que me sorprendió la primera vez que me encontré con un trabajo de Sebastián Sala (¡otro Sala, la puta madre! ¡ya son cuatro!) en las páginas de Términus: el manejo impecable del claroscuro. Acá está todo pensado en términos de masa negra y espacio blanco, muy bien equilibrados y definidos por una línea muy prolija, muy dinámica, muy versátil, que me hizo acordar sobre todo a esa camada de dibujantes españoles de los ´90, en la que estaban Germán García, Javi Rodríguez, Luis Bustos, Miguel Cháves y algún otro que ahora no me viene a la mente. Hay algunas cositas de Eduardo Risso, casi inevitables si hablamos de gangsters y claroscuro, pero todo va más para el lado de la joda que en las historietas del león de Leones, y consecuentemente Sala y Andrade optan por trazo más redondito, más “esponjoso” . La narrativa está muy cuidada, el ritmo se mantiene muy fluído incluso cuando no hay acción y en general, todo se ve muy bien, muy coherente consigo mismo.
Con sólo 46 páginas en las que Grichener nunca se zarpa con las cantidades de texto, Chiko y Amigo no aspira a mucho más que a hacerte pasar un rato divertido, con escenas impactantes, peleas, puteadas, runflas y descontrol. Y cumple ampliamente con esas aspiraciones, al punto que no sólo te deja satisfecho, sino con ganas de leer nuevas aventuras de estos personajes, que son un lindo soplo de aire fresco en el panorama de la historieta argentina.

1 comentario:

oenlao dijo...

realmente una muy linda historieta. Lo que mas me gusto del señor Grichener.