Hoy muy breve, porque tengo poco tiempo…
Me debía a mí mismo esta obra de Brian Azzarello y Eduardo Risso y me generaba mucho interés, porque se apartaba mucho del registro de 100 Bullets. ¿Es una buena historieta? Sí. ¿Es una obra maestra? No.
Lo primero que me enganchó fue el clima, la ambientación post-holocausto bien crota, bien tercermundista. De hecho, es un ambiente en el que Risso ya demostró moverse con gran categoría en Borderline. Acá hay menos tecnología futurista, pero una mala leche similar y un énfasis similar en las grotescas desigualdades entre ricos y pobres. Y después hay dos ideas magníficas: una es el reality en el que chicos huérfanos compiten para ser adoptados por una pareja de famosos de Hollywood onda Brad Pitt + Angelina Jolie. Y la otra es la de esta ciudad en ruinas que parece -además de inundada- bombardeada, y a la que Risso dibuja parecida a Rosario. Este marco geográfico le brinda a la historia un montón de posibilidades, muy bien aprovechadas.
El resto, hasta ahí nomás. Le sobran muchas páginas (el que leyó esto en episodios mensuales se debe haber pegado no uno sino varios corchazos), la secuencia del flashback es demasiado extensa para lo poco que aporta, y al final le falta un poco más de espacio y de claridad. Azzarello una vez más se consagra como el peor enemigo de los traductores: esta vez, en lugar de explorar el slang de todos los gangstas y barriobajeros de todas las urbes de los EEUU, directamente inventa un idioma nuevo, un inglés hiper-deforme, muy atractivo, que le da un filo muy especial a los diálogos… pero que si los tenés que traducir a otro idioma te la cortás en Juliana.
El dibujo de Risso está afiladísimo, como siempre, con unas composiciones exquisitas. Lo más interesante es que, para las escenas del pasado de Orson que trasncurren en Marte, Risso agrega efectos de iluminación con esas tramitas microscópicas dibujadas a mano como las que metían Moebius, Bilal y otros autores de ciencia-ficción de los ´70. Incluso el color de esas secuencias parece querer homenajear a esas historietas setentosas de la Metal Hurlant. Ya en los últimos episodios, cuando todas las escenas en Marte suceden a bordo de una nave, estos efectitos desaparecen. Una lástima, porque quedan buenísimos. Spaceman es un trabajo realmente excelente por parte de Risso, que demuestra que -a pesar de los años transcurridos en el universo tarantinesco y hard boiled que inventó Azzarello- no se quedó anclado a una sola estética, sino que cuando quiere puede volver a pisar fuerte en el cyberpunk bien podrido.
Spaceman no es la obra más memorable de la dupla, pero para entretenerse un rato está muy bien. Y para flashear con los dibujos de un Risso realmente inspiradísimo, ni hablar.
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1 comentario:
Risso en una entrevista que había hecho en una convención brasilera hace unos años, se quejo del laburo de la colorista en las escenas que transcurren en marte, parece ser que en su trabajo el algo hizo con los grises y la mina eso como que lo descarto?
No estoy completamente seguro, pero algo así había.
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