Una de cal y una de arena. La breve etapa de Matt Fraction en Fantastic Four terminó medio cuesta abajo en la rodada, pero en la otra serie, en FF, la grossitud se mantuvo hasta el final y en este tomo vemos lo mejor de una colección que, si hay justicia en el mundo, va a ser recordada durante muchos años por su increíble onda y su superlativa calidad.
Como en Fantastic Four, los últimos cuatro episodios componen una saga grossa. De hecho es LA MISMA saga grossa (con Dr. Doom, Annihilus y una especie de Kang), pero vista totalmente desde otra óptica. La diferencias es que los otros cuatro episodios no son exactamente historias cerraditas y casi autoconclusivas. La primera sí, parece estar pensada como un unitario, aunque le sirve a Fraction para retomar a un personaje que ya había aparecido en Fantastic Four y sumarlo al elenco de esta serie. Y el episodio en el mundo de Impossible Man también tiene cierta estructura de unitario, aunque después tendrá mucho más sentido leerlo como parte del build-up hacia la saga final. El resto del tomo es eso: build-up hacia el conflicto a todo o nada con el que va a terminar la serie.
Por momentos parece que todo está estirado medio al pedo, pero Fraction nos bombardea constantemente con ideas geniales, con toques interesantísimos en la caracterización y diálogos formidables. Cuando Fraction se empieza a despedir, se hace cargo del guión Lee Allred, el hermano de Mike Allred, que mantiene los diálogos en un gran nivel. Entre los dos, le pegan vueltas de tuerca magníficas a Ant-Man, al Dr. Doom, a Maximus, al Watcher, e incluso a un personaje siempre menor como era Ravenna, la “novia” de Kang, de la que nos tiran data sumamente inquietante. Se puede criticar que Medusa, She-Hulk y Darla están casi de decorado, porque ninguno de los conflictos importantes las afectan. Pero suman a la hora de los diálogos graciosos y además Ant-Man solo al frente de todos los chicos de la FF no resultaba creíble.
El final es excelente, intenso, emotivo, con peleas zarpadas, revelaciones impactantes, detalles ingeniosos (como la aparición de los HeroClix) y un esfuerzo muy loable para que si sólo leías FF pudieras entender todo, sin necesidad de comprarte los números de Fantastic Four que también son parte de esta saga. Incluso dos personajes que durante toda la era Fraction son parte de Fantastic Four (Franklin y Valeria) tienen sus mejores escenas acá, en el final de FF. El epílogo comparte algunas páginas con el que vimos en el Vol.3 de Fantastic Four y está compuesto básicamente de escenas emotivas y diálogos cómicos, casi al nivel de la Justice League de Giffen y DeMatteis. Así que estamos ante un TPB que uno no quiere que se termine nunca.
Por supuesto, uno de los principales animadores de esta fiesta es el dibujo. Joe Quiñones la rompe en su propio estilo en el primer unitario y se camufla bajo las tintas de Mike Allred en el epílogo. Y Allred brilla en todo el resto del tomo con la jerarquía a la que ya nos tiene acostumbrados. Allred despliega un hallazgo atrás de otro en materia de puesta en página y hasta se ajusta a grillas muy estrictas cuando el ritmo del relato así lo requiere. Deja la vida en los fondos, en las escenas en las que aparecen multitudes de personajes y en ese clima que él tan bien maneja, mitad extraño y retorcido, mitad jodón y distendido. Por supuesto, su esposa Laura lo colorea como los dioses.
Si no sos muy fan de Fantastic Four pero te copa Allred, entrale a FF casi como si fuera un comic de autor y dejate llevar por el groove gráfico del creador de Madman. Si sos fan del Matt Fraction más loco, más experimental (el de Casanova, digamos), esto te va a encantar. Y si te enganchaste con Scott Lang a raíz de la peli de Ant-Man, acá lo vas a ver en un rol interesantísimo, con mucha profundidad, mucho desarrollo y una chapa cuasi-infinita. Así como los Fantastic Four de Fraction me dejaron con cierto gusto a poco, sus FF me dejaron pipón-pipón, como si me hubiera clavado una suprema a la suiza y un flan con dulce en El Salteño. ´Nuff said!
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3 comentarios:
Andrés, ¿son sólo 2 tp su etapa en FF?
Me encanta Allred. Me importan poco los comics de superhéroes. Pero tengo que coincidir en algo de tu comentario: la suprema a la suiza del Salteño es LA GLO-RIA. Y ojo que la Maryland también la rompe. El revuelto gramajo es el mejor que comí, y el peceto relleno es orgásmico. Lo que no me termina de convencer son las mollejitas al verdeo.
¿Le entraste a la tarantela como postre? Para mí supera incluso al flan. Probalo, vas a ver que no te arrepentís.
Prometo probar la tarantela la próxima vez que vaya al Salteño. Las mollejas me encantan, pero por un problema que tengo en un riñón no las puedo comer. Peceto tampoco puedo. :P
Bruno, son dos TPBs y medio. Los tres primeros números están en el mismo TPB que los tres primeros de Fantastic Four, porque hay que leerlos intercalados para que tengan sentido. Después, del 4 al 16 está todo en dos tomos.
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