Este tomo de Sandman pasa a la historia por ser el primero que tiene un sólo dibujante de punta a punta: la alucinante Jill Thompson se fumó ella solita (con el entintador Vince Locke) todas estas páginas sin pedir nunca el cambio.
También en algún momento de Brief Lives se forma el sello Vertigo y Sandman (que estaba en un gran momento a nivel ventas, cerca de los 50.000 ejemplares por número, y se cansaba de ganar premios) no se hace cargo en lo más mínimo. La historia sigue como si nada, sin siquiera una recapitualción de lo sucedido hasta el momento, y el único cambio visible es el loguito de Vertigo en la portada.
Brief Lives es una historia 100% de los Endless. Es la exploración a fondo de uno de los grandes conflictos en la eterna historia de esta familia: la partida de Destruction, que un día (300 años antes de esta saga) se cansa del jueguito, se corta solo y deja que la destrucción siga su curso sin meter mano en los asuntos de los humanos ni en los de sus hermanos. Acá Neil Gaiman indaga en qué es ser un Endless, en su función en el universo, en los vínculos entre ellos, en las reglas (a veces implícitas) que delimitan los reinos de unos y otros. Y además de resolver (en cierto modo) aquel conficto con tres siglos de antigüedad, nos tira sutiles pistas acerca de otros, y nos ofrece un remate devastador: Lo que Dream no hizo inducido al engaño por Desire (matar a Rose Walker, nieta de un Endless) lo hará por voluntad propia, sin desconocer las consecuencias: a pedido de su hijo Orpheus, el Rey Sueño terminará con su desafortunada vida. Derramar sangre de Endless tiene un costo altísimo y Dream se resigna a pagarlo sólo para darle el gusto a Delirium de encontrar a Destruction. Está bueno como punto de quiebre para dar pie al final de la saga, pero pensado fríamente, es un Disparate. La explicación pasa porque Dream está horriblemente bajoneado por una relación sentimental que terminó muy mal, con el taciturno monarca abandonado por una chica que le destrozó el corazón, y que (por ahora) Gaiman no nos dice quién es.
Esta es una saga que avanza muy lento, a un ritmo exasperante (me acuerdo la tortura que era leer Brief Lives mes a mes en revistitas y me quiero clavar clavos abajo de las uñas, que debe doler menos) y que está brutalmente estirada. Son más de 215 páginas para contar algo que se podría haber liquidado sin ningún drama en 100. Pero claro, Gaiman te rellena con jerarquía, con excelentes diálogos, con mucho desarrollo para personajes menores (en este tomo empieza a cobrar chapa el gran Mervyn Pumpkinhead) y con un truco que refinaría años más tarde en la novela American Gods: fragmentos de la vida de dioses, ángeles y demás inmortales que eligen (o les toca) integrarse a la gente común y vivir vidas más o menos ordinarias. De punta a punta hay escenas mudas alucinantes, bloques de texto devastadores y –como siempre- una sobredosis de ideas y de “historias dentro de la historia” que aportan muchísimo a ese perfil de obra compleja, sofisticada y de fuerte impronta autoral.
El trabajo de Jill Thompson es realmente muy bueno, a pesar de que las tintas de Vince Locke tapan bastante algunos rasgos de su estilo. Pero claro, si Jill dibujaba Y entintaba todas estas páginas, Brief Lives todavía estaba saliendo. Lo más atractivo, entonces, resulta ser la narrativa, en la que Thompson muestra una solidez admirable. Acá ya estamos en 1993, cuando en EEUU (y tecnología mediante) ya se podía colorear comics sin estropearlos, así que no creo que este tomo haya requerido una “cirugía mayor sin anestesia” para que se viera lo bien que se ve en esta edición.
En síntesis (y a contramano de varios comentarios acá en el blog que señalaban a esta saga como una favorita), me parece que Brief Lives es más relevante que buena. Obviamente tiene muchísimos momentos estremecedores, cómicos, tiernos, shockeantes… pero tiene ese Pecado Original que es durar el doble de lo que (para mi gusto) tenía que durar. Tanta manija le dieron a Gaiman con esa “pátina literaria” que veían en Sandman, que para esta altura de la serie el guionista ya no escribía arcos argumentales: escribía novelas, de esas grandotas, que no tienen ningún apuro por llegar al final. Eso es lo que –repito, para mí- empaña un poco los muchos logros de Brief Lives.
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4 comentarios:
Hola Andrés, no puedo evitar meter un par de consultas entre tus reseñas de Sandman:
Hay un tpb para pobres (de DC) llamado Chase escrito por Curtis Johnson. Existe la versión tpb con los 9 números de la serie dando vueltas.
¿La leíste?
¿Escribió algo más Curtis Johnson que valga la pena explorar?
Tengo ganas de entrarle al Starman de James Robinson. Hay 3 tomos omnibus paperback (del #1 hasta el numero #38) y 6 tomos omnibus hardcover que cubre TODA la estadía de Robinson (del #1 hasta el #81).
Ante todo, ¿Qué opinión tenes del Starman de Robinson?
¿Vale la pena ir por todos los números o la serie decae en algún momento?
Allá por mediados de los ’80 salen 18 números de una antología llamada Wasteland del genio de John Ostrander.
¿Qué te pareció?
Y la última. En su momento leí el primer tpb de The Ultimates (Mark Millar) y me pareció bastante redondito y adictivo. Hay (agotadísima) una edición omnibus que incluye: Ultimates #1-13, Ultimates 2 #1-13, Ultimates Annual #1. Supongo que deberán re-editarla en algún momento.
¿Leíste toda la saga de Ultimates?
¿Mantiene el nivel hasta el final?
Como siempre, gracias por las respuestas (y la paciencia). Ah, mira que loco, te acordas que hace un mes te pregunte sobre Squadron Supreme? Bueno, sale edición omninus en Junio del 2016 que incluye: Avengers 69-70, 85-86, 141-144, 147-149; Thor 280; Defenders 112-114; Squadron Supreme 1-12; Captain America 314; Squadron Supreme: Death Of A Universe; Quasar 13-16, 51-52; Avengers 5-6.
Buen comienzo de semana!
Gustavo, yo no soy TAN fan de los Ultimates de Mark Millar. Y menos de la tercera saga, en la que él ya no escribe y lo reemplaza Jeph Loeb.
Wasteland es una maravilla. La coleccioné número a número cuando salió en revistitas y la amo aún hoy.
Starman de James Robinson es SUMAMENTE recomendable de principio a fin. Entrale a los recopilatorios que traen TODO. No te vas a arrepentir.
Curtis Johnson no acumuló otros laureles más allá de los de Chase, pero esa breve serie es MUY buena. Recomiendo ese TPB que la recopila completa. Después hay como una pseudo-secuela (también escrita por Johnson pero sin J.H. Williams) que avanza por varios Secret Files & Origins de esa época y está bastante bien.
Hace ya unos meses, cuando Jill estuvo de visita en Buenos Aires después de pasar por Rosario en la CBB, en una charla que dió en el San Martín le pregunté por su laburo en Sandman y me contó una linda anécdota sobre cómo salió esa maravillosa doble página de Morpheus, Destruction y Delirium caminando bajo las estrellas. Dijo que al leer el guión sintió que tenía que hacer algo especial con ESA página, dejar una huella o algo por el estilo. Así que aprovechó y la hizo doble (aparentemente era una única página en el guión) y la coloreó ella misma, con lo cual se ganó unas lindas puteadas de los editores pero los elogios de Gaiman y de la hinchada. Genia total.
Las búsqueda de Destruction, y el desarrollo que mete para Delirium en este tomo, es genial. Es imposible no amar al personaje de Delirium en este punto.
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