martes, 23 de marzo de 2010
23/ 03: SHOWCASE PRESENTS THE BRAVE AND THE BOLD Vol.1
En la primera historia, nos enteramos de que todos los miembros de la Liga de la Justicia hicieron un pacto por el cual si uno descubre por accidente la identidad secreta de un compañero, se tiene que lavar el cerebro para deletear esa información. En la segunda, se nos revela que Batman (no Bruce Wayne) está re-de novio con una minita que termina por ser la villana Queen Bee. En la tercera descubrimos que Barry Allen tiene una enfermedad incurable que acelera su muerte cada vez que usa sus poderes. Así se manejaba Bob Haney, el guionista de Brave and the Bold (BATB), cada vez que tenía que escribir un team-up entre Batman y otro personaje de DC, cosa que hizo en cantidades industriales hasta que lo jubilaron justo cuando se terminaba la década del ´70. Haney nutría a sus historias de revelaciones shockeantes, tan extremas que ningún otro guionista se podía hacer cargo de lo que pasaba en estos team-ups. Hay más: Bruce Wayne adopta a un segundo huérfano, revela que vivió no sé cuántos años en Escocia, asume una banca de senador, se convierte en entrenador del equipo olímpico de esgrima de los EEUU… Haney te tiraba esas bombas número por medio y dale que va. Para hacerla completa, Batman protagonizaba team-ups con héroes como Wildcat o el Spectre, claramente ubicados en lo que por entonces era Tierra-2, pero sin cambiar de tierra, como si vivieran todos en la misma, y hasta recordaba historias en las que peleó contra los nazis en los años ´40, junto al Sargento Rock. El viejo y querido Viva la Pepa silveragesco al que DC logró ponerle un freno recién a mediados de los ´80.
Este Showcase llega hasta el n°87 de BATB y arranca con el primer team-up de Batman y otro héroe, en la etapa en que cualquier personaje podía protagonizar un número de BATB. Pero en 1966, cuando estalla el bati-cebamiento generado por la serie de Adam West, la revista pasa a consistir únicamente en team-ups entre Batman y un héroe invitado (n°67) y así seguirá hasta desaparecer en 1983. Por supuesto, los dibujantes de la época (Ross Andru, Mike Sekowsky, Bob Brown) tratan de que el Batman del comic se parezca a Adam West y los guiones de Haney van claramente para ese lado, con tramas simples, villanos pomposos, onomatopeyas estridentes y un clima más bien festivo.
Pero claro, DC no comía vidrio. En el ´68, cuando la serie de TV entra en zona de descenso directo, el plan para que Batman no se hunda junto con el programa se pone en marcha, precisamente en las páginas de BATB. Con la excusa de manijear la poco taquillera serie de Deadman (que salía cada dos meses en Strange Adventures) se arma un team-up con Batman dibujado por Neal Adams totalmente a tono con lo que era la saga del morto qui parla: realista, jodida y dark. Adams se queda una temporada en BATB y Haney, en una demostración de notable astucia, pega un viraje radical en los guiones. Ahora hay climas más hard boiled, los malos no son más villanos disfrazados sino empresarios corruptos, y empiezan los heridos y los muertos. Toda esta etapa oscura de Adams y Haney levanta muchísimo la puntería respecto de lo anterior. Obviamente siguen las revelaciones zarpadas y los injertos de anti-continuidad, pero la aparición de temas sociales, políticos y hasta psicológicos, sumados a los majestuosos dibujos de un asesino serial al lado del cual Andru, Sekowsky y Brown eran 300 gramos de mortadela en mal estado, hacen que el tercio final de este Showcase resplandezca entre los pantanos de la berretada, la bizarreada y la puerilidad ñoña típica de la DC de los ´60.
Después se irá Adams y Haney seguirá team-upeando con bestias como Nick Cardy y Jim Aparo, así que los próximos Showcases también son muy comprables. Este vale más que nada por una cuestión histórica, porque se ve claramente cómo el ascenso, auge y caída de la serie de TV afecta al comic, porque acá Neal Adams dibuja por primera vez a Batman, porque si te cebás con Deadman acá hay dos capítulos fundamentales de esa saga y porque entre los héroes invitados hay un paneo bastante representativo de lo que era el panteón heroico de DC en la segunda mitad de los ´60. No es poco, me parece…
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2 comentarios:
Andrés , está tan bueno lo que escribiste , es tan certera y potente la reseña que no pienso decir acá una sola palabra para alabar o defender a mi querido Bob Brown , es tanto el placer que me dieron estos números de Brave and the Bold dibujados por Neal Adams , y tanta la emoción que transmitiste en tu informe , que todo mi comentario se centrará en elogiar esta maravilla , recuerdo el día que me compré el comic Novaro de Batman donde aparecía el team up con Green Arrow ( en el cual cambia de traje encima ), no lo podía creer , se me cayó la mandíbula , imagináte , tenía cinco años , me voló el cráneo , y ni hablar de lo que experimenté con el team up con Deadman , era una aplanadora .
Y como bien afirmás , se fué Neal y llegaron Jim Aparo y Nick Cardy , Nick Cardy , por dios , Una maravilla visual , ese episodio en Londres con el destripador o el Team up con Black Canary , cuanto placer , ¡ que época ! .
Linda entrada Andrés.
Si Neal Adams es Dios, Nick Cardy podría ser tranquilamente su representante divino en la tierra.
Saludos!
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