el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 15 de marzo de 2010

15/ 03: SHOWCASE PRESENTS STRANGE ADVENTURES Vol.1


Se abre otro portal a la bizarreada y esta vez es realmente jodido, porque nos lleva a 1954, al período bizarro por antonomasia que sirve de puente entre la Golden Age y la Silver Age. El Showcase arranca en el n°54, cuando la revista coordinada por Julius Schwartz deja de lado a su estrella excluyente de los primeros años, el Captain Comet, para convertirse en una antología con cuatro historietas autoconclusivas por número, sin ninguna relación entre sí, ni continuidad alguna. Las historias de Strange Adventures se basan casi siempre en encuentros entre humanos y alienígenas, o si no, en accidentes extraños que le dan a un humano algún poder fumado, como desdoblar su mente en cuatro y hacer cuatro cosas al mismo tiempo.
Con esta fórmula, y con un equipo de guionistas integrado por Otto Binder, John Broome, Joe Samachson y Edmond Hamilton (todos importados de la ciencia-ficción, el palo donde Schwartz era referente ineludible), Strange Adventures se convierte en un laboratorio de experimentación donde se ponen a prueba un montón de conceptos que años más tarde vamos a ver en los comics de superhéroes. Los protagonistas son en su mayoría científicos de saco y corbata (o moñito), muchachos valientes, íntegros y convencidos de que todo avance de la ciencia debe ser usado para el bien de la Humanidad y no para rédito personal. Son los ancestros de Ray Palmer, Reed Richards, Barry Allen, Bruce Banner… los obvios. Pero además acá aparecen un montón de ideas que vamos a ver en otros comics en los que los humanos interactúan con aliens, como Green Lantern, Hawkman, Legion… Hay gorilas inteligentes, tipos que se miniaturizan, tipos a los que les salen alas, aliens que patrullan los distintos sectores del cosmos, un chorro que usa una máquina del tiempo para robar, un metal capaz de neutralizar la gravedad… cientos de ideas que Schwartz y sus colegas reciclarán cuando llegue la hora de revivir a los superhéroes.
En los guiones simplistas, ingenuos y en un punto ridículos de Strange Adventures los humanos son gente copada e ingeniosa que siempre se las rebusca para repeler una invasión alienígena. Y los aliens son una manga de gansos que entran en toda clase de engañifa, se convencen de la grossitud de los terrestres y ordenan (en el último cuadrito) suspender la invasión, porque creen que de visitante se comen cinco. Y cuando digo “los humanos”, digo varones de raza blanca. Schwartz tenía estudiadísimo su target y sabía que eran 99% varones, con lo cual en estas historias casi no hay mujeres y cuando aparecen, lo hacen en roles patéticos y denigrantes. Y por supuesto, tampoco hay negros. Si uno lee sólo comics de DC, se convence de que los primeros afroamericanos aparecieron en EEUU a principios de los ´70 y por combustión espontánea. En 500 páginas, el único protagonista no-blanco es un piel roja, que por supuesto labura de guardabosques, no vaya a ser que agarre un libro o un microscopio…
El equipo de dibujantes es lujoso. El único medio pelo es Sid Greene (luego entintador de la JLofA), pero Sy Barry, Carmine Infantino y Gil Kane dan cátedra de sobriedad y elegancia. Infantino es, claramente, el primero al que se le notan las ganas de pelar cosas distintas, pero los tres están muy bien, en esa línea pre-Kirby, influenciada en partes iguales por Alex Raymond y Milton Caniff.
Strange Adventures se puede leer hoy sobre todo como testimonio de una época lejana, en la que EEUU le tenía miedo a los marcianos (y a los comunistas, a los que acá ni se menciona) y una fe inmensa, casi irracional, a la ciencia, que era la que nos iba a llevar a desarrollarnos tecnológicamente a niveles increíbles y a conquistar el espacio y a controlar de taquito cosas como los fenómenos climatológicos, la gravedad, la electricidad, el magnetismo y todas esas cosas que, ya desde los años ´50, obsesionan a los geeks. O se puede leer para chorear ideas, ya que (al igual que en House of Secrets) acá los guionistas quemaban en 6 páginas conceptos con los que hoy podés escribir una serie de 60 comic-books. Para encontrar uno viable hay que hurgar en un pantano bastante desgarrador, pero seguro algo pulenta se puede rescatar…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaju va mo. La otra vez obtuve este tomo, la segunda historia nosé la del tipo de los clichés de Flex Mentallo fue tan divertida por sus incoherencias (la novia al final en el laboratori o algo así) que decidí dejarlo y leerlo con tiempo y atención merecida por algo así.

Bah hice lo mismo con el showcase de la doom patrol y lo dejé colgado porque me aburri pero bueno no importa

luiggidimaggio

Anónimo dijo...

hay feria este mes, andres?

alcoholical mystic dijo...

En lo que califico como una reacción absurda producto de los nervios de haber vivido una fuerte réplica del sismo aca en Chile hace menos de 10 minutos acudo al llamado de Mr Andres.
Solo 2 cosas:
En un mundo lleno de informacion como el actual no me imagino que placer puede haber en leer comics como éste. Descartando la nostalgia ,quiza un interes histórico pudiera ser el movil de lectura....pero ni así. Quizas nos puedas explicar un poco mas el porque. Si yo tuviera la capacidad de leer en inglés, mas el conocimiento y el acceso como para castigarme con puras joyitas, sinceramente no inertiría tiempo en Strange Adventures.
Por el lado positivo te comento que acabo de leer Capitan America ,The Truth y estoy demasiado sorprendido, seria interesante que la pudieras comentar en algun momento. Al parecer la epoca en que Marvel era el sinonimo perfecto de basura se quedaron en los lejanos 90. Amen.
Muchos saludos desde Temuco, Chile

Andres Accorsi dijo...

Estimado Anónimo: Este mes NO hay Feria.

Estimado Alcoholical:
Esa mini del Cap America es una gloria, fruto de esa época maravillosa y experimental que vivió Marvel en los años en que Bill Jemas ejerció la presidencia de la editorial. Dale, más adelante la comentamos en detalle.
Strange Adventures tiene varios puntos a favor, pero te reconozco que hay que leer el tomo a lo largo de varios días y munido de paciencia, porque si bien los dibujos son generalmente muy buenos y la narrativa es ágil, los guiones son muy parecidos entre sí y muchas veces bastante pavotes. Sin duda el interés principal es el histórico. En mi caso la nostalgia no tiene mucho que ver porque este material no lo leí de chico. De hecho, me enteré que existía cuando ya tenía 19 o 20 años. Y desde entonces me producía una cierta curiosidad.
Obviamente, este libro no es lo que le recomiendo al que tiene poco tiempo/ guita/ espacio para invertir en comics...
Fuerza para vos y todos los amigos chilenos, que son muchos!

dibujante dijo...

De esta revista Editorial Novaro sacaba material para publicar en " Titanes Planetarios " y " Relatos Fabulosos " , comics que me quemaban el bocho en mi infancia , y desde el punto de vista artístico eran un festival para los ojos , una pregunta , ¿ Sy Barry era uno de los dibujantes de The Phantom , no es así ? , que placer será adquirir este volumen para disfrutar nuevamente de aquellas historias que me cautivaron de niño .

Andres Accorsi dijo...

Claro, Sy Barry dibujó muchos años The Phantom. Era el hermano de Dan Barry, que dibujaba Flash Gordon.