Vuelvo con Mortadelo y Filemón, a los que tenía un poco abandonados. Y me meto de lleno en un tomo de 1988-1989 que arranca bárbaro, con dos primeras páginas muy promisorias y una consigna más que atractiva: los problemas generados por los desechos nucleares que generan las grandes potencias. Un tema que por ese entonces era candente y que la serie refleja al punto de mostrarnos a una caricatura del mismísimo Ronald Reagan (quien a fines de 1988 se encaminaba hacia el cierre de su prolongado mandato como presidente de los EEUU) en el rol del villano, o por lo menos como claro responsable de los problemas que tendrán que solucionar (obviamente sin éxito) los inoperantes operarios del recontra-espionaje creados por Francisco Ibáñez.
El problema es que, ni bien se termina el prólogo, la historieta se va a la B de la mano de un guión bochornoso, una sucesión sin ton ni son de gags reiterativos y poco inspirados, como si fueran varios cortos chotos de los Looney Tunes (esos feos de los ´60) enganchados uno atrás de otro hasta llegar a las 44 páginas. La reiteración es tanta y tan agobiante, que podés leer sólo las primeras 6 páginas, o 12, para ser generoso, y ya está, ya el resto es completamente innecesario. No hay más ideas que esas, la que se esboza en el prólogo y las que se desarrolan (de modo no muy brillante) en las primeras páginas, para luego estirarse y repetirse torpemente hasta el final. Posta, hay que ser muy guapo para llegar a la página 44.
Por supuesto, estamos ante una de las historietas en las que la firma de Ibáñez aparece veinte veces, pero que no tiene nada de la talentosa mano del creador de la serie. Es un de los infaustos episodios apócrifos, reaizados íntegramente por el Bruguera Equip, bajo la dirección de Juan Manuel Muñoz. Y no sólo te das cuenta porque aparece la Señorita Irma (en un sólo gag totalmente olvidable), sino que los dibujos no tienen ni por casualidad la onda y la plasticidad de los de Ibáñez. El colorista también hace de las suyas: pinta de blanco las (infinitas) telarañas que aparecen en los rincones, un rasgo típico del estilo de Francisco Ibáñez, reproducido luego por sus clones. Y eso destaca tanto a estas telarañas que parecen un elemento gráfico relevante en la viñeta, casi más que los globos de diálogo. Esos triangulitos, que habitualmente no joden para nada, pintados de blanco llaman demasiado la atención y distraen en vez de decorar.
No me quiero extender más, porque sinceramente no hay nada que redima a esta historieta. Ni el cariño que uno ya les tiene a los personajes. La Cochinadita Nuclear arrancó pintando para memorable y terminó en el pilón de los álbumes absolutamente prescindibles de esta longeva serie, ícomo absoluto del comic humorístico español.
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3 comentarios:
Lamento discrepar con tu ejemplo, pero los Looney Tunes nunca me resultaron repetitivos. Nunca. En todo caso, conozco el ejemplo perfecto para este caso: los capítulos del Chavo del 8 donde usaban las mismas historias pero con personajes distintos. Eso sí era repetir. Y ahora que lo pienso, fue un anticipo de la increíble trolleada que resultó endless eight.
Andrés, hace poco terminé de leer el primer arco argumental de Animal Man de Jamie Delano y quedé maravillado. Pero no sólo me encantó la historia sino que quedé cebadísimo con el dibujo de Steve Pugh. Por favor, te pido que me recomendés algo de éste flaco que esté bueno también a nivel historia, y en lo posible que no sea muy dificil de coseguir. Si podés recomendar más de una cosa, joya. Desde ya, gracias por la guía y por hacer de éste vicio algo incurable.
Steve Pugh no tiene tanto material editado fuera de los semanarios británicos. Si no me equivoco, dibujó casi toda la miniserie del Saint of Killers, junto a Garth Ennis, y tiene un numerito (o una saguita, no me acuerdo) en la revista Legends of the DC Universe, protagonizada por los personajes de Apokolips (Darkseid y su Elite). También dibujó un puñado de episodios de Hellblazer a fines de los ´80, creo que escritos por Jamie Delano.
Ahora está de nuevo en Animal Man, pero creo que no dibuja todos los episodios, sino que se los reparte con otro dibujante.
De lo que hizo paar Marvel no te puedo recomendar nada y lo que hizo para Penthouse Comix y para Dark Horse no lo leí, así que tampoco...
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