A esta altura del partido, cuando ya falta tan poquito para el final, es medio ilógico pedirle a Warren Ellis que cambie de ritmo. Ya está, ya nos acostumbramos a que Transmetropolitan avanza así, de a poquito, sin apuro. A lo sumo le podemos pedir que en los episodios unitarios pase algo y que en los arquitos de tres episodios cierre las puntas que quedan pendientes para el enfrentamiento final entre Spider Jersualem y Gary Callahan, alias “el Sonrisas”, el presidente de los EEUU.
Por suerte, en este tomo, Ellis nos hace bastante caso. El primer unitario es la nada misma: 22 páginas para mostrarnos cómo Spider se pone las pilas para su siguiente gran jugada. Hay un poquito de exploración del paisaje urbano con bajada de línea (una especialidad de esta serie), un par de chistes groseros y no mucho más. En el segundo unitario, la cosa se pone espesa: casi todo el episodio nos muestra con lujo de detalles cómo el “héroe” tortura con violencia y sadismo a un garca de la B (trans) Metropolitana para arrancarle data jugosa en contra de su encumbrado enemigo. Es un capítulo tenso, durísimo de digerir, que tiene por objeto mostrarnos hasta dónde está dispuesto a llegar Spider con tal de destruir a Callahan.
El tercer unitario es un lujo. Por enésima vez, Ellis se propone indagar en las consecuencias de aquello tan grosso que pasó en el tomo anterior, pero esta vez centra todo en Mitchell Royce, el director de The Word, el diario en el que trabajaba Spider antes de pasar a la clandestinidad. Si alguna vez imaginaste que Royce podía pelar la chapa que pela en este episodio, es porque consumís más drogas que el protagonista de esta serie. Sin duda, esta es la revelación más power del tomo, y sí, 22 páginas para narrar lo que narra Ellis son demasiadas, pero esta vez lo ovacionamos igual.
Y nos queda el arquito de tres episodios, que arranca a un ritmo desesperante, de insostenible lentitud. Con el correr de las páginas, queda claro que Liesl Barclay va a tener un rol destacado en el desenlace y ahí sí, se justifica tanto prólogo y tanta presentación. Cuando la saguita (titulada The Cure, como una de las mejores bandas de todos los tiempos) agarra algo así como un impulso, de nuevo pasa algo muy heavy que amenaza con cambiar brutalmente el status quo de la Ciudad y hasta último momento no sabés si Spider logró o no hacer la jugada maestra que venía planeando desde el inicio del tomo antes de que todo se vaya a la mierda. La última secuencia es sencillamente genial y te deja pidiendo el próximo (y último) tomo a gritos que le helarían la sangre a la barra brava de Nueva Chicago.
O sea que, con pachorra y todo, Transmetropolitan avanza hacia el final y llega a esa instancia con inmejorables expectativas, que ojalá no defraude. La verdad es que sólo se puede criticar eso, lo poco que pasa en cada episodio. El resto es brillante, desde lo macro (la construcción del universo en el que sucede la historia) hasta lo más chiquitito (cada diálogo, cada viñeta muda pensada para que se luzcan las expresiones faciales). Y por supuesto, el punto más alto es el trabajo que pone Ellis en convencernos de que Spider Jerusalem, el talibán de la verdad, no es un ser de papel y tinta sino una criatura real como vos y yo, tridimensional, compleja, verosímil a pesar de sus irrefrenables excesos.
Para anotarse todos estos porotos, Ellis cuenta con el apoyo incondicional de Darick Robertson, que sigue ahí firme, sin faltar en ningún número. Como ya vimos, de vez en cuando los autores inventan triquiñuelas para que el dibujante no tenga que matarse en los fondos, largas secuencias que pueden narrarse sólo con planos bien cercanos, o con un mismo fondo repetido muchas veces, o algo por el estilo. Y cuando no vale usar ninguno de esos yeites, Robertson se arremanga y pela episodios en los que casi no hay viñetas sin fondos laburadísimos, llenos de detalles alucinantes, sin nada librado al azar. Pobre pibe, está en una serie donde la estrella es el guionista y encima cada tres números viene un nuevo portadista de primerísimo nivel a devastarnos las retinas con unas ilustraciones de la hostia. Lo de este tomo ya es un acto de crueldad para con Robertson: tres tapas de Glenn Fabry y tres de Moebius. Un game over definitivo.
Y ahí estamos, a apenas un tomito del final de esta serie salvaje y polémica que nos acompaña desde los albores del blog. Prometo leerlo antes de fin de mes. Pero estoy tan cebado que seguro lo leo esta semana...
domingo, 8 de julio de 2012
08/ 07: TRANSMETROPOLITAN Vol.9
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16 comentarios:
Pregunta Andrés, ¿Los TPB se consiguen en castellano en la Argentina? O de que manera puedo conseguir Transmetropolitan completo, sin la necesidad de arriesgarme a comprar las viejas ediciones que capaz encuentro un par de números y me quedan baches.
Ni idea, Anónimo. En una época se conseguían las ediciones de Norma, pero no eran exactamente TPBs y no sé si llegaron hasta el final. Y aunque así fuera, no debe ser fácil conseguir la colección completa.
Tampoco sé si los editó Planeta o si los está editando ahora ECC.
Consultá con dealers o comiquerías.
Y si no, andá a lo seguro, que es comprarla en inglés.
Gracias Andrés. Unas ultimas dos preguntas y no jodo más. ¿Predicador en castellano esta editado en libros? Misma pregunta para 100 balas. Quiero evitar por todos los medios tener que buscarlos uno por uno e ir a lo seguro que sería conseguirlos todos juntos.
Desde ya, muchas gracias!
Sí, esas dos series seguro las reeditó Planeta completas y en pocos tomos, aunque valen un ojo de la cara.
Discrepó en un punto fundamental en tu reseña Andres:The Cure(la banda) es una mierda.
Bueno,no tanto.Es que estoy hastiado de los pendejitos que se llaman góticos por escucharla.Más en estos años,que los boludos se multiplicaron con la aparición de basuras como la "Saga Corpusculo",Evanescence y esas bandas pop de hermafroditas que se disfrazan de personaje de película de Tim Burton,ni recuerdo una para nombrar ahoraasí de malas son.
¿Que nadie escucha Sisters of Mercy,la verdadera y más grande banda gótica que haya existido?
Ni idea de que trata Transmetropoitan.¿Hay minusas en pelotas?
Cada tanto hay minusas en pelotas, pero no es lo importante.
En cuanto a lo que señalás de The Cure, me parece que putear (o ningunear) a una banda porque no te gusta su público es una falacia de extremo patetismo. Si a uno le dejara de gustar una banda por quiénes la escuchan (cosa totalmente coyuntural, porque por ahí hoy te escucha un público y mañana otro), yo llevaría años sin escuchar a Los Redondos, Kiss y hasta a Joaquín Sabina.
¿Qué carajo me importa a mí cómo se denominan, cómo se visten o con qué se limpian el orto los pibes que (hoy) escuchan a The Cure? ¿Y qué tiene que ver eso con la calidad artística de la música que la banda ofrece desde 1979, cuando estos pibes no eran ni un espermatozoide rebotando entre los huevos de sus padres?
Si querés, concedo que los discos más recientes no son gran cosa comparados con los clásicos. Pero de ahí a "una mierda"... Dejémonos de joder...
Qué buena esa pregunta, si "hay minusas en pelotas", cómo me he reído, por dios...
Permiso, Andrés, para contestarle con más precisión a Martín: Planeta De Agostini ha publicado recientemente Predicador en un "cofre", una caja que contiene 4 tomos. En tres está la historia completa; en el restante, los especiales. Si buscás por la red, vas a encontrarlo en 1.500$. Una ganga.
De "100 balas" no sé nada.
Saludos.
Disculpa, Andres, una pregunta off topic.. Tenes idea que diferencia hay entre la edicion de tapa blanda y dura del Breccia Negro de Editorial Record de 1978?
Las diferencias son... todas. Lo único que tienen en común es el título. Por eso el de 2006 se llama "Breccia Negro versión 2.0".
La confusión es entendible porque la edición de 2006 tiene la misma tapa (y la misma contratapa!) que la del ´78, pero las historietas son todas distintas.
No, no, yo digo una edicion del 1978 en tapa blanda. que aparentemente tiene lo mismo que la de tapa dura...
La tapa es recolorinche...
Por que hay de las 2 en mercadolibre, y la de tapa blanda parecia mas rara...
No Andres,me entendiste mal.Mi enojo con The Cure viene del lado del facilismo.Es más facíl (en Argentina al menos)que una radio pop te haga creer que The Cure era LA BANDA gotica,y se pasen por alto todo demás,Sister of Mercy,por ejemplo.Raro es encontrar un pendejo que se diga gotico hoy en día y la conozca,o se banque sus temas de 9 minutos,por estar acostumbrados a sus 03:30 de corte radial para el top 10 de una hora.
Lo del aspecto es secundario en realidad,venia a acotación de la ridicules de algunos al respecto,la cual los hace actuar de una forma extraña con tal de definirse dentro de un determinado grupo,como cagarse a trompadas por vestirse de otra forma.
En mi caso,si o si doy look cabeza negra.No por eso me voy a teñir el pelo de rubio para encajar y que me acepten.
O quizas sea yo,que he notado que en cuanto a musica tengo lo que he denominado "el volumen un poco alto".
Yo tambien creo tener un gusto amplio,si pongo en random el reproductor de mp3,es posible que salgan cosas como Elvis Presley,Sepultura,Beethoven,Queen,Pappo,el tema de Twin Peaks,Ozzy,los Muppets haciendo covers....
Si eso no es diversidad,¿Que es entonces?
Pero a los que escuchan música tropical deben morir,el mundo no necesita tantos sordos.
Pero sacale a The Cure el rótulo de "gótico"! Hay gente que no tiene la más puta idea de qué es "lo gótico" y aún así disfruta de las glorias de The Cure. ¿No se puede mirar más allá de la ropa y el maquillaje?
Además, ¿todos los temas de The Cure son oscuros, depresivos y duran 9 minutos? No, ni en pedo. Hay miles de temas y muy, muy distintos entre sí. Imposible englobarlos a todos en ninguna definición.
¿Desde cuándo lo que dice una radio o lo que escuchan ciertos pibes que se visten de cierta forma tiene que ver con la calidad musical de una banda?
Para discutir a The Cure decime "tal disco es choto", "tal tema se cae a pedazos", "tal letra es una pelotudez atómica", "a tal músico no le da la chapa para subirse a un escenario con Smith y Gallup"... El resto no aporta más que confusión.
Es imposible,The Cure tiene una imagen,y una imagen que se asocia a un estilo.
Pero creo que me pase mi critica una banda que te gusta y que a mí no.
Pero que Sister of Mercy es rotundamente ignorada siendo algo mucho mejor,es innegable.Tu respuessta lo deja en claro,no la mencionas para nada.
Me recuerda a cuando discuto con fans de Floyd,Purple y Zeppelin sobre que la verdadera banda que origino el metal es Black Sabbath,y por más que no les guste y que las otras sean mucho mejores,con mejore musicos,letras acordes y virtuosismo y,sobre todo,cantantes(pues la voz de Ozzy es en terminos musicales,una mierda),fueron totalmente opacadas por el drogon de horrible voz,un guitarrista con la mitad de los dedos de una mano y un bajista y baterista que tocan exactamente lo mismo.
Aguante Chaca.Muerte al reggaeton.Necesito terapia.Quiero comprar dolares,te odio Cristina K.Se corto el gas y me estoy cagando de frio,por eso molesto,si me quedo quieto se me caen los dedos.Chau.
La verdad, nunca escuché lo suficiente a Sister of Mercy, no puedo opinar. No veo por qué la supuesta calidad de esa banda va en desmedro de la calidad de The Cure. No compro la teoría de que ambas pelean por el primer puesto de una especie de ranking de Mejor Banda Gótica, ni nada por el estilo.
Para comprar dólares te recomiendo Uruguay o Perú. Ahí venden dólares hasta en la caja del supermercado.
Y sí, te recomiendo terapia, de una.
Hola, disculpa que te hinche, pero me dio curiosidad esta edicion, tenes alguna idea?
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Parece ser una edición en tapa blanda y a precio popular del Breccia Negro, ofrecida por la propia Ediciones Record... La verdad que no recuerdo haberlo visto nunca, ni siquiera en los cuatro años que laburé en esa editorial...
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