Llegamos al final, nomás. La gran serie de Jonah Hex iniciada en 2005 se terminó en el 2011, para dar pie al reboot de toda la línea editorial de DC. Cambió mil veces de dibujante (de hecho no tenía dibujante titular, sino dibujantes frecuentes) pero todo, absolutamente todo lo que pudimos leer a lo largo de 70 entregas mensuales fue escrito a cuatro manos por Justin Gray y Jimmy Palmiotti. La dupla arrancó con la idea correcta y la bancó hasta el final: este era un comic 100% de autor, pero dentro del mainstream de DC (o casi, porque nunca tuvo crossovers ni nada de esas boludeces con las que suelen contaminar incluso a muchos títulos que no están ambientados en el presente).
El último tomo tiene dos hallazgos más: mantenerse lejos de las historias extensas (que no fueron precisamente el fuerte de esta colección) y recopilar nada menos que 10 episodios de un saque. Ya sólo por eso, sería un TPB poco menos que fundamental. Pero además está el último episodio, el n° 70, que es un cierre perfecto, absolutamente brillante. Si después de esas 20 páginas nunca jamás se vuelve a escribir otra historieta de Hex, está todo más que bien. Ese fue el auténtico broche de oro, la despedida triunfal, en la que Gray y Palmiotti responden las preguntas que cualquier fan de esta serie seguro se hizo mil veces y elevan al personaje al status icónico que –me parece a mí- le corresponde. El dibujo decae a mitad de camino, porque arranca con muchas pilas Ryan Sook, pero no llega a terminar el capítulo y las últimas páginas se las dan a Diego Olmos. Igual es una joya.
El episodio que dibuja Eduardo Risso no tiene un guionazo, pero se disfruta a pleno porque vemos al león de Leones dibujar cosas que nunca antes había dibujado: el combate entre un hombre y un pulpo, un circo de freaks al estilo de la película de Tod Browning... y cowboys! ¿Cuándo había dibujado cowboys el maestro Risso? Creo que nunca.
A Nelson, en cambio, le tocó un guión notable, pero no estuvo a la altura de las circunstancias. Se nota demasiado que estamos ante un dibujante mediocre, al que dibujar decentemente le cuesta un huevo y la mitad del otro. La impactante Fiona Staples fue bendecida con otro guión zarpado, maligno y perturbador, muy bien dibujado aunque con algunos excesos en materia de referencia fotográfica. El amigo español Rafa Garrés (a quien conocí compartiendo pieza en un hostel de San Diego) se pasa un poco de vanguardista: opta por un estilo muy intrincado, muy raro, una mezcla indescifrable entre Shawn McManus, Alex Niño y Mick McMahon, con un color tipo historieta clásica española de Antonio Hernández Palacios, y el resultado es una cosa que no se termina de entender, a tal punto que ni llegás a engancharte con lo que narra el guión. Y el otro invitado de lujo es el canadiense Jeff Lemire, prócer del anti-virtuosismo, que la rompe en otras 20 páginas memorables, en las que el guión de la dupla levanta un vuelo soberbio y el creador de Sweet Tooth responde con su expresionismo agreste y visceral.
Los cuatro episodios restantes están a cargo de lo más parecido a un dibujante titular que tuvo la serie, el prócer catalán Jordi Bernet. No tiene mucho sentido volver a hablar maravillas de este monstruo. Alcanza con hacer clic en la etiqueta y ver lo que ya opinamos de sus trabajos anteriores. Sí vale la pena señalar que en las historias que dibuja Bernet, Gray y Palmiotti “ablandan un cachito” a Jonah Hex. Hay más comedia, no baja la cantidad de muertes escabrosas, pero sí se filtra un rayito de esperanza, en escenas en las que Hex parece un poco menos hijo de puta y un poco más redimible. De los cuatro guiones que dibuja el catalán, el primero se pasa de gracioso, el segundo es tremendamente escalofriante, el tercero tiene una tensión magnífica y un giro final alucinante y el cuarto es apenas interesante. Lo único impresionante son las excusas por las que los enemigos de Hex no lo hacen boleta cuando tienen la oportunidad...
Y bueno, la serie se termina acá (después de 11 libros de dignos para arriba) pero la historia de Hex, al estar integrada a una industria que necesita seguir facturando, sigue en la revista All-Star Western, cuyos TPBs me pediré ni bien me los ofrezcan, simplemente porque Gray y Palmiotti siguen llevando las riendas de la caripela más fulera del Oeste, aunque ahora se haya mudado al Este.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
La verdad que son geniales las historias nuevas de Jonah Hex, crudas, violentas y llenas de esos sucesos extraños del viejo oeste que son la posta (el pulpo de Risso en la carreta con agua es buenisimo) y coincido totalmente con todo lo que decis.. excepto que Jordi Bernet dibujando Jonah Hex esta mas desubicado que chupete en el culo, todo bien con el tipo pero ese estilo para pibitos onda pequeña Lulu que tiene el chabon no pega ni con moco con este tipo de argumentos, encima le tocaron historias re zarpadas: El origin posta de Jonah Hex con la tomahawk caliente y la historia con Talullah Black y el chabon las re cago mal!.
El resto coincido 100% con vos, Jonah Hex tendria que estar al lado de Batman.
nada que ver con esto
pero gaiman anuncio que va a escribir una precuela de sandman.
te dejo el link
http://www.comicbookresources.com/?page=article&id=39721
Sí, increíble. Mañana vamos a postear toda la info en la página de Comiqueando.
Pregunta del mainstream... es recomendable o es comprable los comic de BATGIRL escrito por Gail Simone y Catwoman escrito por Judd Winick y que esta publicando ECC?
Gracias...
Yo no recomendaría ni compraría ninguna de las dos. Lo cual no significa que a vos no te vayan a gustar...
Publicar un comentario