Es extraño lo que me pasó con este libro. Todavía no sé si me gustó o no. Me gusta que sea raro, que Paul Cornell haya buscado una ambientación tan atípica para un comic de superhéroes... Pará: ¿Es de superhéroes? ¿O es una especie de Lord of the Rings en esteroides? Es el medioevo y los héroes son guerreros, hechiceros, caballeros... Todo parece salido de un juego de rol onda Dungeons & Dragons bastante pasado de rosca, empezando por el hecho de que los protagonistas se conocen en una taberna. Por ahí lo que menos me gustó es que es un comic con cero sutileza. Desde la primera página se impone el palo y palo y no para nunca. Lo único que hace es crecer en grandilocuencia. Y me da la sensación de que los personajes que juntó Cornell en Demon Knights daban para plantear la epopeya de un modo un cachito más sutil, menos frontal, menos “in your face” y por supuesto menos obvio.
Lo que más me gustó es cómo Cornell reparte el protagonismo entre todos los miembros de este improvisado equipo. No son Demon y sus sidekicks. Todos tienen algo grosso para aportar y la trama se enriquece de esta multiplicidad de aportes. Me gustó también que recuperara a Sir Ystin, la Shining Knight creada por Grant Morrison para Seven Soldiers of Victory. Por supuesto desconfío de que Vandal Savage pueda funcionar como personaje recurrente en este rol de “juego para los buenos, pero no tengo drama en ensuciarme y hacer trampa como los malos”. Y los personajes nuevos me gustaron, les veo bastante potencial. Es obvio que, el día que haya que boletear a alguno de los buenos, tienen todos los números los personajes creados por Cornell. Pero hasta que eso suceda, sospecho que el guionista les va a sacar un rico jugo a Exoristos, Al Jabr y Horsewoman.
La trama en sí se zarpa un poco en lo extremo de la amenaza a la que deben enfrentar los Knights y en el protagonismo que tiene la machaca. El medioevo ofrece también jugar por el lado del género bélico, de la intriga palaciega, del romance... Acá todo se limita a lanzar conjuros y repartir espadazos y hachazos. Por suerte Cornell encuentra un huequito donde meter (casi a presión) un subplot que tiene que ver con la búsqueda del Santo Grial, al que le pongo una ficha, porque es un tema que me ceba desde siempre.
Toda esta orgía de violencia, destrucción y sangre está plasmada en imágenes por Diógenes Neves, un dibujante brazuca correcto, por ahí un poquito estridente, al que se le nota el esfuerzo de salir de la sombra del estilo pochoclero noventoso (Jim Lee, Marc Silvestri, Jeff Campbell, esa onda) y darle a su estilo más expresividad, más riesgo. Neves es una especie de Tom Derenick con línea más finita y más atención por los detalles. Y más allá de algunas pifias menores, el brazuca pone huevo. No dibuja todos los fondos que a uno le gustaría ver, pero los que dibuja están espectaculares. Se esmera para darle rasgos y gestos propios a cada uno de los protagonistas y cuando arriesga en la narrativa, sale bien parado. Hojaldre: me imagino esto en blanco y negro y me parece que se cae a pedazos, que se convierte en el festival pedorro de las líneas, las rayitas y los detallitos innecesarios. Por suerte mete mucha mano Marcelo Maiolo, un colorista al que no conocía y que hace muchísimo por sumarle onda, fuerza y hasta vuelo al dibujo de Neves. El combo entre dibujante y colorista funciona muy bien y también suman muchísimo esas secuencias de Sir Ystin que no sé si son de Michael Choi o de Robson Rocha, pero de todos modos están bárbaras, en un estilo mucho más clásico, más para el lado del maestro John Bolton.
Bueno, al final el balance da bastante decente. No te dejes engañar por esa horrenda portada de Tony Daniel: esto no es sólo Demon y no está ni remotamente tan mal dibujado como esa tapa. Es un comic raro, que por ahora abusa un poco de la grandilocuencia y mucho de la violencia, pero que tiene un guionista muy ingenioso, del que siempre se pueden esperar giros impredecibles y copados, y un elenco que seguramente con más desarrollo y más aventuras a sus espaldas puede dar buenos frutos. Por la chapa de Cornell (que ya se fue de DC, como tanto otros) y por ser fan de Demon, Madame Xanadu y Shining Knight, me juego a comprar un Vol.2 antes de dar un veredicto más categórico.
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6 comentarios:
Ah, Xanadu también juega de local en DK?
Mira vos, no la tenía esa. Capas le dé una oportunidad por scans, el que me entretiene a mi mes a mes es All Star Western, Jonah Hex y el doctor Arkham hacen un equipo bastante piola.
Ese libro está ahí, esperando pista.
El próximo de los New 52 que tengo para leer es el de Swamp Thing.
che Andres ¿hay posibilidades de que hagas una reseña de ese crossover que salio hace poco de Popeye y Mars attack que edito IDW?
Sólo si alguien me regala el libro, Anónimo...
Felicidades por tu blog,es muy bueno.http://kanito78.blogspot.com.es/
Che, acabo de leerlo. Me pareció una pavada por completo...
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