el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 27 de enero de 2013

27/ 01: EL ALMANAQUE DE MI PADRE

Y, no. Hermosos los dibujos, maravillosa la narrativa, copada la línea que baja, pero la verdad que el argumento que se le ocurrió a Jiro Taniguchi para El Almanaque de mi Padre no se banca ni a palos 270 páginas de historieta. Me animo a resumirlo así: Cuando muere su padre, Yoichi vuelve después de muchos años a su pueblo, se reencuentra con su familia y le cae la ficha de los muchos errores que cometió en la relación con su padre, al que él veía de una manera pero los hechos demuestran que era de otra. Fin.
Básicamente la obra habla acerca de cómo la falta de diálogo deteriora las relaciones familiares, genera rencores, potencia dolores y –a la larga- sólo sirve para que los vínculos afectivos se enfríen hasta desaparecer. Ya me lo explicaron Mike & the Mechanics en la bellísima canción “The Living Years”, allá por 1988, y les alcanzó con cuatro minutos. Taniguchi complementa esta idea chiquita y de entrecasa con un excelente trabajo de desarrollo de personajes, con su típico clima de pachorra provinciana donde todo pasa más por la contemplación que por la acción y por supuesto con dibujos tan perfectos que no parecen obra de un ser humano.
La primera mitad de la obra, en la que rememoramos la infancia de Yoichi, tiene bastantes puntos en común con Barrio Lejano, el gran clásico del sensei, y seguramente es la mejor parte de El Almanaque... La gran diferencia está en el conflicto: en Barrio Lejano, un elemento fantástico (el viaje en el tiempo de la mente del protagonista) hace que haya una chance de torcer el destino, o por lo menos de averiguar por qué carajo pasa lo que pasa. Entonces uno se ceba con la trama, hace fuerza para que Hiroshi descubra la verdad sobre lo que sucedió en su familia, para que se transe a la minita que le gusta... Hay una inclusión mayor del lector en la trama. Acá no. Vos sabés que el conflicto no tiene solución porque, como el padre de Yoichi ya está muerto, lo que se tienen que decir no se lo van a decir nunca. Taniguchi repite el tópico de una separación traumática de los padres por causas que los hijos desconocen, pero lo resuelve de otra manera: bastante antes de la mitad de la novela, ya sabés qué pasó, por qué, y sólo te queda preguntarte quién y cuándo se lo va a explicar a Yoichi para que no sufra tanto. Entonces no te involucrás, te resignás y decís “y bueno, que se jodan por no haber hablado las cosas en su momento”.
Otro elemento que Taniguchi no subraya es que Yoichi termina por hacer lo mismo que tanto le reprochaba a su padre. Supuestamente este, al estar absorbido por el trabajo, le daba cero bola a sus hijos. ¿Y Yoichi qué hace? Lo mismo, con el agravante de que vive en otra ciudad, lo cual le da la excusa perfecta para no volver nunca a visitar a su viejo, su madrastra, su hermana y su tío Daisuke (lejos, el mejor personaje de la novela). Sobre el final, Taniguchi pega un golpe bajo cuando hace reaparecer a la mamá de Yoichi, a la que este no veía hacía 30 años. Pero, ¿se van a poner las pilas para hablar y pasar en limpio todo lo sucedido allá lejos y hace tiempo, o seguirá la acumulación de rencores y de facturas que nadie tiene los huevos para pasar? Nunca lo sabremos. Al autor parece no importarle explorar esa veta, cuya aparición es la única sorpresa, la única situación impredecible de la segunda mitad de la novela.
En rigor de verdad, El Almanaque... es anterior a Barrio Lejano. Y visto así, como un ensayo fallido para una obra maestra, empieza a tener un poco más de sentido. Porque podemos teorizar (en una de esas mandando fruta) que Taniguchi se dio cuenta de qué cosas no funcionaban en El Almanaque... y las corrigió en su siguiente obra de corte similar. O no, qué sé yo. Por ahí hay gente a la que El Almanaque... le gusta más porque prescinde del elemento fantástico. A mí, realmente, se me hizo muy larga. Me parece una oda a la nostalgia, a lo lindo que era todo cuando éramos chicos y nada nos importaba una goma, a valores que tienen que ver con las raíces, la identidad, el lugar de donde somos, la gente con la que nos criamos... y está bárbaro, pero 270 páginas de eso, sin un conflicto fuerte atrás que lo sustente, se me hicieron demasiadas. Y eso que el dibujo de Taniguchi no baja jamás del nivel glorioso de sus mejores mangas...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí me pareció una obra extraordinaria, donde se retrata de manera exacta la sociedad japonesa, criticándola (la exigencia del trabajo sin ver a la familia, los casamientos consensuados), y además tocar el tema del reencuentro de padres e hijos y nuestra visión que teníamos cuando eramos jovenes me parece muy buen planteo. Sí te doy la derecha de que se hace una obra muy larga, aunque el dibujo sea excelente

Andres Accorsi dijo...

Coincido en que toca temas copados y los toca bien. El tema es que ninguno amaga siquiera con dar origen a un conflicto fuerte.

Fede dijo...

Andres, ya que se habla algo de Barrio Lejano, se te viene a la mente algo para recomendar del estilo de historieta que muestre en sus temas una costumbre o algún momento social de cualquier pais, española, japonesa o lo que sea?

Andres Accorsi dijo...

Sí, millones. REcorré un poquito los casi 37 meses del blog y vas a encontrar muchísimas.

Anónimo dijo...

Andrés, animate a escribir un libro con la historia del comic por diferentes paises, que con la manera de contarlo en el blog va a ser muy entretenido

Anónimo dijo...

Hola Andrés. Una consulta, ¿leiste Irresimible de Mark Waid? ¿Vale la pena?
Saludos.

Andres Accorsi dijo...

Primer Anónimo: no, gracias. Mi vida ya es bastante complicada así como está.
Segundo Anónimo: No, nunca leí Irredeemable.

Anónimo dijo...

Hola Andrés, aca te dejo el link de un comic hecho por mi por si tenes ganas de leerlo. No te llevará más de 15 minutos. Saludos y muy bueno tu blog. Nico

http://www.4shared.com/file/WTtfTZiV/Los_planetarios_el_regreso.html

Diego Agrimbau dijo...

Coincido, mi estimado. Leí el Almanaque de mi Padre después de Barrio Lejano y claramente me pareció una obra innecesaria. Que sea un ensayo previo lo explica bastante.