el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 7 de julio de 2013

07/ 07: SCOUT Vol.1

Hoy por ahí se habla menos de Timothy Truman, pero en los ´80 era un autor decididamente protagonista, aunque no de primera línea, porque la primera línea era MUY heavy. Truman era (y aún es) un autor medio a contramano del mercado, en parte porque no le interesa el género superheroico, y aún así, varias veces le fue muy bien. De sus muchas creaciones, la que más prosperó fue Scout, lanzada en 1985 en la editorial Eclipse y cuyos primeros 16 episodios recopiló hace no tanto Dynamite.
Scout es una variación muy interesante de Mad Max. Truman nos sitúa en un futuro cercano (tan cercano, que hoy ya es pasado), claramente distópico, en el que EEUU quedó aislado del mundo, con escacez de alimentos y energía y un gobierno corrupto y manipulador, obscenamente alineado con los intereses de las grandes empresas. Por supuesto, el orden se mantiene a punta de riffle y ametralladora, como en todo sistema político que excluye a las mayorías. En ese contexto se mueve Emanuel Santana, alias Scout, hijo de apaches, ex-milico, hoy vagabundo de los caminos al que los espíritus de su ancestros eligen para limpiar a EEUU de estas pestes. Junto a Gahn, su guía espiritual con forma de ardillita que habla, Scout, su moto y sus chumbos recorrerán los polvorientos caminos de Arizona, New Mexico y Texas para impartir justicia y confrontar a los Cuatro Monstruos, entidades malignas de enorme poder, encarnadas en los jerarcas del régimen y sus amigos. Y claro, los ex-compañeros de Santana harán lo posible por detenerlo.
Esto es grim ´n gritty clásico de los ´80. Con mucho texto por página, mucha introspección, diálogos filosos, alguna teta por ahí perdida (para aprovechar que esto se editaba por afuera del radar del Comic Code Authority) y sobre todo con mucha violencia. Scout es un personaje de alto contenido místico, obediente de los rituales de su tribu, pendiente de su espiritualidad y en paz consigo mismo. Pero –mirá qué linda contradicción- está entrenado para ser la perfecta máquina de matar y Truman lo prefiere en ese rol. Con el correr de las páginas, Scout se convierte en una especie de Rambo o Mad Max apache, un maestro en el manejo de todas las armas, con un aguante increíble, una enorme sagacidad para el combate y cero reparos a la hora de volar en mil pedazos a sus oponentes. O sea que hay que venir preparado para una alta dosis de machaca, bastante más cruda y shockeante que la que se veía en los comics de superhéroes de los ´80.
En cuanto al dibujo, Truman es un alumno aventajado de Joe Kubert, miembro de aquella camada mágica en la que también estaban Rick Veitch, John Totleben y Stephen Bissette. Lo único que no aprendió del maestro es la elegancia. Se ve que ese día faltó a clases. A Truman no le interesa la elegancia, lo suyo es áspero, brutal, sucio. No le pidas que dibuje lindas minas, porque no le salen. En todo el libro debe haber... dos caras lindas de mujeres. El trazo de Truman es intrincado, laborioso. Se nota que se rompe el culo para llevar a la página las cosas que ve en su mente, y entre tanto esfuerzo, cada tanto se cuela algún error de anatomía (no en Hawkworld, porque Alcatena se los corregía). El fuerte de este autor es, por un lado, la expresividad de sus personajes, su potencia a la hora de transmitir sensaciones. Y por el otro, su manejo de la narrativa, atractivo, moderno, siempre con el timing justo, sin estridencias innecesarias. Por supuesto, leído hoy, este TPB requeriría como 50 páginas más para descomprimir un poco el relato, tener menos cuadros por página y menos texto por cuadro. Pero en su contexto ochentoso, acá hay una solidez narrativa que ni siquiera en esa época era muy frecuente.
Mención especial para Tom Yeates, dibujante habitualmente frío, con poca personalidad y con más pilas para hacerse el virtuoso con el plumín que para ponerse al servicio del relato. Acá dibuja el epílogo (con guión de Truman, claro) y se juega mucho más que en otros trabajos para ponerle onda y dinamismo a páginas MUY sobrecargadas de texto. Bien por este abonado a casi todas las publicaciones de Eclipse. Y también el aplauso para Dynamite, que logró dotar a esta reedición de un color magnífico, a años luz de las abominaciones que veíamos en los comic-books de los ´80.
Tengo para leer pronto el segundo recopilatorio de Scout, y ya estoy puteando porque no hay más. Voy a tener que completarla en revistitas, porque me enganché mucho con esta saga oscura, intensa, repleta de violencia, pasión y personajes muy bien construídos que –andá a saber por qué- nunca coleccioné en su momento.

6 comentarios:

rodrigo dijo...

Osea que la edición de Dynamite no está completa?

Otra consulta, el libro "Informe sobre ciegos" editado por Colihue , contiene además otras versiones de cuentos hechas por Breccia.
¿Son las mismas que editó en los 90, Doeyo? en el tomo "obras completas de Breccia" o son distintas?

Sucubo dijo...

Creo que en la edición de Colihue están también la gallina degollada y el corazón delator.
Yo la versión que tengo es la española de Co&Co pero en la pagina es la info que mandan

P.C. dijo...

Es un desastre que hayan editado La Gallina Degollada en blanco y negro, sin el rojo. Le saca toda la fuerza a la historieta, para eso ni la hubiesen puesto. Realmente incomprensible

Andres Accorsi dijo...

Rodrigo: la edición de Dynamite cubre los primeros 16 comic-books de Scout, menos de la mitad de lo que hizo Truman.
La edición de Colihue de Informe Sobre Ciegos trae además:
El Corazón Delator
La Gallina Degollada
La Pata de Mono
Donde Suben y Bajan las Mareas
Acuérdate
Semejante a la Noche

Las dos últimas (adaptadas por Juan Sasturain) están en el libro Versiones, editado por Doeyo en los ´90.
Las otras cuatro están en el Breccia Negro, editado por Record en 1978.

Anónimo dijo...

La gallina degollada con el color original está en el libro La Argentina en pedazos...

No se si se consigue ahora, yo lo compre hace bastante en una librería de saldos...

Nacho.

Jorge Inzaghi dijo...

muy bueno, yo tengo Grimjack del mismo autor, conseguí dos tomos q compilo norma