el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 9 de julio de 2013

09/ 07: A1 Vol.2

A fines de los ´80, cuando el comic británico explotaba con una creatividad y un talento imposibles de contener de un sólo lado del Atlántico, los maestros Dave Elliott y Garry Leach lanzaron seis tomos de una antología llamada A1, que no sólo se convertiría en mito, sino que además pondría en el mapa a la editorial Atomeka, legendaria desde entonces. Por supuesto, no todo el material de A1 era de primera, y por supuesto que había autores yankis y australianos colados entre la horda británica. Lo cierto es que esos seis números fueron un hito y yo, que los tuve todos y como un boludo los perdí, ahora logré recuperar tres. Veamos con qué me encontré en este, editado en 1989.
Arranco por la tapa de Mr.Monster. Ahí me espera una historieta de este personaje creado por Michael T. Gilbert, con un argumento medio boludo, pero dibujado como los dioses, lleno de homenajes a Will Eisner. Una pena el traspaso a blanco, negro y grises, porque visualmente esto era una joya. Le sigue Bricktop, una historieta muy ganchera, escrita y dibujada por Glenn Fabry, que es el primer capítulo de una serie. Ojalá continúe en los otros tomitos que tengo, porque pinta muy bien. Jeepster es un unitario exquisito escrito y dibujado por Philip Bond, perfectamente planteado y resuelto en seis páginas sin el menor desperdicio. El siempre oscuro Al Davison se pasa de vanguardista, así que me voy a la siguiente historia, una joyita de cinco páginas mudas, a cargo del maestro Barry Windsor Smith. Una belleza dibujada en un estilo casi minimalista, cercano al de Moebius.
Otra que sufre el paso a blanco, negro y grises (y que nunca vi a color) es Kyrn, una breve pero intensa historia de un bárbaro onda Conan, escrita por el ignoto Paul Behrer y dibujada con las mega-pilas por el increíble Simon Bisley. Le sigue una historia muy tensa y perturbadora, dibujada por el nunca bien ponderado Shawn McManus y escrita por su hermano Kevin junto a Steve Moore, el hermano de Alan. Papita fina y aterradora. Warren Pleece también trabaja con un guión de su hermano Gary, en una especie de sátira autobiográfica de dos páginas, bastante lograda.
Y este lado de la antología cierra con una historieta muy bizarra (pero demasiado bien dibujada) de Ted McKeever y una de Eddie Campbell, protagonizada por Bacchus, su personaje más conocido. Nunca me terminó de convencer Campbell, pero esto está bastante bien.
Arranco ahora por la tapa de Bill Sienkiewicz (orgía) y ahí me espera la mejor historieta del tomo: una slice of life dramática, escrita por Peter Milligan y dibujada por David Lloyd, ambos en un nivel altísimo. Una verdadera maravilla. Bond regresa en equipo con su amigo Jamie Hewlett para una historieta cómica que satiriza a los fans salames de las bandas de rock. Y un puñado de los mejores dibujantes del universo ofrecen sus versiones de Mr. X, el icónico personaje de Dean Motter.
También tenemos un episodio de The Bojeffries Saga, una de las creaciones más raras de Alan Moore, con muy buenos dibujos de Steve Parkhouse y un guión... medio indescifrable. Phil Elliott pela una historia muy interesante, dibujada en un estilo muy francés, muy de línea clara, con fuertes claroscuros.
Me salteo una muy chota y voy con las dos últimas. Elephants Graveyard tiene sólo tres páginas que le alcanzan a Raymond Ward sólo para tirar un par de ideas atractivas, que no llega a desarrollar. Dibuja un primerizo Dale Eaglesham, que ya se la bancaba muy decorosamente. Y cierro con otra joyita breve: cuatro páginas escritas por otro guionista ignoto (Graham Marks), que mezclan con talento y destreza la locura de Vincent Van Gogh con las atrocidades de Jack el Destripador. Dibuja el glorioso John Bolton, en una línea que rinde tributo al máximo pintor del expresionismo. Muy grosso.
Si te gustan las antologías, seguro oíste hablar de A1. Por ahí porque en las últimas décadas, los editores intentaron relanzarla varias veces. Sin embargo, nunca les fue bien porque nunca se pudo igualar el nivel de estos seis tomitos. Acá hay una magia difícil de repetir. Vuelvo pronto a entrarle a los otros dos tomos que logré recuperar.

12 comentarios:

Sucubo dijo...

Para que no quede huérfana la entrada propongo la siguiente encuesta entre los lectores: ¿Cual autor y/o dibujante debe ser catalogado como sobón? Individualice y fundamente brevemente.

Andres Accorsi dijo...

Jajajaja!
Definamos bien qué es un sobón primero...

Sucubo dijo...

Según el larusse: Que por sus excesivas caricias y halagos se hace fastidioso Díc. de la persona taimada que elude el trabajo.

P.C. dijo...

Yo a Manara le diría "sobón", pero tomando en cuenta una definición totalmente distinta sobre el término.

Anónimo dijo...

Por simple curiosidad, como perdiste los tomos?

Sucubo dijo...

Yo propongo al dibujante de 30 días de noche. Un tipo que evite poner un fondo en casi todo el libro es indudablemente un sujeto taimado que evita el trabajo. Ergo sobón

Anónimo dijo...

C.P Smith tambien es indudablemente un sujeto taimado que evita el trabajo. Todo con fotos

Andrés G. dijo...

Se puede gente del palo del manga? Porque se me viene a la cabeza Yoshihiro Togashi.

Sino del mainstream norteamericano, capas Tony Akins, o Moritat que dibujando minas es vergonzoso.

Andrés G. dijo...

Ah, me olvidaba del amigo Greg Land.

Andres Accorsi dijo...

¿Mike Deodato Jr. entra al ranking? Supongo que sí, no?

Andres Accorsi dijo...

Ah, ¿cómo perdí los seis tomitos? Me los compré en mi primera convención de San Diego (1991) y me los mandé por correo a mi casa en una cajita que nunca me llegó. Fue la primera y la única vez que no me llegó algo que me mandé a mí mismo por correo desde EEUU.

Anónimo dijo...

concuerdo con PC, para mi el más sobón es Manara, porque además de que los propios personajes se excedan en caricias, proboca el ¨sobamiento¨ en el lector de alguna manera (aunque sea en las ideas!), en fin, que pa vagos ya hay demasiados a falta de sobones!