Este tomo sigue, a grandes rasgos, los lineamientos del anterior. La saga Fear Itself, la mega-machaca a todo o nada contra el hermano perdido de Odin conocido como Serpent, llega a su cataclísmico final en revistas que no leeré jamás y en Journey into Mystery vemos el lado B de la epopeya. La especialidad de Kieron Gillen en esta serie parece ser esa: mostrarnos lo que pasa por atrás de los combates grandilocuentes entre monos hiper-poderosos, en una apuesta por el anti-pochoclo sumamente arriesgada y a la vez acertada.
Lo malo es que sigue prisionero de una saga chotísima y todo lo que pasa en este tomo tiene por lo menos algo que ver con Fear Itself y sus efímeras consecuencias (-Uy, se murió Thor! -Sí, claro). Y lo bueno es que JiM está MUY bien escrito, de nuevo con alucinantes diálogos, magníficos bloques de texto y una pátina de inteligencia, de elaboración, de fineza poco frecuente en el mainstream de Marvel. En materia de guiones, los puntos más altos del tomo son dos unitarios, dos episodios que bien podrían no estar, pero que le sirven a Gillen para terminar de redondear a dos personajes: uno es el que está protagonizado por Volstagg (nunca tan grosso) y el otro, con Mephisto como figura excluyente, le da al guionista la posibilidad de explorar el tema de los dioses, los demonios, las entidades cósmicas que pueblan el Universo Marvel. ¿Cómo se relacionan entre sí? ¿Qué orden jerárquico existe entre ellos? ¿Cómo responden a estas mega-crisis que amenazan con alterar “para siempre” el status quo y el equilibrio de poderes? Un Mephisto muy rosquero y muy gracioso nos revela todo esto en un unitario que –ahora sí- me hizo acordar mucho a Sandman.
Y hay un unitario más, también escrito de modo exquisito, pero no por Gillen, sino por Robert Rodi, autor de aquella memorable saga de Loki que reseñamos un lejano 25/03/10. Esto es una especie de pasada en limpio de algunas cosas planteadas por Gillen en el tomo anterior, sobre todo lo que tiene que ver con la forma en que este nuevo Loki se relaciona con los distintos personajes de Asgard. Si con esto la serie no captó nuevos lectores que se cebaran mal con la trama, era para cerrarla y dedicarse a la decoración de tortas.
Entonces tenemos tres unitarios muy, muy atractivos y tres episodios un poco menos gancheros, aunque muy llevaderos, en los que avanza la saga del joven Loki y sus aliados, siempre a la sombra de los sucesos de Fear Itself. Veamos qué onda los dibujantes, ya que esta vez Doug Braithwaite brilla por su ausencia y aporta apenas un flashback de tres páginas.
El unitario de Robert Rodi viene con un ancho de espadas, que es el dibujo de Pasqual Ferry. El español es un dibujante del mega-carajo incluso cuando labura a media máquina y acá, si bien no deja la vida, cuenta con el apoyo de un monstruo del color digital, el increíble Frank D´Armata. Entre los dos logran unas páginas realmente hermosas.
Los tres episodios de la saga central están a cargo del muerto, del fiambre, del irredimible Whilce Portacio, pésimo dibujante si los hay. Me niego a dedicarle más puteadas, prefiero arrojar un piadoso manto de silencio. Simplemente digo... ¡Tres episodios! Capaz que son más que los que dibujó para WetWorks, su notable “creación” de los ´90...
Y los dos unitarios que escribe Gillen caen en manos de Richard Elson, un dibujante de estilo bien clásico al que jamás había visto ni oído nombrar. Es raro, porque en la historia protagonizada por Mephisto se lo ve bastante precario, duro, con algunos problemas en la anatomía y las caras, mientras que en el unitario de Volstagg está mucho más suelto, más plástico, mucho mejor. Trabaja con distintas coloristas, es cierto, pero ¿eso explica tanta mejora entre una historieta y otra? Ni idea, lo cierto es que si los próximos laburos de Elson se parecen a lo que hace acá en su segundo unitario, va a ser un nombre a tener en cuenta.
Journey into Mystery avanza a paso firme, pero sin apresurarse, hacia ese hermoso lugar, ese nirvana llamado “comic de autor dentro del mainstream”. Sigo cebado como para entrarle muy pronto al Vol.3, a ver con qué me sorprende Kieron Gillen ahora que se sacó de encima la pesada mochila de Fear Itself.
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4 comentarios:
Andres, tira la data del Outlet de la Revisteria, queda en la misma galeria de Corrientes?
Totalmente offtopic: etuve viendo el documental necesary evil y me ponia nervioso cada vez que aparecia geoff johns. Me lo imaginaba de golpe hablando en castellano y diciendo cosas como que entre los villanos hay runflas espurias o llamarle machaca a las escenas de pelea
Anónimo: el outlet de La Revistería está en la misma galería, en uno de los tantos locales que alguna vez ocupara Camelot.
Pablo: ya está científicamente comprobado que Geoff Johns y yo somos distintas personas, con distinta matriz genética y todo. Si él se esfuerza por hablar como yo, problema suyo ;)
ya te salieron pelitos en las bolas Agorddi? Si no cómo se explica que sigas leyendo con tanto deleite estas estupideces ingenuas y parametradas dirigidas a los infantes y pre-adolescentes. Se nota que las otras cosas que lees no te entran, Bolú!
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