Otra vez volvemos sobre el tema de los libros y los tiempos. Cada libro de Bife Angosto tiene 96 páginas. Ponele 92, porque hay que poner una carátula, un prólogo y la indicia. De a dos tiras por páginas, para llenar 92 páginas necesitás 184 tiras. Gustavo Sala produce una por semana, 52 por año. Para juntar 184 tiras producidas a ese ritmo, hacen falta tres años y medio, más o menos. ¿Los tomitos de Bife Angosto salen cada tres años y medio? No, los tiempos entre un librito y otro son bastante más breves. Entonces, ¿cómo se llenan las 96 páginas?
Esta vez, Gustavo tiene MUCHAS páginas para llenar con material inédito, que no salió en el Suplemento No de Página/12. Muchas, de verdad. Y se pone a producir material especialmente para este libro, con resultados desparejos. Los chistes de pogo, por ejemplo, son brillantes. En cambio la saga de “Bife Angosto para colorear” repite muchísimos gags que ya vimos en las tiras, mínimamente camuflados. Además, al publicar una sola tira por página y sin color, hace que le prestemos mucha más atención al dibujo, y la verdad es que no está mejor que en las tiras que salieron en el diario. Ya más cerca del final, esas cinco páginas en las que el autor se dibuja a sí mismo “negociando” con el público cuántos bises va a incluir el tomito, son un choreo a mano armada, con una idea muy obvia y dibujadas así nomás, sin un mísero fondo, apenas salvadas por el color. La última viñeta de esa serie de tiras es brillante, pero hasta llegar a ese punto, Sala te mezquina lo que vos querés leer para hacerte comer un relleno muy poco feliz.
¿Por qué tanto apuro, digo yo? ¿Por qué no esperar un año más y tener 52 tiras nuevas para llenar más dignamente 26 páginas de este librito? ¿Alguien cree que de acá a un año se van a extinguir los fans de Sala? ¿O que alguien en Página/12 está por reemplazar la tira de Bife Angosto con alguna otra? ¿Cuál es la urgencia? Si me dijeran que se trata de un boom editorial sin precedentes, que agota 60.000 ejemplares en dos meses… qué sé yo… quizás se justifica. Pero de Bife Angosto se imprimen 2000 ejemplares y se agotan –con suerte- en 9 ó 10 meses. O sea que las finanzas de la editorial no peligran si durante dos años no salen nuevos tomitos de esta colección.
Y bueno, entre todos estos “bifes infiltrados” de dispar calidad, están los bifes auténticos, los que leímos semana a semana en Página/12, o en el Facebook de Gustavo. Ahí hay, como siempre, varias gemas del humor demente-escatológico-satírico del ídolo marplatense. Y algo que no recuerdo haber visto en otros tomos: una tira que me hizo explotar de risa en la primera viñeta, me hizo reir de nuevo en la segunda y para la cuarta ya estaba doblado en tres, llorando a carcajadas. Fue la de Lito Vicious, de la página 29. Por supuesto están esos otros chistes tan típicos de Sala, donde la gracia se genera en la acumulación, o en el in crescendo de cosas cada vez más zarpadas o más ridículas, y entre esos también hay varios gloriosos. La de las caricaturas de Mahoma o la de la embarazada de izquierda entran de una en el panteón de las mejores tiras de Bife Angosto de todos los tiempos. Otras dos genialidades que quiero destacar son la de la banda que es heavy las 24 horas y la Guía Para Saber si una Película es Buena o Mala. Esa tira es perfecta y, puesto a rellenar espacio, si yo fuera Sala la habría reversionado para darle más espacio y que se lean mejor los textos, que son uno más acertado que el otro. Así, todo apretadito en 10 viñetas microscópicas, es un golazo. En una página entera, sería un hito definitivo del humor gráfico.
Del dibujo de Gustavo ya hemos hablado mucho en reseñas anteriores. Acá lo que más llama la atención es la diferencia entre las tiras a todo color, las tiras en blanco y negro y las que están coloreadas así nomás, con un solo color en los fondos o en alguna figura, sin tonalidades ni atención por los detalles. Obviamente donde mejor se ve el dibujo es donde más pilas se ponen los coloristas. La portada es bastante olvidable, con un dibujo muy extremo, sin el ingenio de ninguna de las tres portadas anteriores, y con un color (del inmenso Ariel López V.) resuelto sin demasiadas ganas.
Espero sinceramente que el próximo recopilatorio de Bife Angosto salga a fines de 2018, cuando Sala ya tenga hechas y publicadas en Página/12 una tanda de 184 tiras nuevas. Total, se trata de un autor con tanta producción por afuera de la tira, que si surge el apuro por editar nuevos libros suyos, nunca va a faltar material. Y ya sabemos (lo comprobamos varias veces acá en el blog) que mucho de lo que crea Gustavo Sala por afuera de Bife Angosto le hace el aguante tranquilamente a la tira en materia de calidad.
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