Me topé de casualidad con esta breve novelita gráfica de 48 páginas y decidí leerla a pesar de que no soy fan de Jay Faerber, el guionista. Me sedujo la consigna, redactada de modo muy ganchero en la contrapa, y le entré. La verdad que es un planteo MUY atractivo. Escuchate esto:
Rebecca tiene alrededor de 35 años. Es madre soltera. Tuvo a su hija Emily hace casi 16 años. Sin embargo, ni bien pudo, la mandó a un colegio pupilo en vez de criarla ella misma. ¿Por qué? Porque Rebecca es superheroína, y tiene miedo de que alguno de sus enemigos averigüe su identidad secreta y busque ponerla en jaque a través de amenazas a su hija. Pero tras un feroz combate con el mailgno Zero, Firebird (que es el nombre con el que la gente conoce a Rebecca) queda malherida y está hospitalizada, tras perder mucha sangre. Necesita una transfusión y la sangre tiene que ser de Emily, no sólo porque es su hija, sino porque (aunque la joven no lo sepa) tiene los mismos poderes que su mamá. El papá de Rebecca va entonces a buscar a su nieta al colegio pupilo y tiene la dura tarea de contarle a Emily lo que su mamá le ocultó todos estos años. Ahora, con todo esto blanqueado, Emily tiene que aprender a ser superheroína, y Rebecca tiene que aprender a ser mamá.
Parece mentira que en tantas décadas de “legacy heroes” a nadie se le haya ocurrido esta consigna para una serie. Y el problema que tiene Firebirds es que no es una serie, es un one-shot. Con eso en mente, Faerber se guarda las últimas 18 ó 20 páginas para una machaca innecesaria de Firebird y su hija contra Zero, en las que el ritmo cambia brutalmente respecto de las primeras 28 ó 30 páginas en las que se desarrolla la idea que expliqué en el párrafo anterior. Casi si entrenamiento, con pocas secuencias dedicadas a explorar la nueva relación entre madre e hija, la acción lleva a Emily a ponerse un traje de superheroína y salir a pelear contra el zarpado que casi mata a su mamá justo antes de que arrancara la historia. Lógicamente, el tramo final, esa acelerada medio bestia de Faerber, no contribuye a bancar el alto nivel de las primeras páginas.
De todos modos, cuando Firebirds derrapa hacia el típico comic de peleas entre tipos y minas disfrazados, ya tenemos a tres personajes (Rebecca, su papá y su hija) perfectamente delineados, con la dinámica entre ellos muy bien pensada y muy bien establecida. Faerber elige no indagar en la personalidad ni en las motivaciones del villano (es malo y punto) y no es una decisión reprochable, si pensamos que sólo tiene 48 páginas para contarnos toda la historia.
Al frente de la faz gráfica está el argentino Andrés Ponce (el que trabajaba con Darío Brizuela en la Billiken), secundado por otro argentino, el colorista Néstor “Nano” Pereyra. El trabajo de Nano es parejo a lo largo de todo el tomito y está muy bien. Ponce, en cambio, te muestra en la portada un nivel de dibujo que después no se vuelve a ver en las páginas interiores. Las fallas no son demasiadas y están concentradas casi todas en los rostros de los personajes, algo que Ponce mejoró en trabajos posteriores (esto es de 2004). Los problemas en la anatomía son mínimos y la dedicación puesta en los fondos va fluctuando: por momentos Ponce deja la vida en cada fondo, y por momentos se los saca de encima con lo mínimo indispensable. En general es un trabajo aceptable, ni brillante ni catastrófico, uno más en el maremagnum del comic sin demasiada identidad gráfica con el que habitualmente se asocia al género de los superhéroes.
Firebirds, sin personajes conocidos, sin un universo heroico atrás y sin autores rutilantes, tiene algo que pocos comics de superhéroes tienen: una idea fuerte, novedosa y muy fértil, aunque no se haya desarrollado más allá de estas 48 páginas.
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5 comentarios:
¿Que sucede con el sitio de Comiqueando? Me sale esto: "Esta página web no está disponible", pero desde hace un buen rato...
Yo entré esta tarde sin inconvenientes, pero ahora no puedo entrar.
Ya le aviso al webmaster, así investiga qué problema hay y cómo se puede solucionar...
Gracias! Ya tuve una primera experiencia con perder toda la info de Comiqueando y aún lo sufro. Me acuerdo que en la página vieja había una nota sobre Juan el Zorro o algo así (ya no recuerdo si era un comic o un libro acerca del personaje) y cuando cambiaron todo, alrededor del 08, no volví a encontrar eso por ningún lado... No te acordás de casualidad que era eso, ¿no?
Juan el Zorro era una historieta uruguaya de Renzo Vayra con ambientación gauchesca, basada en relatos de un escritor también uruguayo. Está agotada hace muchos años, lamentablemente.
OK, muchas gracias, ahora investigo eso que me pasaste. Parece que ya se arregló lo del sitio también, me alegro que el sitio siga en pie.
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