el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 2 de enero de 2018

NOVENA TEMPORADA

Ocho años ya desde aquella primera entrada en el blog, qué lo parió. Una eternidad. Me imagino la cantidad de pibes y pibas que en 2010 no leían comics y hoy sí, a los que jamás se les ocurriría leer reseñas de comics en un blog… la cantidad de blogs que desaparecieron de 2010 para acá… no sé, siento que este espacio pertenece a un mundo que en buena medida no existe más. Pero no lo puedo abandonar, tampoco. Es más fuerte que yo…
Así que acá estamos, con todo listo para arrancar la novena temporada, con la promesa de intentar alcanzar las 120 reseñas en el año y con escasas chances de achicar el delay que tengo entre lo que sale y lo que leo. Un delay a esta altura bastante grosero, producto de mi compulsión por viajar a países donde los comics son muy baratos y traer valijas llenas de libros, con la consigna de “algún día los leeré”. Sin cancherear, debo tener cerca de 400 libros comprados, esperando su turno para ser leídos. Una obscenidad. Pero bueno, trataré de comprar menos este año… ¿Vamos con las reseñas?
El Diablo de los Siete Mares es un díptico (dos álbumes que forman una sóla historia) aparecidos entre 2008 y 2009 en Francia y publicados en 2013, en un único tomo, en España. Una clásica historia de piratas, a la que entré sin dudarlo atraído por las firmas del guionista Yves H. y su papá, el dibujante Hermann. ¿Clásica historia de piratas? Sí, un rato. Después Yves H. agrega un elemento sobrenatural, poco frecuente en las aventuras de corsarios y bucaneros, que son los zombies… o algo bastante similar. De alguna manera, personajes a los que vemos morir resultan estar no-muertos, y a la típica crueldad de los piratas se suma el horror de tener que enfrentarse a cadáveres reanimados en busca no tanto de tesoros como de venganza.
Hay tesoros, hay abordajes, hay náufragos en islas repletas de secretos, tabernas, cofres, galeones, mapas, motines a bordo… No falta nada. Bueno, sí. Yves H. se cuida de que no haya héroes. Hasta los personajes con los que uno más empatiza pisan el palito, se mandan cagadas, muestran los dobleces, coquetean con el lado oscuro. Ese velo de ambigüedad, sumado a una atención por el contexto socio-económico del sudeste de los EEUU en los turbulentos albores del Siglo XVIII, enriquecen notablemente la lectura y hacen que El Diablo de los Siete Mares no sea “una más de piratas mala leche”.
La obra transcurre a buen ritmo, pero la verdad que si en vez de durar 96 páginas se resumía todo en… 64 o 72, salíamos ganando. Lo inmensamente positivo es que son 96 páginas dibujadas por el maestro Hermann a un nivel extraordinario. Ya van muchas reseñas de obras del prolífico autor belga, y nunca me canso de babearme con su talento para el dibujo, el color, la composición de la viñeta, el armado de la secuencia… Este es otro de esos trabajos que lo ponen a Hermann allá arriba. Si lo ves por ahí, embarcate.
Me vengo a Argentina, a mediados de 2017, cuando se publica Fábulas en Viñetas, una antología con 27 historietas muy breves (casi todas tienen sólo dos páginas) en las que autores de varios países de Sudamérica reversionan las clásicas fábulas que todos leímos en la infancia. La única cagada es la estandarización, la regla inviolable de que todo se remate en dos páginas. Hay fábulas que requerían más espacio y otras que se podían liquidar en menos. Por suerte es la única regla rígida en el libro. Fuera de eso, los autores hacen gala de una sana libertad a la hora de adaptar los textos. Así tenemos versiones que se limitan a ponerle dibujos a las fábulas clásicas, otras que las subvierten por completo, otras que las modernizan, otras que ensayan un cambio de escenario y traen los relatos a la Buenos Aires actual… En los distintos juegos que proponen los distintos artistas está lo que hace a este libro atractivo para el lector de historietas.
Y en el listado de nombres que participan, por supuesto, que es francamente imponente. No puedo enumerarlos a todos, pero vamos a tratar de subrayar a los que aportaron las historietas que más me gustaron. Entre los dibujantes, la rompen Guillermo Hansz, Maco, Andrés Lozano, Tomás Gimbernat, César Carrizo, Nico Peruzzo, Juan Caminador, El Bruno, Pablo Colaso y Rodrigo Luján. Entre los guiones, me encantó el de Javi Hildebrandt. En cuanto a duplas, me sorprendió lo bien que funcionan la conjunción entre Rodolfo Santullo y Hurón y la de Alejandro Farías con Diego Greco (una de las que –sin dudas- merecía más páginas). Y entre los autores integrales, quiero destacar los trabajos de J.J. Rovella (como siempre, dando cátedra a la hora de narrar sin palabras), Joni B. y muy especialmente el de Nahuel Sagárnaga, que aportó la historia que más me gustó de las 27. Otra que me gustaría ver desarrollarse en cuatro páginas, en vez de dos, para hacerle justicia a la vuelta de tuerca que le encontró el salteño a la clásica historia de la tortuga y la liebre.
Se supone que Fábulas en Viñetas es un libro apuntado al público infantil, pero la verdad que lo pueden leer y disfrutar los grandes sin ningún inconveniente. Acá hay talento de sobra para conquistar a lectores de cualquier edad, sexo o condición social.
Gracias por bancar los trapos otro año y la seguimos pronto.

5 comentarios:

Mauricio dijo...

Andres le regale el de Fabulas en Viñetas a mi primita de 7 y le encanto lo lee varias veces, para los que son padres esta es una gran manera para que los niños ingresen en la historieta.

Andrés Accorsi dijo...

Espectacular. Hay que inocularles el virus desde pendejitos.

Rubén Reveco dijo...

Gran trabajo el tuyo. Felicitaciones.

Diego Prósperi dijo...

A mí me gustó lo de las fábulas en viñetas, pero creo que hubiera quedado mejor sin otro texto que el de la moraleja al final de cada historieta. Como en el caso de la fábula ilustrada por Javier Rovella. La convención (a menudo innecesaria) de explicar todo con globos de texto que consumen mucho espacio viñetal es un lastre cuando sólo se dispone de dos páginas de 23 x 16 centímetros... Me pareció un producto digno, pero comparado con la narrativa visual de un manga, este material no sería mi primera opción para regalar a un mozalbete. Máxime, a un mozalbete poco afecto a la lectura.

Lobezno Narniano dijo...

¡Haw haw, Prósperi!
La de Guillo y Hansz está muy bien y cumple con tus caprichos.
La fábula del gato y los ratones está historietizada dos veces, pero la segunda vez la encontré poco guiso-fytal. Me hizo acordar a la Fierro comandada por Sasturain (ese periodo con cuentos de Pedro Lipcovich y con media página de esa pelmazeada llamada "Contraindicaciones" que, para mí, era más irrelevante que Zenitram).