el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 22 de agosto de 2010

22/ 08: THE QUEST FOR THE MISSING GIRL


Otra vez me dejo cautivar por los irresistibles influjos de Jiro Taniguchi, el mangaka favorito de los fans europeos y uno de los más grandes de todos los tiempos. Esta vez no me anduve con chiquitas: me metí de una en un manga escrito por el propio Taniguchi, que no se parece a ninguno de los otros, pero en el que se siente reverberar a varias de las obras anteriores del ídolo.
En general (ya lo subrayamos otras veces), lo más importante en los mangas de Taniguchi es la contemplación. El autor opta por los ritmos muy pausados, como para que a lo largo de muuuchas viñetas, los paisajes en los que transcurren las historias queden perfectamente descriptos. Y le sale bárbaro, por supuesto. Esta vez, juega a otra cosa. En The Quest… tenemos a otro duro, otro tipo que se divorció de la ciudad y se casó con la montaña, una especie de arquetipo al que Taniguchi vuelve cada vez que toca su tema favorito, que es el alpinismo extremo, de altas cumbres. Pero esta vez, Shiga no se va a tener que enfrentar contra un coloso de la naturaleza, sino que primero deberá rebuscárselas como investigador, sumergirse en la fosa séptica de la mega-urbe y enchastrarse como se enchastraban los detectives de la novela negra norteamericana. Este es un género que Taniguchi nunca había explorado antes, y llama la atención lo bien que lo encara.
En su peregrinar por Tokyo en busca de la desaparecida Megumi (la missing girl del título), Shiga va a ver la ciudad con ojos muy distintos a los El Caminante, por ejemplo, simplemente porque acá no hay tiempo que perder: está en juego la vida de una chica de 15 años y Shiga no se puede detener a mirar cómo juega un perro o cómo vuela una mariposa. De hecho, este debe ser el manga de Taniguchi con más acción (digo, de los escritos por él) y más violencia, y eso que hay poco de ambas cosas. Pero se nota, no sólo la incorporación de tópicos de otro género (el detectivesco urbano heavy) sino también un cambio, un acelere en el ritmo del relato. Hasta por ahí nomás, obvio. Porque Taniguchi se toma su tiempo para plantear el conflicto y para delinear a los personajes y sus motivaciones (sobre todo las de Shiga). Tanto que la primera vez que vemos a Megumi de cuerpo presente (o sea, ni en fotos ni en flashbacks) estamos en la página 220 y el tomo tiene 330.
Pero está claro que a Taniguchi no le interesa desarrollar ni explicar lo que le pasa por la cabeza a Megumi. Lo suyo es trabajar a fondo sobre Shiga y mandar al Guacho Alpinismo a jugar de visitante, frente a frente con una montaña de cemento, cuya ascensión marca el punto crucial de la historia. La secuencia de la escalada se despliega a lo largo de 31 páginas en las que la tensión llega a un pico asfixiante. Ya no te importa qué le va a pasar a Shiga una vez que conquiste la cima del edificio; querés que llegue de una puta vez, para recuperar el aliento. Parece increíble, pero todos los yeites que Taniguchi había usado mil veces en los mangas de alpinismo, los vuelve a usar en The Quest… mínimamente camuflados, y a pesar del cambio radical en la locación, funcionan a la perfección para mantenerte en Defcon 4, en un punto en que la tensión es tan zarpada que casi te hace daño.
Del dibujo del ídolo no hace falta hablar, no? Esto está tan escandalosamente bien dibujado como Barrio Lejano o Tierra de Sueños o The Ice Wanderer, con el placer agregado de ver a Taniguchi dibujando al Tokyo actual, con su sobrecarga de rascacielos, negocios, luces y sobre todo, gente. Uno sospecha que al autor no le gusta dibujar multitudes (por eso tanto alpinismo, tanta historia intimista ambientada en el seno de una familia y tanto material situado en épocas pasadas en las que no existía la mega-metrópolis), pero acá se la recontra-banca y dibuja a cientos de personajes 100% urbanos y actuales, muchos de ellos con rasgos propios y bien diferenciados, todos en el marco del hiper-kilombo acelerado del Siglo XXI.
The Quest for the Missing Girl es una historia simple, lineal, pero llena de emotividad, dilemas morales, sordidez, situaciones muy bravas y personajes muy, muy bien trabajados. Manga de primerísima calidad servido por un grande que ya demostró que no necesita recurrir a elementos fantásticos para impactarnos con imágenes e historias de esas que se te instalan en el bocho forever.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No había escuchado nada sobre este manga de Jiro Taniguchi, muy buena reseña, lástima los spoilers.

Andres Accorsi dijo...

Sí, yo también lamento contar tanto del argumento, pero la verdad es que todo es una acumulación de excusas para que el protagonista haga lo que finalmente hace en las últimas... 40 ó 50 páginas. Ahí es donde pasa prácticamente todo y donde llega al pico la tensión que se acumula durante toda la obra. Si no mencionaba esa escena, no se entendía nada...

Raptor Plateado dijo...

wow se ve que esta muy interesante.. y lo digo claro pese a mi ya conocido gusto por el manga.. siempre me a gustado la novela negra americana!! y sus giros detectivescos... creoq ue bscare a esta chica perdida para tenerla en mi colección!!!

monsa dijo...

no te vas a arrepentir no es lo mejor de taniguchi pero siempre los mangas de jiro tienen una buena calidad.

rvs dijo...

Taniguchi siempre cumple! Aún en los casos en que trabaja con guionista, es como si buscara aquellos que tienen sus mismas líneas de ondas. Robertovs