el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 17 de marzo de 2012

17/ 03: LA INVENCION DE LA SALCHICHA AL CURRY

Ooootra vez una con nazis... Creo que ya hubo más historietas con nazis reseñadas en este blog que soldados en las tropas del Tercer Reich. Es increíble, realmente, cómo europeos, yankis, japoneses y hasta sudamericanos vuelven una y otra vez sobre el tema de la Segunda Guerra Mundial, las tropelías imperiales y genocidas de Hitler y demás. Esta historieta (que en realidad es una adaptación de una novela de Uwe Timm) por lo menos no cae en el lugar común de relatarnos las hazañas bélicas de los aliados o denunciar las atrocidades perpetradas por el Führer y sus traviesos muchachos. Pero eso no es lo único que la hace interesante.
La historia está narrada en primera persona por un curioso muchacho (tal vez el propio Uwe Timm) que, como se nota que está bastante al pedo, se dedica a comprobar si realmente Lena Brücker, a quien conoció en su Hamburgo natal, fue la inventora de la salchicha al curry. A lo largo de los años, el protagonista vuelve varias veces a Hamburgo, a recavar información y sobre todo a conversar con la señora Brücker, cuya historia le resulta fascinante. Timm nos cuenta lo mínimo indispensable acerca de este muchacho (sobre el final ya un señor grande) y al hacerlo deriva el verdadero protagonismo en el personaje de Lena Brücker, que está mucho más trabajado y mucho más pensado para despertar la empatía del lector.
A lo largo de las charlas, la señora Brücker revela el origen de la salchicha al curry, un evento decididamente menor, aunque muy bien integrado a un contexto mayor (y más interesante) como es el de la reconstrucción de Hamburgo, una ciudad en la que la caída del Tercer Reich se vive con particular dramatismo, ya que fue asolada por bombardeos y prácticamente devastada por las fuerzas aliadas. Terminado el conflicto, habrá que convertir esas ruinas en una ciudad de verdad y volverla a poner en marcha, ahora sin un montón de hombres que fueron al frente y no volvieron.
Como complemento, hay una historia de amor que protagoniza la señora Brücker con un joven soldado alemán que deserta de las filas del ejército de Hitler poco antes de la muerte de este último, cuando Alemania está siendo sopapeada por tierra, mar y aire. Lena y Bremer pasan juntos ese crucial Abril de 1945, y la verdad que ese tramo de la novela (el principio) es muy atractivo, pero conecta poco con el tema de la salchicha al curry. Este es el tramo donde Timm se acuerda de hablar un poquito de los nazis y de cómo trataban ya no a “las razas inferiores”, sino a su propia gente.
La transformación de esta novela en una novela gráfica es responsabilidad de la alemana Isabel Kreitz, hasta ahora bastante desconocida fuera de su país. Kreitz trabaja con una narrativa muy clásica: todas las páginas están divididas en cuatro tiras de viñetas excepto una, que tiene una viñeta grande que ocupa media página. Las transiciones de tiempo y lugar son muchas, pero todas se entienden perfectamente. La historieta prácticamente no tiene acción (lo más parecido es un bombardeo sobre Hamburgo visto desde la gente en las calles) y se basa muchísimo en los diálogos a puertas cerradas. Para que eso no se haga un embole, Kreitz recurre a una amplia variedad de enfoques, con alguna que otra angulación un poquito más arriesgada, pero siempre muy prolija. En cuanto al estilo gráfico, visto de lejos La Invención... podría parecer un comic de Horacio Altuna, por algunos truquitos de composición y por cómo está usado el claroscuro. Pero cuando las mirás más en detalle, las viñetas de Isabel Kreitz te remiten enseguida a una mezcla bizarra pero efectiva entre Guy Davis y Nacho Noé. El plumín, que cobra mucho protagonismo porque a Kreitz le encantan los detalles en rostros, ropas y fondos, es re-Guy Davis y las expresiones faciales (que también tienen mucho peso porque –repito- el comic está muy jugado a los diálogos) son re-Noé.
Amor y morfi, nostalgia y coraje, mezclados en una novela donde se encuentran la Historia grossa, la de los libros y los documentales, con la historia chiquita, la de una mina apasionada, ingeniosa, incansable y valiente, capaz de gritarle en la cara a un milico “¡Todos los que llevan uniforme son unos cerdos!” y de alegrarle la vida al barrio con sus salchichas al curry. No es una joya definitiva, pero recontra-vale la pena.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En el blog de comiqueando dijiste que sos fan de man-thing. Que te parecio su inclusion en los tundherbolts liderados por luke cage?

Andres Accorsi dijo...

Jamás leería semejante cosa, Anónimo...

Anónimo dijo...

Bueno, yo creo que la segunda guerra mundial es fascinante, el último gran enfrentamiento épico entre el "bien" y el mal, y muy cercano en el tiempo, por eso atrapa a autores y lectores por igual.
Hernán