el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 20 de octubre de 2013

20/ 10: FABLES Vol.14

Esta es la única serie de Vertigo con la que no estoy al día en lo que respecta a la compra de los TPBs, pero no porque me parezca chota ni mucho menos. Es cierto, no me genera la misma calentura que otras, pero cuando finalmente me compro los libros y los leo, la paso realmente bien.
Este tomo menciona muy al pasar lo sucedido en el Vol.13 y retoma con mucha más fuerza lo sucedido en el Vol.12 (ambos fueron reseñados acá en el blog), lo cual refuerza la idea de que -para el desarrollo global de la serie- el crossover con Jack of Fables fue una anécdota menor, de poca relevancia. El Vol.12 era un tomo de pre-temporada, en el que Bill Willingham se dedicaba a responder cuál iba a ser la amenaza grossa para los habitantes de Fabletown tras la derrota del Adversario. En este tomo está claro que las consecuencias de lo que sucedió en el Vol.12 eran muy complejas y que Willingham se va a tomar MUCHOS episodios para empezar a cerrar todo lo que abrió en aquella ocasión.
De nuevo, esta vez casi no hay acción para los personajes principales, que son en su mayoría testigos de charlas y runflas entre los magos, brujos y hechiceros, ya que estos son los que más chances tienen de reestablecer el orden tras los sucesos del Vol.12. Las brujas Frau Totenkinder y Ozma toman la delantera y le dejan roles muy, muy chiquitos a los que habitualmente son protagonistas. Una tercera bruja, la infinitamente maligna Baba Yaga (enemiga también de Hellboy) protagonizará el segmento más épico del tomo, en un combate sin cuartel contra... Bufkin, el monito alado que andaba siempre boludeando por la oficina principal del edificio de Fabletown. Y lo más loco es que ganará Bufkin, que además juntará muchísima chapa!
Fuera del arco central hay un unitario que nos explica de qué juegan los boxers (“cajoneros”, sería la traducción) y un arquito de dos episodios protagonizado por Ambrose, el entrañable príncipe/ sapo, en el que Willingham nos habla del respeto por la diversidad cultural, la justicia y la naturaleza intrínseca de las distintas razas que conviven en el reino de Haven. Como le sobran algunas páginas, las dedica a hacer avanzar un poquito la telenovela entre Ambrose y Caperucita Roja, que venía estancada hacía mil tomos.
Por el lado de los dibujantes, el unitario de los boxers está a cargo del siempre solvente Jim Fern, casi irreconocible (y a la vez espectacular) gracias al magnífico entintado de Craig Hamilton. La saga de las brujas, la más extensa del tomo, está íntegramente a cargo del glorioso Mark Buckingham, siempre en un nivel altísimo, siempre listo para crear climas alucinantes y para bancar desafíos jodidos en materia de narrativa, por supuesto sin descuidar todo lo demás. Y en el arquito de Ambrose lo tenemos al ídolo David Lapham, que lamentablemente se luce poco. Ojo: no se tira a chanta, ni intenta copiar a Buckingham, pero se lo ve... muy contenido, como si se esforzara por no sobresalir. Por ahí Lapham estaba esperado un guión más truculento, o más sórdido, o que le pidiera muchos cuadros por página (para armar esa grilla tipo Hugo Pratt de ocho viñetas en cuatro filas de dos, que maneja de taquito), no sé... Lo cierto es que en estas páginas no parece el monstruo que es, sino un dibujante común y corriente, correcto, que no hace mucho más que cumplir con lo que le pide Willingham.
La guerra entre los habitantes de Fabletown y el Dark Man va a ser larga y la vamos a ver desarrollarse casi en cámara lenta. Está claro que Willingham se va a tomar todo el tiempo del mundo para explorar a fulll todas las posibilidades que se activaron en el Vol.12 y que se siente cómodo al tener al elenco principal sumido en una crisis tan complicada que muchas veces lo mejor que pueden hacer es replegarse a las márgenes de la saga y dejarle el protagonismo a otros. El guionista tiene un montón de frentes abiertos, es cierto, pero también le sobra cintura para repartirse entre todos ellos y para llevar cada línea argumental hacia una resolución copada, o a entrelazarse de modos poco predecibles con otras líneas argumentales. Los beneficios de la planificación a larguísimo plazo de una historia con un elenco coral y sin límite de extensión es, sin duda, lo más lindo que tiene el formato de “serie regular para una editorial grande de EEUU cuya periodicidad se respeta a rajatabla”. Y en Fables, Bill Willingham aprovecha esos beneficios y los convierte en una magia irresisitible e insumergible, que ya pasó holgadamente la marca de los 10 años.

4 comentarios:

Andrés G. dijo...

Con tanto crossover y spin-offs, hay alguna regla o lista de imprescindibles para los que todavía no nos hemos empapado de este universo?

Pregunto porque si bien a priori me interesa la propuesta, cuando ves que hay desde ogns hasta videojuegos, da un poco de repelús empezar con algo tan vasto.

Gracias.

Anónimo dijo...

Andrés, vas a hacer reseña de Perramus?

Andres Accorsi dijo...

Raw Fish, te recomiendo leer de corrido los primeros 11 TPBs de la serie regular, sin tocar ninguna otra publicación relacionada con Fables. Si con eso te detona el cerebro, empezá a explorar los spin-offs. Si no, colgala ahí.
Anónimo, NO voy a hacer reseña de Perramus. Hice una nota para la Comiqueando Online hace como 7 años (cuando De la Flor editó el Vol.4, que estaba inédito en castellano) y ya está, no tengo mucho más para decir sobre este hiper-clásico ochentoso de Breccia y Sasturain.

Anónimo dijo...

terminaste de leer Y the last man? es increible