el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 17 de marzo de 2014

17/ 03: THE SHADE

Para mí, antes de abrir este libro, la consigna de The Shade era “un devaluadísimo James Robinson busca resucitar la onda noventosa de su Starman”. No esperaba leer un comic glorioso, ni mucho menos. Simplemente quería ver qué salía del reencuentro entre el guionista y uno de los tantos personajes a los que reformuló por completo (y les dio onda y sentido) durante su paso por Starman. El reencuentro con Mikaal, que ya vimos en JLA: Cry for Justice (reseña del 24/09/10), me había dejado con gusto a poco, al igual que aquel numerito de Starman que enganchaba con Blackest Night, si no me equivoco. Pero este proyecto, al estar pensado para 12 episodios y contar con un elenco de dibujantes de la San Puta, despertó mi interés. Y la verdad es que, sin ser la octava maravilla del mundo, se la banca muy decorosamente. Está muy claro que Robinson AMA a Richard Swift, que lo conoce a fondo, que se identifica con él y que –más allá de buscar una revancha artística o un currito comercial- le quedaban historias para contar con el personaje. ¿Están buenas? Ahí vamos.
El primer arco de tres episodios sirve para presentarle el personaje a los que no lo conocen. The Shade, Opal City, Mikaal, Hope O´Dare, y un personaje nuevo, Will von Hammer, al que Robinson extrañamente no vincula con Enemy Ace. Hay un ajuste a los poderes del “héroe”, una machaca no muy importante y la puesta en marcha de un argumento mayor, que tiene que ver con los descendientes de este ex-villano, que es inmortal desde 1838.
El segundo arco nos lleva a Barcelona y ahí sí, tiene mucho más peso el combate contra un claro antagonista, El Inquisidor. Acá vemos a Shade pelar a full sus poderes upgradeados y reencontrarse con un personaje de su sombrío pasado: La Sangre, una chica vampiro y valiente heroína que protege a la maravillosa Ciudad Condal. Es el tramo menos importante, menos relevante de la saga, tanto que por momentos parece un “fan service” a los lectores españoles.
Y el tercer arco transcurre en Londres, la ciudad natal de Richard Swift, que ahora sí, se tiene que ver las caras con el verdadero villano de la saga, que es uno de sus bisnietos. Acá aparecen varios héroes locales (falta John Constantine, nomás) y la saga cobra una dimensión mucho más espectacular, más grandilocuente. La resolución no está para nada mal, aunque –repito- no es una genialidad ni mucho menos.
Además, hay tres unitarios ambientados en el pasado (los clásicos Times Past de Starman): el de la Segunda Guerra Mundial es una aventura trepidante a pura machaca, el de 1901 es medio intrascendente y el de 1838 nos revela con lujo de detalles la fatídica noche en la que Richard Swift se convirtió en The Shade. Dos de estos tres unitarios están al nivel de lo más interesante que contó Robinson con este personaje.
¿Qué onda los dibujantes? Cully Hamner dibuja sus tres episodios con muchísimas pilas, sin guardarse nada, con una línea firme, vibrante, una especie de Eduardo Risso de la B, o Tim Sale con muchas ganas de laburar. Javier Pulido se prende fuego en sus tres episodios, con mucha intensidad en la narrativa, aunque se tiene que fumar algunas páginas con demasiado texto, que le complican las composiciones. Y los tres episodios de Fraser Irving son una orgía visual indescriptible en la que el ídolo te acribilla con unas imágenes poderosísimas y de alto vuelo plástico. Dibujo, color, narrativa, todo perfecto, todo colosal, todo demasiado grosso para aparecer en un comic-book que seguro compró poca gente.
En los unitarios, a Jill Thompson le toca el más flojo y responde con un trabajo por debajo del nivel actual de esta grossa. En cambio, Darwyn Cooke y Gene Ha, bendecidos con los guiones más atractivos del tomo, suben la apuesta y se despachan con unas páginas magníficas, a la altura de lo mejor de las notables carreras de ambos próceres.
Si fuiste fan de Starman en los ´90, seguro ya tenés este libro. Si nunca leiste nada del Starman de James Robinson, no creo que este sea un material como para empezar de cero. Se nota mucho que está pensado para el que ya leyó todo lo anterior. Y si lo tuyo son los dibujantes y querés tener todos los laburos de Hamner, Pulido, Irving, Cooke o Ha, acá los vas a ver a los cinco tirando magia de la buena. Ah, un detallito final: esto se publicó después del reboot de los New 52, pero transcurre en la continuidad anterior, la pre-Flashpoint.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo pendiente terminar esta mini (la había dejado en el arco final - lo de Irving es tremendo) pero Robinson logra redimirse de la basura que escribió en la última década (los tres números de JSA de Blackest Night son una ofensa a su propia trayectoria como "autor que tiene cariño a la Golden Age)
Pablo

Anónimo dijo...

siempre le tuve ganas al starman de Robinson, pero no se dió. Lo voy a buscar para continuar con shade.
Patán