jueves, 10 de noviembre de 2011
10/ 11: SCALPED Vol.6
Ah, bueno... La vez pasada, cuando comenté el Vol.5 dije que hasta el momento era el mejor tomo de la serie... Pindonga: este es mil veces mejor! Y no sólo porque dibuja todo R.M. Guéra. Acá, Jason Aaron pega giros zarpadísimos en la historia. Cada episodio, cada página, cada viñetas, además de ser excelente en sí misma, cobra infinita chapa por cómo resignifica todo lo que leímos antes. Aaron le saca al formato serial un jugo increíble, inverosímil. El tipo la tiene excesivamente clara y armó un verdadero mecanismo de relojería, un engranaje que funciona cada vez mejor, aceitado, sin fisuras, de esos que te obligan a releer cada tanto todo lo anterior para ver si el guionista nos está chamuyando, o sacando ases de la manga, o si realmente todas estas maravillas fueron sembradas en los episodios previos. Y sí, Aaron sembró todo lo que cosecha en este tomo.
Acá hace mierrrda, de modo tremendo, a uno de los protagonistas de la serie. Chau, siamo fuori. También se carga a no menos de dos secundarios muy importantes, en el tomo más heavy, más salvaje, más extremo de la serie que redefinió el grim ´n gritty. En este tomo recupera el protagonismo el cada vez más jodido Jefe Red Crow, hay muchísimo desarrollo para Dash Bad Horse y además secuencias en las que se lucen TODOS los otros protagonistas de la saga. Hasta Gina, la mamá de Dash, que murió en el primer libro. Esto es a todo o nada, y Aaron no se guarda nada. Lo único que escasea un cachito en este tomo es el sexo, porque los personajes hacen tantas cosas, la trama avanza tanto y tan de golpe, que ni tienen tiempo para echarse un polvo. Pero igual, aunque sea de fondo, siempre hay alguna puta semi-desnuda tomando merca, como para que no te olvides de que Scalped es el comic más sórdido del mercado.
Tengo muy poquito tiempo para escribir, así que no lo quiero malgastar en una catarata de infinitos elogios, que además son los mismos de siempre. No me puedo ir sin hablar bien de R.M. Guéra, maestro de la mala leche, amo y señor de un trazo crudísimo, muy realista pero con cada vez más espacio para exagerar y potenciar las expresiones faciales. Esa mezcla entre Leopoldo Durañona y Jean Giraud le funciona a las mil maravillas, potenciada por una narrativa infalible, muy parecida a la que usaba Eduardo Risso en 100 Bullets. Como siempre, falta un colorista que ponga un poco más de huevo. Lo de Giulia Brusco no es impresentable, pero el día que esto se reedite en blanco y negro, le prendo fuego a los TPBs a color, sin dudarlo ni 15 segundos.
En fin, en estos seis primeros tomos de Scalped pasó de todo y todo está demasiado bueno para ser real. Si te copa la historieta para adultos fuerte, de alto impacto, con tramas bien enchastradas de corrupción, miseria, violencia y runflas espúreas, este es el Evangelio, la Biblia, el comic que acaba con todos los otros comics. Si te copa todo eso, “aguante Scalped!” es el grito sagrado.
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2 comentarios:
Buenas Andrés, podrias recomendarme por que obras de Hiroshi Hirata empezar, y cuales dejar para el final o de lado? (tengo entendido que hay un bache de las obras de el editadas por glenat en españa, que llegaron de oferta a la revisteria).
AH!, y lo mismo de las obras de Suehiro Maruo. Desde ya gracias!
Anónimo, de Suehiro Maruo ya recomendé varias veces por dónde empezar. Buscá los posts con esa etiqueta y los vas a encontrar.
De Hirata, Glénat publicó seis libros, de los cuales al país hasta
ahora llegaron cinco. De esos cinco, yo hasta ahora leí dos y me gustó muchísimo uno, Orgullo de Samurai. Hubo uno que me aburrió bastante (Héroes Anónimos) y tres que todavía no leí.
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