el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 22 de septiembre de 2015

22/09: EL ESCORPION Vol.10

Más de dos años esperé para enterarme cómo carajo terminaba esta saga de El Escorpión, en la que Stephen Desberg y Enrico Marini dejaron de lado la impronta original de la serie (aventuras indianajonescas en la época del Renacimiento) para meterse a fondo en la dramática resolución del origen de Armando Catalano. En este último tramo, todo pasa por la conjura, por la intriga palaciega, por las luchas de poder entre las familias más poderosas de Roma, y las armas no son tanto las espadas y los chumbos como los secretos: mal y tarde, saltarán a la luz secretos escabrosos guardados hace décadas y la historia pegará unos volantazos tan alucinantes que la aventura, la machaca y las persecusiones pasarán rápidamente a un tercer plano. Desberg se guardó para la última mano varias cartas jodidas y hasta se dio el lujo de no cerrar del todo TODAS las puntas, en parte porque hay un sutil sembradío de plots para el Vol.11 (que ya salió y deseo con toda mi alma) y en parte porque era virtualmente imposible cerrar en 46 páginas todo lo que estaba pendiente de resolución, incluyendo líneas argumentales acumuladas a lo largo de varios tomos.
Lo cierto es que, en estas 46 páginas, cerramos la trama de la filiación de Armando, su confrontación con su principal enemigo y hasta respondimos la incógnita acerca de su vida sentimental. Para eso, Desberg despliega un montón de recursos narrativos, principalmente flashbacks y muchos cortes, muchas escenas breves, que se suceden unas a otras de modo trepidante, hasta que recién en el último tercio del álbum empiezan a aparecer las secuencias más largas. Al igual que en el tomo anterior, lo único criticable es que Desberg no supo reducir a tiempo el elenco. Lo amplió, lo amplió, y cuando quemaron las papas, tuvo que relegar a un montón de personajes a roles muy chiquitos, o sacarlos de escena con excusas medio prendidas con alfileres. Pero era eso, o extender la saga un álbum más y ya la tensión estaba en un punto demasiado jodido…
No quiero contar nada del argumento porque las revelaciones son muy grossas. Me voy con el dibujo de Marini, que se encuentra frente a un desafío muy zarpado con esto de las mini-secuencias. Tres, cuatro viñetas, y se terminó la escena. Y de nuevo a cambiar de ambientación, de lugares, de épocas y de personajes. Y a las tres viñetas, nos vamos a otra cosa, a los santos pedos, durante más de medio libro. Eso es MUY complicado para cualquier dibujante, pero el suizo hijo de tanos se arremanga y lo resuelve con categoría. El truco es apoyarse en la paleta de colores: cada vez que cambia el engamado, cambia la escena. Y así no te perdés nunca. En una misma página tenés varias viñetas engamadas en gris y marrón (el nacimiento de Armando), en azules (escenas del presente que transcurren de noche a la intemperie), en dorado (también del presente, pero adentro de un palacio), en verde (escenas de la juventud de los Trebaldi)… y así uno se arma las equivalencias entre colores y ambientaciones y no queda pagando cuando la trama salta de un tiempo o de un lugar a otro. Todo lo demás está dibujado de puta madre, como siempre, con esos primeros planos fuertes, esos momentos en los que la acción desborda la grilla de ocho o nueve viñetas por página y ese laburo exquisito en las secuencias mudas. Marini está en un momento increíble y cada página suya es una verdadera cátedra.
Como ya mencioné más arriba, el año pasado salió el Vol.11, donde aparentemente arranca un nuevo arco argumental, y eventualmente lo capturaré para leerlo. El Escorpión sigue estando entre las adicciones realmente jodidas para todos los que queremos leer aventura histórica con mucho rigor documental, pero también con onda, emociones, peleas, runflas, garches, diálogos ingeniosos y personajes capaces de trascender las épocas y los géneros. Banco a esta serie hasta que aplaudan los Playmobil.

2 comentarios:

Gustavo dijo...

Andrés, te hago un par de preguntas antes de que bajes la persiana del blog, a pesar de que falta para Diciembre.

Salió hace unos años, en formato TPB, los 15 números de Captain Canuck (IDW). Le tengo curiosidad, leíste algo o te llegaron comentarios?

Hay un TPB de Batman llamado Child of Dreams (2003) por Kia Asamiya. Es básicamente Batman hecho manga (y en blanco y negro). Lo recomendas?

Ultima consulta, salió hace relativamente poco el Omnibus de Wonder Woman por George Perez (Wonder Woman #1-24 & Wonder Woman Annual #1). Nunca leí nada de WW solista, pero es un Omnibus, esta George Perez y forma parte de los años ’80. Podría dejar mis prejuicios de lado con este ómnibus.

Es lectura imprescindible?

Como siempre, mil gracias de antemano!

Andrés Accorsi dijo...

Gustavo, de Captain Canuck leí muy poquito allá por los ´80 y no me entusiasmó como para hacerme fan. Quizás esté bueno, pero a mí en su momento no me pegó demasiado.
Child of Dreams, de Kia Asamiya... no me parece para nada imprescindible. No es una chotada, pero quedó ahí, a medio camino.
El Omnibus de Wonder Woman de Perez es una BELLEZA. La gloriosa etapa de Perez está recopilada en cuatro TPBs, de los cuales me falta sólo el Vol.1, por eso no la empiezo a releer/reseñar. Y estoy tentado de tirar a la mierda los Vol.2-4 para comprarme ese Omnibus, que es majestuoso.