el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 19 de noviembre de 2015

19/11: MYSTIQUE Vol.1

Nunca fui muy fan de Mystique, y menos después de ver las últimas películas de los X-Men en las que le dan demasiado protagonismo y termina por opacar a personajes mil veces más interesantes como el Profe, Magneto, Beast o Quicksilver. Pero me sedujo el equipo creativo, y dije “bue, veamos qué onda”.
La idea es muy loca: el Profe Xavier tiene una especie de “Suicide Squad” que ni los X-Men conocen. Son agentes secretos (y mutantes) que cumplen misiones jodidas, comprometidas, vinculadas a entreveros políticos, en las que no se puede ver la mano del Profe ni siquiera cuando les va bien. Y a Xavier no se le ocurre mejor idea que reclutar como agente a Mystique, justo cuando la están por hacer boleta las fuerzas armadas de EEUU por sus numerosos crímenes de lesa humanidad. Entre palmar o laburar para el dolape, la mercenaria no duda demasiado y firma el pase (una vez más) al bando de los buenos.
La gran cagada que tiene este planteo es lo lento que se desarrolla. Para cuando Mystique empieza a involucrarse en su primera misión, faltan 7 páginas para que se termine el tercer episodio. O sea que está todo muy estirado. La idea es dedicarle todo un TPB de 144 páginas a una historia que se podría haber contado perfectamente en una graphic novel o un prestige de los ´80, es decir, unas 64 páginas. Pero claro, el guionista (al que todavía no nombré) es el maestro Brian K. Vaughan, especialista en estirar ideas para que abarquen un TPB entero, y además experto en armar secuencias en las que sólo hay diálogos. Lo positivo (ni hace falta decirlo) es que esos diálogos son casi siempre brillantes, punzantes, a veces cómicos, a veces durísimos, y sobre todo puestos en función de la construcción y el desarrollo de los personajes. La onda y la carnadura que lo pone a Forge, por ejemplo, es increíble. En 15 páginas lo hace mucho más creíble que John Francis Moore y Howard Mackie en más de 50 números de X-Factor.
Una vez que Vaughan la corta con los prólogos, las explicaciones y el sembradío de plots a futuro (siembra para 24 episodios, más o menos, pero al final escribirá sólo 13), arranca la misión en sí, y es todo medio blandengue hasta el final del quinto capítulo, en el que Mystique se ve enroscada en un dilema moral muy heavy, que se resuelve de modo bastante satisfactorio. Y ahí está la gracia, porque la lucha contra los “villanos” (el ejército de Cuba, nada menos) en ningún momento resulta atractiva, ni siquiera realmente riesgosa para la despiadada cambiaformas. La variante de Mystique jugando de heroína, al punto de arriesgar su vida para salvar la de los inocentes, hace ruido, pero poco. Es otro punto a favor.
Al frente de la faz gráfica está un artista seguramente conocido por todos los lectores de este blog: Jorge Lucas. Acá, el uruguayo radicado en Argentina reafirma sus cualidades camaleónicas. Así como en sus primeros trabajos se disfrazaba de Frank Miller, en Cazador coqueteaba con la línea de Simon Bisley y en sus primeros trabajos para Marvel jugaba a parecerse a Jack Kirby, acá Lucas arranca muy pegado al estilo Top Cow, al de los clones de Marc Silvestri. Después, de a poco, se va soltando y para la mitad del tomo (más o menos) ya lo vemos en un estilo un poco más personal, aunque siempre muy medido, muy controlado. Ni hace falta decir que Lucas tiene una capacidad de narrar con el dibujo muy notable, a años luz de los pecho frío de Top Cow. O sea que incluso disfrazado de ese tipo de pseudo-historietistas, brinda páginas muy armónicas, en las que la narrativa fluye sin mayor dificultad… y la rema hasta donde puede con esas páginas repletas de texto donde sólo puede dibujar a gente que habla.
En el balance final, la verdad que esta saga de Mystique no me emocionó como para salir a buscar otras. La recomiendo a los fans del personaje (obvio), a los talibanes de los comics de mutantes, a los completistas que quieran tener todo lo que escribió Vaughan, y a los que bancan a Lucas de local y de visitante, porque acá su trabajo es muy sólido, sin fisuras ni tiradas a chanta de ningún tipo. Ah, y esas portadas cuasi-porno de Joseph Michael Linsner me dieron vergüenza ajena…

1 comentario:

Hermes dijo...

Linda la edición del Eternauta que saco Fantagraphics,
https://www.youtube.com/watch?v=TOx8H4vPa8E