el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 23 de febrero de 2011

23/ 02: RUN, BONG-GU, RUN!


Hora de sacudir preconceptos chotos. ¿Te acordás de Baljak, Archlord, Maje, War Angels y esos manhwas bastante patéticos que nos infligieron hace unos años tanto Ivrea como Muñones? Bueno, tengo una buena noticia: eso no es TODO el manhwa, sino un pedacito. Por afuera de esos pantanos del oprobio, florecen las obras de un montón de autores y autoras abocados a historietas mucho más personales, en general de temáticas realistas y con estilos gráficos mucho menos pegados a los hitazos del manga y los videogames japoneses.
Si –como yo- te ponés a bucear entre esos autores, seguro te va a llamar rápidamente la atención Byun Byung-Jun, tal vez el más virtuoso de la segunda camada de lo que podemos llamar “manhwa de autor”. Byung-Jun es un dibujante completo y exquisito, con un ojo increíble para los detalles. Puede pasar como si nada de un dibujo simple, caricaturesco, a una ilustración zarpada de rostros o paisajes, sin nada que envidiarle a los grandes pintores impresionistas del Siglo XIX. Su paleta de colores y su manejo de los climas están más allá de cualquier intento de descripción. Además tiene un talento nato para variar los planos y para darle carnadura y credibilidad a los personajes. Y lo más importante: no es un clon, ni de los autores japoneses, ni de los maestros de Occidente. Tiene algunas cositas que lo emparentan con Taiyo Matsumoto, es cierto, pero le sobra personalidad.
Por suerte, y aunque sea tímidamente, las obras de este autor que debutara profesionalmente en 1999 se están empezando a ver fuera de Corea. Run, Bong-Gu, Run! es su tercer libro, publicado originalmente en 2003 y donde se empieza a manifestar con claridad el estilo propio del autor, que venía de realizar historias cortas en tono de comedia y una serie larga, más aventurera, más dramática y casi sin humor. Acá recupera el tono intimista, la onda de las historias chiquitas, reales, centradas en gente común y conserva un cachito de humor; el suficiente para que una historia en principio triste, logre gambetear con éxito al golpe bajo y llegar a un final feliz, que si lo leés con mala leche puede resultar un poco naïf, y si le ponés onda puede resultar un conmovedor canto a la esperanza.
La historia –repito- es chiquita, de pequeñísimo alcance, una anécdota casi, que afecta las vidas de cinco personas en una ciudad (Seúl) llena hasta las pelotas de gente a la que no le importa en lo más mínimo lo que le pasa a los personajes. Para que el planteo argumental se sostenga a lo largo de 92 páginas sin aburrir, hay que ponerle mucha onda, y la verdad es que a Byun Byung-Jun le sobra onda. Rápidamente logra que te encariñes con los personajes, los define con precisión y profundidad en un par de escenas, y una vez que te tiene enganchado, pela dos de sus mejores armas: el manejo de los climas, pausas, silencios, miradas; y su magia indescriptible para plasmar en el papel los paisajes urbanos que vemos todos los días, y hacernos sentir una sensación de maravilla, de que estamos viendo algo fascinante, con vida propia, con todo por descubrir. La primera escena, la del viejito mangueando monedas en el subte, la vimos todos mil veces con nuestros propios ojos. ¿Cómo hace este guacho para que -vista a través de sus dibujos- nos impacte, nos emocione y nos haga meternos en la historia? Ni idea, pero lo logra.
Run, Bong-Gu, Run! no es para cualquier lector. Visualmente sí, es a prueba de balas. Cualquiera con ojos se va a volver loco con el dibujo de Byung-Jun. Pero a nivel guión, tenés que sintonizar con las historias intimistas, los climas melancólicos, los ritmos pausados y las resoluciones en las que los personajes, que tenían todo para perder, encuentran la rendijita por la que se filtra una nueva oportunidad de tener una vida más o menos feliz. O sea, si venís a full con la onda cínico-malalechística y creés que Eric Cartman es el mejor personaje de ficción de todos los tiempos, mejor seguí de largo.

1 comentario:

Monsa dijo...

Me gusta las historias intimistas este material está hecho para mí, concuerdo que los manhwas que han traido las editoriales que mencionas son una bosta, pero en Deux han editado buen Manhua. El Vuelo con dos pequeñas historias hermosamente dibujadas y contadas que hacen emocionar y reflexionar a cualquiera y despues a este autor Benjamin que todavía no he podido leer pero las criticas de sus obras han sido muy buenas.(seguramente para Marzo ya tendre Orange en mis manos).