el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 26 de septiembre de 2013

26/ 09: ROAD STORY

Esta es, para algunos, la primera novela gráfica chilena, la que arrojó la primera piedra en esta especie de nueva primavera del comic trasandino. Salió en 2007 cuando –me consta porque estuve en Chile en 2008- no había nada parecido, o por lo menos nada parecido que se viera en un circuito no underground. Road Story originalmente fue un cuento del escritor Alberto Fuguet, y después fue adaptado a la historieta por Gonzalo Martínez, un historietista seminal, que con sus flamantes 52 años es considerado un maestro por dos generaciones de autores chilenos, casualmente los protagonistas de este momento de tanta ebullición editorial.
Martínez acumula varios logros a lo largo de estas casi 120 páginas, de los cuales uno se destaca por sobre los demás: si no sabés que originalmente esto era un cuento, no tenés forma de darte cuenta. La historieta se lee como historieta, como un guión escrito desde el vamos con la intención de ser leído en forma de relato secuencial, con textos, dibujos y la interacción entre ambos. Olvidate de los masacotes de texto, olvidate de las escenas imposibles de graficar. No sé cómo estaba plasmado el cuento de Fuguet en su versión original, pero lo que nos muestra Martínez es un comic sin fisuras, con ritmo de comic, con una narrativa ágil, con las secuencias perfectamente orquestadas y con el espacio suficiente para que los dibujos (no sólo las palabras) nos cuenten cosas importantísimas que suceden en la trama.
Esta última no es nada del otro mundo. No creas que pasan cosas alucinantes, impactantes, o demasiado originales. Se trata de una historia muy realista, muy introspectiva, apoyada sobre todo en una excelente construcción de personajes. Rápidamente uno se identifica con Simón, y la historia no hace más que meternos más y más en la psiquis de este limado que un día estafó a la empresa de su familia y se fue a recorrer las rutas del sur de los EEUU, sin más motivaciones que estar solo y al pedo. Es una historia que bien podría haber escrito Adrian Tomine, para que te des una idea. De hecho, como los comics de Tomine, termina cuando menos te lo esperás, justo después de que sucede un hecho importante, con mucho potencial para hacer crecer la trama o dispararla en una nueva dirección. El final es anticlimático, abierto, raro, pero no se le puede pasar la factura a Martínez porque –sospecho- está tomado del cuento de Fuguet.
Lo que sí es responsabilidad de Martínez es el estilo gráfico elegido para la historia. La lógica indicaba agarrar para el lado de Tomine, o de Daniel Clowes, o de algún otro autor de historias intimistas con un twist perturbador, de esos que cuidan muchísimo los detalles en la ambientación, la ropa, los peinados, el lenguaje gestual, etc. Martínez deja la vida en la ambientación, la ropa, los peinados, los autos... pero no tiene ni por casualidad el dominio del lenguaje gestual de un Tomine, en parte porque opta por un grafismo que va para un lado muy distinto del que sugiere el “guión”. En las caras de los personajes, Martínez parece un clon diluído de Chris Sprouse, en esa línea cool y limpita tan típica del mainstream yanki de los ´90, una especie de Jeff Moy, el que dibujaba Legionnaires, ¿te acordás? Dentro de esa línea, lo de Martínez es correcto, no confunde el grafismo de estos dibujantes con la estridencia narrativa que uno asocia a los comics de superhéroes. Pero le falta originalidad, se echa de menos una voz más propia, una impronta más personal.
Road Story es una muy buena historia, atípica, por momentos muy atrapante, con un protagonista muy bien trabajado y con un final que uno no se espera. No es imprescindible ni maravillosa, pero sirvió para abrir nuevas puertas en el mercado chileno y nos sirve a nosotros sobre todo para descubrir la inmensa gama de recursos narrativos que maneja Gonzalo Martínez, un autor casi desconocido en nuestro país (aunque su más reciente trabajo tuvo edición local) al que vamos a volver a visitar acá en el blog.

4 comentarios:

Anónimo dijo...


No me convenció mucho Road Story, me molestó que esté ambientada en EEUU, algo que no me parece necesario para contar lo que cuenta.
Andrés, hablando de dibujantes chilenos tuve la oportunidad de conseguir en Comicópolis la historieta ¨La Mano Izquierda¨ de Rodrigo Lopez, MUY groso! (y excelente edición) ya tiene un fan de este lado...

Dolape

Anónimo dijo...

cuanto comic chileno que hay (bueno y malo) pero en una cantidad que uno de este lado desconoce... bah a ellos les pasará los mismo con nosotros

Andres Accorsi dijo...

Pronto se viene la reseña de La Mano Izquierda. Sin dudas, Rodrigo López es un nombre clave en este momento del comic chileno. Por suerte ya hay una editorial argentina trabajando en un libro suyo.

idealistaluis dijo...

Gran comic basado en uno d elos grandes cuentos del Maestro FUGUET. recomiendo sus libros