Este es un Santo Grial perdido en el tiempo. Una novela gráfica de 1978, cuando todavía el término “novela gráfica” era algo raro, una novedad. De hecho, la editorial nos trata de vender esta historieta con el rótulo de “visual novel”. Lo cierto es que para Empire se combinaron los talentos de Samuel Delany y Howard Chaykin. Y no se trata de una adaptación al comic de una obra del famoso escritor, sino de un material 100% nuevo, pensado para darse a conocer en este soporte, como esa otra novela gráfica de Chaykin y Michael Moorcock que vimos el 04/06/13. Para que te des una idea, en términos de hoy, es como que saliera una nueva novela de J.K. Rowling y en vez de prosa fuera un comic ilustrado por Alex Ross. Así de grosso, aunque con menos impacto, porque en los ´70 no había el aparato promocional que hay hoy para apoyar un lanzamiento de esta magnitud.
Es muy loco la cantidad de fichas que Empire le juega al formato, a subrayar desde ahí que esta no es una historieta más. Si los comics normales teían 32 páginas, este tiene 112. Si aquellos eran de 25 x 17, este es de 23 x 30. Ningún ganchito, este tiene lomo. Las tapas son gruesas, de cartulina, no de papel. Contra el rotulado manual de las revistitas, acá tenemos tipografías mecánicas. Y si en el comic normal se trabajaba con coloristas que armaban esas cuatricromías medio chotas, con una (limitada) combinación de cyan, magenta, amarillo y negro, acá Chaykin puede limar y levantar un vuelo formidable trabajando con color directo. Claramente, esto era algo revolucionario.
¿Y la historia, qué onda? Básicamente es la historia de una mina que se propone derrocar a un imperio. Y le sale todo muy bien. Paso a paso (en la ilustre tradición de Mostaza Merlo) el plan de Qrelon se desarrolla sin fisuras, no sin peligros, no sin peripecias que exigirán mucho coraje por parte de la rebelde y sus aliados (y pésima puntería por parte de sus enemigos), y no sin momentos donde parece que se pudre todo. Pero no. El imperio va siempre dos pasos atrás de Qrelon y casi no lo vemos como una amenaza, sino como un obstáculo de relativa envergadura. Al final, Delaney pegará un giro interesante y revelará que Qrelon no lucha por la gloria ni por el poder, sino para liberar a la galaxia del control de la información, que era lo que hacía realmente imbatible al imperio. De pronto, la información se hace de todos, se empieza a compartir de otra manera y florecen mágicamente nuevas ideas donde antes había miedo y opresión.
No es el re-guión y tiene un problema importante, que es que está muy pensado en términos literarios. Visualmente, las locaciones y las aventuras que imagina Delaney dan mucho jugo. La cagada es que el relato en sí se empantana un poco en textos muy bien escritos, pero que no terminan de encajar con el ritmo que requiere una epopeya narrada en un lenguaje como el de la historieta. Y repito que los textos están muy bien y son muy útiles para darle más sustancia a los personajes (buenos y malos) y para compensar un uso de los globos de diálogo bastante minimalista.
El laburo de Chaykin es monumental, sin dudas al nivel de lo mejor de su carrera. A pesar de que tiene las técnicas y el formato idóneo para hacerlo, Chaykin nunca se convierte en ilustrador. Te detona la mente con esas imágenes gloriosas, pero siempre todo está en función de la narrativa. Casi todas las páginas tienen menos de cuatro viñetas, con lo cual el ídolo le puede poner TODO a cada una y hacerlas memorables. Las grillas (widescreens y anti-widescreens, con los cuadros en vertical) son zarpadas y las páginas “libres”, donde las viñetas no tienen marcos son verdaderas orgías.
Si sos fan de Samuel Delaney, por ahí esto te parece menor dentro de su bibliografía. Ahora, si sos fan de Howard Chaykin, te aseguro que tu forma de ver, leer y disfrutar las historietas del maestro va a cambiar radicalmente cuando te encuentres con Empire. Aguante la información libre, de todos y para todos.
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3 comentarios:
Consegui esta joya, junto con Stars, my destination hace unos años...
Y es que esta etapa de Chaykin me parece brutal, algo único de ver. Junto a sus trabajos en Cody Starbuck o Flores de cielo, espadas del infierno...
sin embargo es verdad que la historia se me hizo algo flojita, creo que le falta drama o tensión, no se...
Por lo demás imprescindible para los fans de chaykin, aunque es muy dificil de encontrar.
Un saludo
stars my destination esta adaptada a comic?
Sí, Anónimo.
La edición completa es la de Epic/ Marvel.
Jodidísima de encontrar, pero digna de cada centavo que pagues por ella.
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