el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 3 de abril de 2014

03/ 04: THARG´S CREEPY CHRONICLES

¡Qué buen libro! 144 páginas rescatadas de los back issues del mítico semanario británico 2000 A.D., que no sólo son difíciles de conseguir, sino que además durante años se imprimieron en un papel horripilante. Acá el papel es excelente y tanto las historietas a color como las que son en blanco y negro se ven muy, muy bien. Ni siquiera se sufre el rotulado, que era uno de los puntos más flojos de los primeros años de esta clásica antología. El criterio para elegir el material fue reunir historietas enroladas en el género del terror (por eso la palabra “creepy” en el título), algo que -a grandes rasgos- se logró. Veamos con qué nos encontramos.
Abre una historia de 36 páginas escrita por Mark Millar y ambientada en una base militar repleta de ojivas nucleares. Es un thriller psicológico en el que recién al final aparece un elemento sobrenatural, y todo está pensado para ponerte MUY nervioso. El dibujante es Dave D´Antiquis, un Juan Carlos Flicker que cumple con lo justo, porque si bien mete foto a lo pavote, labura muy bien el claroscuro y sabe ponerle expresividad a la figura y los rostros humanos.
La historia de siete páginas dibujada por el maestro Kevin O´Neill data de 1980 (la más vieja del tomo) y es muy probable que sea su primer trabajo, porque el estilo tiene apenas pequeños indicios de lo que pelará más adelante este ídolo. El guión de Steve McManus zafa, en parte porque anticipa en varios años algunas de las escenas más jodidas de la primera peli de Terminator. “Reapermen” es un chiste largo, resuelto en cinco páginas que podrían haber sido dos, por Gordon Rennie y un Jock prendido fuego, que hace magia con el color directo, con cositas de Simon Bisley, Sean Phillips y John K. Snyder. Linda historietita, aunque sin dudas menor.
Después tenemos 8 páginas a cargo de Steve Moore (recientemente fallecido) y el alucinante Greg Staples, un tipo cuyo estilo pictórico se presta mucho a la no-narrativa (o a los tropiezos en la narrativa) y sin embargo se la re-banca. La historia es un toque predecible y por momentos parece el prólogo a otra cosa. Y me quedo con Moore, que ahora forma equipo con el cada vez más grosso Frazer Irving, para una historieta de 5 páginas que también podría entrar en la categoría de “chiste largo”. El guión es entretenido pero predecible y el atractivo está en el dibujo de Irving, que hace gala de un blanco y negro vibrante, con infinitos choreos a Andreas y a Berni Wrighston, aunque con mucha expresividad.
Otras historias muy cortitas: la intensa pero poco sorprendente “Scene of the Crime”, con guión de Al Ewing (hoy bien ubicado en Marvel) y dibujos del ignoto Don Reardon, clon defectuoso de Sean Phillips y Mike Mignola sin mayores problemas en la narrativa. Un guionista a quien no conocía, Chris Blythe, trata de sorprender con el final de “Revelations”, pero lo vi venir a ocho cuadras. El clima está bien logrado, en parte por el muy buen laburo del clásico Cam Kennedy. Las cinco paginitas del maestro Chris Weston (el único al que lo dejan dibujar su propio guión) también van para el lado del remate sorpresivo a algo que más que miedo causa risa, pero se hace muy llevadero y está obscenamente bien dibujado. Y me queda una de dos autores a los que no conocía, Arthur Wyatt y Edmund Bagwell, también de cinco páginas, también bastante predecible y también con un dibujante correcto, que se conforma con seguir la línea de Sean Phillips.
Me guardé para el final la papa más fina: 46 páginas (una novela gráfica corta) escritas por Gordon Rennie, en las que nos presenta una realidad alternativa en la que los superhéroes reciben sus poderes del LSD. Una especie de Astro City lisérgica, en la que los super-hippies se enfrentarán a un villano (no sé si nazi pero con esvásticas) llamado el Rey Lagarto, en un conflicto que me recordó bastante al de The Invisibles, aunque planteado de forma menos retorcida. Esto es realmente magistral y está lleno de excelentes ideas. Y por si faltara algo, dibuja y colorea Frazer Irving, completamente pasado de rosca, con varios estilos mezclados, efectos de photoshop, climas increíbles, anatomía y rostros perfectos y trucos narrativos que te hielan la sangre. Esto vale lo que pagues por todo el libro, sin ninguna duda.
Muy buena antología para descubrir trabajos de los ´90 o de principios de este siglo de varios autores británicos que hoy son furor en EEUU, y otros (como Gordon Rennie) a los que les chupa un huevo publicar en Marvel, DC e incluso Vertigo. Sod off!

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