Hoy de nuevo tengo poquísimo tiempo, porque en un rato arranca Dibujados. Una pena, porque me tocó un libro exquisito, con mucho y muy bueno para diseccionar.
Para ganar tiempo, no voy a hablar del dibujo. Lo que hace Sean Phillips en este arco no se diferencia en nada de lo que ya vimos en el Vol.1 (reseñado el 08/12/13). El guión de Ed Brubaker pega un salto temporal importante: la parte que transcurre en el pasado (que, al igual que en el Vol.1, es la que más páginas ocupa) no está ambientada en los ´50, sino a fines de los ´70, en el mundillo superficial, promiscuo y merquero de Hollywood y sus estrellitas. En ese contexto veremos nuevas atrocidades que giran en torno (aún a pesar suyo) de la enigmática Josephine, la hermosa mujer que no envejece y que está vinculada de modos misteriosos a una secta que parece satánica, pero en realidad adora a los “dioses oscuros”, unas criaturas de clara raigambre lovecraftiana.
Esta vez, el personaje que caerá en las redes de Josephine es Miles, un actor mediocre que no se resigna a que su carrera se fue al descenso y que se refugia en la heroína y la venalidad. Es un personaje muy, muy bien trabajado por Brubaker, al que el autor dotará de enorme tridimensionalidad, al que veremos evolucionar muchísimo y replantearse miles de cosas a lo largo de la trama. Una vez más, esta está contaminada de corrupción, extorsiones, mentiras, violencia, secretos ancestrales y mucha sangre.
¿Y Nicolas Lash? Quedate tranquilo, que el guionista no se olvida del pobre loser que protagoniza las secuencias del presente. Para él también hay sacudones violentos y serias complicaciones, producto de su obsesión con Josephine. Lo mejor es cómo los flashbacks que tira Brubaker en la línea argumental de Nicolas enganchan perfecto con lo que viven Josephine y Miles en los ´70.
Acá me bajé cinco episodios al hilo, de los que llevo traducidos al castellano sólo dos. O sea que una parte del TPB la leí “mes a mes” y la otra, de un tirón. Por supuesto, los episodios que no había leído para traducir se me pasaron volando, en parte porque coinciden con el momento en que Brubaker decide cambiar el ritmo (al principio muy tranqui) del relato y precipitar los macabros acontecimientos.
Con arcos como este, es muy difícil bajar a Fatale de la lista de los comics imprescindibles, de los que hay que seguir a muerte.
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8 comentarios:
Brubaker está en llamas. ¿Leíste "Sleeper'? Es impresionante también. Creo que no hay otra dupla guionista-dibujante tan consolidada como esta. Sacan joyita atràs de otra.
la verdad que le pongo ganas a brubaker y no hay vuelta que darle, lei una de las historias de criminal, el primer tomo de sleeper, 2 numeros de fatale y no me gusta
La posta es Lowlife.
por qué los llevás traducidos? se va a editar acá en argentina?
No, Anónimo. Como ya comenté en otra oportunidad, lo estoy traduciendo para un sitio de "tradumaquetadores" muy conocido, desde donde podés descargar comics en forma gratuita.
andres, no se si tuviste oportunidad de leer ¨the private eye¨ de brian k. vaughan y marcos martin. Más allá de lo innovador de la propuesta el comic me parece excelente hasta ahora, incluso me gusta mas que saga.
No, espero que salga en libro.
Me debo Brubaker. Cuando termine 100 balas, le empiezo a dar a Criminal. Pero esta mezcla de policial negro con Lovecraft es ganadora. No se si no arranco por aca
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