Sigo sin encontrarle la vuelta al tema de las imágenes,pero ya lo voy a solucionar. Mientras tanto, sigo con las reseñas, acá cerquita del Central Park.
En este libro, Robin Wood y Carlos Gómez nos muestran las peripecias de Dago posteriores a su paso por Perú, que vimos en el tomo anterior (no me acuerdo cuando lo reseñamos, pero podes hacer click en la etiqueta de Dago y te aparece al toque). Por primera vez, el guacho-winner está totalmente descolocado. Un europeo solo en la América joven, casi sin armas, sin brújula, sin comida, sin caballos, mucho no puede durar. Y Dago se da cuenta. Eso me pareció lo más interesante a nivel guión:la instancia de profunda vulnerabilidad de un personaje al que vimos ganar demasiadas veces, de local, de visitante, de taquito y hasta de ojete.
En cuanto a las aventuras en sí, me cerró bastante la segunda,la de las amazonas bravas e inclementes, donde hace su primera aparición Joao, el portugués que acompañará al veneciano en varias sagas posteriores. La verdad es que Dago hace poco; más que nada lo vemos esforzarse por seguir vivo, sin un plan ni una esperanza para modificar la realidad tremenda que le toca presenciar. En definitiva,Wood nos ofrece más climas y más descripciones que peripecias,y ese cambio de registro cada tanto viene bien.
La otra parte del libro, en la que Dago interactúa con esos indios rubios y pelirrojos que descienden de los vikingos,me pareció un disparate sin pies ni cabeza; de hecho me hizo acordar a esas aventuras frutihorticolas de Tarzan, en las que se topaba con civilizaciones pérdidas en la jungla, siempre integradas por blancos. La historia arranca bien, pero cuando aparece ese drakkar navegando por el Amazonas, el verosímil se desploma como nunca antes se había desplomado en una historieta de Dago.
Después de años y años de dibujar castillos, aldeas, catedrales, palacios y templos, había que ver cómo se adaptaba Gómez a una historia donde los verdaderos protagonistas son el río y la selva. Una vez más, el cordobés demostró estar a la altura del desafío y nos regaló un montón de páginas memorables, pobladas de recursos gráficos que no habíamos visto antes y que le sirven para resolver con categoría el notable cambio en la ambientación.
Amazonas es un tomo sumamente atípico dentro de lo que es la saga de Dago y ni drogado me animo a ponerlo entre los fundamentales. Lo cual no significa que me haya resultado flojo o decepcionante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario