Hoy muy breve, porque tengo poco tiempo.
En esta historieta nos encontramos al versátil J.J. Rovella en un rol nuevo: guionista que escribe para que otro dibujante dibuje sus historias. No es un gran debut. Las primeras 23 páginas de este librito están armadas con un montón de mini-historias de dos páginas, que plantean una idea y la resuelven en pocas viñetas. En todas pasa más o menos lo mismo: el protagonista (que extrañamente no tiene nombre) es un agente de una fuerza policial del futuro en el que todos trabajan en parejas. En cada mini-historia le asignan una pareja distinta y en todas termina mal, cagado a palos o prendido fuego, como Mortadelo y Filemón, pero con menos gracia.
En las 21 páginas restantes, Rovella se juega a un sólo relato más extenso y levanta un poco la puntería. La historia nunca cobra profundidad pero por lo menos cobra un lindo ritmo, se hace más ganchera y no hay un remate forzado cada 11 ó 12 viñetas. Aclaremos que se trata de una historia apuntada claramente al público infantil, con lo cual pedirle profundidad es medio un delirio mío. Pero bueno, Rovella ya demostró que sus trabajos para chicos pueden dejarnos pensando y hasta emocionarnos a los grandes, así que uno pide, de malcriado, nomás.
El dibujo de Javier Suppa (a quien habíamos visto como colorista de Great Pacific) está muy bien, muy prolijo, dinámico, con el grado justo de síntesis como para aprovechar la ambientación atípica (una mega-ciudad del futuro) sin saturar las viñetas con información visual que podría confundir o incluso ahuyentar a los pibes. No te lo quiero vender como la gloria, porque no es así. Pero cumple ampliamente, no está para nada mal.
Calculo que a un pibe de 7-8 años esto le parecerá divertido y capaz hasta fascinante. A mí las historias no me convencieron demasiado y rescato el ritmo, los diálogos (que no pecan de querer añadir la gracia que las aventuras no tienen) y el dibujo de Suppa, que se le re-bancó, sobre todo en las primeras páginas, donde se ve un esfuerzo muy loable por darle vida y onda a este universo ficticio. Suppa y Rovella son amigos hace mil años, así que no descarto que vuelvan a compartir nuevos proyectos; si eso sucede, ojalá suban un poquito el listón, para regalarnos alguna obra realmente grossa, como Dante Elefante, Niko & Miko o algún otro hitazo de Rovella, de esos que logran que los grandes nos cebemos como si fuéramos pibes…
viernes, 2 de octubre de 2015
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