el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 14 de septiembre de 2011

14/ 09: LOBO/ MASK


Eeeehhh!!! Kilombooooo!! Descontroooooool! Estos dos libritos prestige de 1997 proponen eso, y no mucho más que eso. Violencia, destrucción y masacres. Pero en joda, eh? The Mask siempre fue el abanderado de lo que los yankis llaman “cartoon violence” y Lobo, bueno… nunca se quedó atrás en ninguna disciplina que incluya el concepto de violencia. Además, como los dos se regeneran en dos viñetas, vale acribillarlos con munición de grueso calibre, mutilarlos, trozarlos, lo que quieras. Al toque van a aparecer de nuevo enteros y armados hasta los dientes, para seguir el combate (o la matanza) en cuestión.
El argumento que proponen Alan Grant y John Arcudi (los guionistas más identificados con cada uno de los personajes) parece sencillo, pero para el final pela un vericueto muy ingenioso, que lo aparta de la obviedad fácil de “mirá cómo matamos a mucha gente”. Apenitas, de modo no muy evidente, sobra The Mask. Esta historia se podría haber contado, con un par de modificaciones, sólo con el Capo. Pero el verdolaga aporta buenas dosis de humor, entra bien en el juego de Lobo y, en el segundo tomito, pasa lo que vos y yo queríamos que pasara: Lobo se pone la máscara! Y ahí agarrate. Si te parecía que los comics del último czarniano estaban demasiado plagados de atrocidades, te cuento que al lado de este, todos los demás se podrían publicar en la Jardincito. Las 24 páginas en las que Lobo usa la máscara son una orgía de sangre, muerte y destrucción a niveles cósmicos. Ya quisiera Thanos boletear a la cantidad de alienígenas que boletea Lobo en esas secuencias, excesivas por donde se las mire.
Tanto Grant como Arcudi son intachables a la hora de meter chistes zarpados en sus historietas, y esta no iba a ser la excepción. Así que preparate para reirte bastante y bastante seguido. Por supuesto, esto se podría haber narrado en mucho menos de 96 páginas, pero los autores estiran –además de con esos diálogos divertidos- con escenas de lucha totalmente pasadas de rosca, muy al límite, obviamente también pensadas para hacerte cagar de risa. O sea que si no te produce rechazo la machaca por la machaca misma, ni el grotesco por el grotesco mismo, este bizarro team-up no se te va a hacer denso en ningún momento.
Parte del atractivo, de la gracia de la historieta, es el dibujo de Doug Mahnke, que creo que para 1997 nunca había dibujado a Lobo, pero que era –claramente- el mejor dibujante que hubiera pasado por los comics de The Mask. En esa época Mahnke ya estaba en DC, pero en la oscura (e injustamente fracasada) Major Bummer, a años luz de los títulos hiper-hot que le dan ahora, que es un mega-consagrado. Y acá, además de dibujar (como siempre) al mejor Mask de todos los tiempos, dibuja a un Lobo imponente, recontra-expresivo, bien salvaje. Y además se luce con los fondos, con los aliens, con las armas, con las naves, con las tripas, y por supuesto, con las lenguas. Mahnke debe ser el mejor dibujante de lenguas sobre la faz de la Tierra, y desde acá hago público mi voto para que (en vez de esas boludeces de Green Lantern) dibuje pronto una buena historieta porno, con muchas chupadas de lo que venga. Las tintas de Keith Wiliams le dan al dibujo de Mahnke ese acabado complejo, barroco, sobrecargado de detallitos, casi cerca de un Geoff Darrow, y el colorista –pobrecito- apenas cumple con lo indispensable.
Esto es –como diría Micky Vainilla- pop para divertirse. No esperes nada demasiado jugado por el lado de la reflexión, ni de la originalidad, ni de nada. Lobo/ Mask funciona por el lado del exceso, del zarpe, de la transgresión en materia de violencia extrema, a todo o nada, en obscena (pero atractiva) connivencia con el humor. No hay mucho más sustento que ese (bueno, sí, los dibujos de Mahnke, que te devastan el bocho) y por eso no es extraño que estos personajes, otrora sumamente populares, hoy coman banco de suplentes, junto a tantos otros ultraviolentos que supieron inundar de machaca virulenta al olvidable mainstream de los ´90.

1 comentario:

dokeck dijo...

Siempre me intrigo (y me encanto) esa tapa. Voy a pegarle una ojeada si lo veo por ahi.