el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 15 de septiembre de 2011

15/ 09: HISTORIAS TREMENDAS


La consigna para este mes era no reseñar comic europeo, para ponerme al día con el material argentino. Y bueno, se coló este libro, que tiene guionista español y dos dibujantes: uno croata y uno argentino. Así que casi vale.
El guionista es un lujo de aquellos: el maestro Enrique Sánchez Abulí, maestro de la historieta, magnífico traductor y uno de los mejores ajedrecistas que dio España. Me niego a nombrar las obras que, desde los ´80, convirtieron a Abulí en uno de los guionistas fundamentales del habla hispana. Si nunca leíste ninguna, te llevaste Comic Europeo a Marzo. De los dos dibujantes, al croata no lo conocía. Se llama Darko Perovic y tiene un estilo bien europeo, cercano al de Giancarlo Alessandrini y al de un montón de autores menores que tratan con distintos niveles de éxito de seguir la línea de Jean Giraud. A Darko le sale muy bien el estilo Giraud, a tal punto que hasta reproduce milimétricamente la tipografía, el rotulado de los comics de Giraud. De todos modos, las mejores historietas de Darko son aquellas en las que mecha también cositas de Jordi Bernet y Hugo Pratt. La narrativa de Darko es muy cambiante, no se ajusta ni a la típica puesta de Giraud, ni a la de Bernet, ni a ninguna otra. Va probando nuevas soluciones frente a cada desafío que le proponen los guiones de Abulí. De los 11 relatos que le toca dibujar, hay dos perfectas: En Pos del Coño Desbocado (con varios yeites clásicos de Bernet) y Lazos de Sangre, donde Darko mejor combina todo su abanico de influencias.
Los 13 relatos restantes son los que dibuja Oswal, el prócer quilmeño, y ahí no tiene sentido hablar de influencias, porque es al revés: Oswal inventa todos los días cosas nuevas, y en vez de mirar a sus colegas, los influencia, les sirve de faro. Es muy, muy difícil señalar una o dos mejor dibujados que el resto, porque el nivel es altísimo y muy, pero muy parejo. Si me tengo que quedar con una, creo que elijo El Flirt del Guerrero, por esa extensa secuencia muda, dificilísima de plasmar en imágenes, y que el glorioso creador de Sónoman resuelve con un virtuosismo que te hiela la sangre. Si el libro tuviera sólo las páginas de Oswal, también habría que comprarlo sin chistar.
Ahora, ¿qué onda los guiones? La verdad, bastante desparejos. Hay algunos realmente brillantes, como el de En Pos del Coño Desbocado, Lazos de Sangre, o La Muerte en Decúbito Supino. Pero también hay varios muy boludos, apenas chistes largos, o muy raros, que arrancan para un lado y terminan para otro. También varios que se quedan en la mala leche, en mostrar una atrocidad, regodearse en los pantanos de la miseria humana y hasta ahí llega. Pocos muestran la crueldad humana como Abulí, y no voy a ser yo quien censure a un autor por zarparse con la mala leche y las atrocidades. Pero en otros trabajos, Abulí se las ingeniaba para integrar su sello de desesperanza, sordidez y escepticismo frente al patetismo humano en el contexto de historias más redonditas.
O sea que faltan un par de historias mejor rematadas, pero hay un par increíblemente grossas y los dos dibujantes dejan la vida, así que esto hay que tenerlo.

1 comentario:

José A. García dijo...

Espero encontrarlo, pero después del chasco de ''historias tristes'' de Solano López y de las historias policiales que no son policiales de Berliac, la verdad es que cada vez me guío menos por los títulos efectistas que se le ponen a los libros...

En fin, gracias por la reseña Andrés

J.